Consejos para sobrevivir a un atasco durante el puente de mayo

Ponerse al volante puede ser un placer para unos y una tortura para otros. Sin embargo, una de las situaciones más frustrantes para los conductores son los atascos. La desesperación de ver como los minutos y las horas pasan y la fila de coches que hay delante no avanza es cada vez mayor. Estas situaciones son más habituales en las grandes ciudades y en hora punta debido a la cantidad de gente que se moviliza para ir a trabajar, llevar a los niños al colegio o hacer recados.

Pero sin duda, uno de los momentos en los que vivir esta situación es más frustrante es durante las vacaciones. Los meses de verano, en Semana Santa, Navidad o cualquier festivo, como el puente de mayo, hace que aquellos que quieren evadirse de la rutina echen sus maletas al coche y pasen estos días de descanso en la playa o la montaña. Aunque eso también hace que a la entrada o salida de las ciudades se formen largas colas de vehículos que paralizan el tráfico.

Si vas a viajar durante este puente de mayo, existen una serie de recomendaciones a tener en cuenta si te encuentras atrapado en un caravana de coches y que, aunque quizás no hagan que el tiempo de espera sea menor, sí son medidas para que el viaje sea más seguro y se llegué destino sano y salvo.

En este tipo de situaciones es habitual querer aprovechar cada centímetro de espacio que se tiene para avanzar. Sin embargo en un espacio tan reducido y rodeado de coches, esta no es una buena opción ya que los tramos suelen ser muy cortos y los acelerones y frenazos aumentan el riesgo de que se produzcan coches, que en estos casos pueden llegar a originar colisiones múltiples.

Además, este tipo de conducción también repercute en el gasto de gasolina, contaminará más y se desgastarán más rápidamente las pastillas de freno.

Este es un concepto más que conocido por los conductores. Está más que claro que mantener una distancia prudencial con el vehículo de delante es importante para evitar accidentes.

Sin embargo, en los atascos, cuando la circulación deja de ser fluida, los coches tienden a acercarse más y se aprovecha cualquier avance para moverse unos metros. De esta manera la posibilidad de riesgo de alcances, uno de los accidentes más comunes en los atascos, es mayor. Por esta razón es importante que en estos casos se continúe teniendo en cuenta la distancia de seguridad.

Durante un atasco es posible que parezca buena idea cambiarse de carril para ganar unos metros, pero cambiar constantemente de lado lo único que hace es ralentizar más el tráfico. Además, de que puede enfadar al resto de conductores y aumenta las posibilidades de accidente. Para que un atasco termine rápido y el tráfico fluya, lo mejor es que todos los vehículos permanezcan en su carril hasta que llegue su salida.

Los intermitentes son una asignatura pendiente para muchos conductores. Aunque parece una cuestión a la hora de pilotar un vehículo, la comunicación es fundamental para que el tráfico sea más fluido y evitar accidentes.

En los atascos, después de mucho tiempo parados o a una velocidad muy baja, los conductores pueden distraerse o confiarse y no señalizar las maniobras que van a realizar.

Revisar periódicamente el vehículo es un aspecto fundamental para garantizar la seguridad de todos aquellos que viajan en él. Es por eso que si no se hace un buen uso, la mecánica puede sufrir daños. Generalmente en una retención el elemento más perjudicado es el embrague debido a que todo el rato se está parando y reanudando la marcha.

Por ello, es recomendable meter la marcha solo al arrancar y mantenerse en punto muerto con el freno pisado en los ratos en los que se esté detenido.

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