El príncipe Enrique, en segundo plano

El príncipe Enrique, en segundo plano

Sonriente y solo, sin la compañía de su mujer Megan Markle y sus hijos. Así llegó Enrique, duque de Sussex, el hijo menor de Carlos III, al acto en el que este sábado se ha nombrado de manera oficial rey del Reino Unido a su padre. Después de haber renunciado por decisión propia a formar parte de la familia real hace poco más de dos años, no contó con distinción alguna en esta solemne cita en la abadía de Westminster, algo que, por otra parte, él había solicitado.

Su entrada en el templo la hizo sobre las 11.30 horas junto a Andrés de Inglaterra, otro de los miembros de la realeza británica que peor reputación tiene, a quien la Reina Isabel II, su propia madre, le retiró el título de príncipe y todos los títulos militares tras verse envuelto en distintos escándalos, entre ellos, de abusos sexuales.

Ambos, junto a otros invitados, tomaron asiento en la parte trasera, alejados de la zona de la coronación. Enrique, hermano de Guillermo, príncipe de Gales, eligió un chaqué, dejando a un lado los uniformes militares, que ya no tiene permiso usar. Minutos antes de que arrancara el acto se le pudo ver hablando con algunos familiares, como Jack Brooksbank, marido de la princesa Eugenia de York.

Cumpleaños de su hijo

Tras el acto está previsto que Enrique tome un vuelo de vuelta a California para reunirse con su esposa Megan Markle en el domicilio familiar, para poder estar así presente al menos unas horas en el cumpleaños de su hijo mayor, Archie, que este mismo sábado cumple cuatro años. El matrimonio sigue contando con cierta antipatía entre el público británico, sobre todo desde el reciente documental en Netflix en el que desvelaron secretos de la familia real, lo mismo que en las controvertidas memorias de Enrique, que salieron a la luz en forma de libro a principios de este año.

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