Agresiones e invasión de campo en un partido de fútbol sala en Espinardo

Agresiones e invasión de campo en un partido de fútbol sala en Espinardo

El partido decisivo de las semifinales de la fase de ascenso de Primera Autonómica de fútbol sala entre el Espíritu Santo de Espinardo y el Alamico de Albudeite terminó este sábado en una batalla campal entre jugadores, cuerpo técnico y hasta aficionados, y tuvo que finalizar antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario. A falta de 35 segundos para acabar este encuentro, tras pitar una falta a favor de los de Albudeite, el equipo local pidió al asistente tiempo muerto, por lo que los jugadores del equipo de Espinardo se dirigieron a su banquillo.

En ese momento, tanto el árbitro como los asistentes les indicaron que no se podía conceder el tiempo muerto «por no tener la posesión del balón». Entonces el portero del equipo del Espíritu Santo, José Antonio Fernández, se dirigió hacia el entrenador del equipo albudeitero, Pedro Joaquín Macanás, y «se empujan mutuamente, cayendo al suelo el entrenador visitante», según refleja la propia acta arbitral.

Acto seguido se produjo una invasión de campo por parte de más de medio centenar de aficionados del Espíritu Santo que enfilaron al banquillo de los de Albudeite, propinando puñetazos y patadas al entrenador y a la delegada del equipo, Virginia Galindo, así como a jugadores albudeiteros, que cayeron al suelo y continuaron siendo agredidos por los aficionados. El entrenador local, Fernando Hortelano, y su jugador, Agustín Hortelano, logran disolver a los invasores, evitando que se produjeran más lesiones.

Ante esta situación, los colegiados determinaron suspender el partido para que no se produjeran más altercados y poder preservar la integridad física de jugadores y técnicos del equipo de Albudeite. Pese a ello, tuvo que reclamarse la presencia de la Policía Nacional: ocho agentes debieron custodiaron a los árbitros y al equipo visitante para que pudiesen marcharse de las instalaciones deportivas sin sufrir más agresiones. Incluso el acta del partido tuvo que ser redactada ya después de haber abandonado las instalaciones deportivas.

Varios jugadores y la delegada del equipo de Albudeite tuvieron que recibir asistencia médica, por las heridas producidas por los golpes recibidos.

El alcalde de Albudeite, Jesús García, al conocer lo sucedido, se puso en contacto con la Federación Regional de futbol, denunciando la situación creada y pidiendo la expulsión de la competición del equipo de Espinardo.

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