El vuelo del dentista afgano

El vuelo del dentista afgano

Transcripción


Episodio 4

El vuelo del dentista afgano

EL VUELO DEL DENTISTA AFGANO

[SONIDO AEROPUERTO TORREJÓN]

JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: Estamos a poco más de 30 kilómetros de Madrid, en la Base Militar de Torrejón de Ardoz, al este de la Comunidad de Madrid… Es agosto de 2021. Aterrizan varios vuelos procedentes de Islamabad y de Dubái. 17 aeronaves. En total: 2.181 personas escapando de Afganistán. Pocas horas antes, los talibanes han vuelto a dominar por completo el país.

HUJJAT GHAFFARI: Nos habéis rescatado la vida…

JAE: Uno de los recién llegados es Hujjat Ghaffari.

JAE: Esta es su voz. La de un joven afgano de 24 años que dejó su país en busca de libertad. Su familia y él aterrizaron en Madrid el sábado 26 de agosto de 2021 a las 20:00. Ese día comenzó su nueva vida.

HG: Si vienes de Afganistán, todo el mundo es precioso. Todo el mundo es hermoso.

JAE: De ese salto vamos a hablar. De ese salto y de cómo conseguirlo. El primer paso, en realidad, empezó una semana antes, en otro aeropuerto, el de Kabul…

HG: El día 22 me llamaron desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y me dicen «tienes que estar en el aeropuerto dentro de una hora».

JAE: Hujjat se da prisa para llegar cuanto antes al aeropuerto que todavía se llamaba Hamid Karzai, como el que fuera presidente del país.

HG: Y ahí sigo esperando durante horas y veo que nadie está hablando de España…

JAE: En una terminal atestada de viajeros y militares internacionales.

HG: Cada puerta tenía soldados de ese país donde querías ir. Pero yo no vi a nadie de España o nadie quería ir a España.

JAE: Él, Hujjat, quería ir a España.

HG: No había visto algo así nunca, porque yo realmente no había vivido un cambio así de gobierno…

JAE: En el aeropuerto se escuchan disparos, gentío, desesperación. Decenas de miles de personas amontonadas en los pasillos, en los aparcamientos, lo más cerca posible de los aviones a punto de despegar. Son imágenes que abarrotaron aquel verano los medios de comunicación.

JAE: Hay que elegir bien el lugar por el que entrar. Es muy fácil desfallecer. Porque hay que encontrar la puerta exacta. En medio de la marabunta, Hujjat espera horas frente a una de las puertas mientras anochece en el aeropuerto.

HG: Por la noche me di cuenta que la puerta estaba equivocada.

JAE: Tiene que moverse. Buscar otra salida, conseguir llegar al acceso en el que alguien reconozca su nombre.

HG: Y por la mañana, sobre las nueve más o menos sobre las diez, pues conseguimos entrar al aeropuerto. Estamos hablando del día 23 de agosto.

JAE: Pero este viaje, el suyo, había comenzado cuatro años antes, en 2017. Y lo hizo en Santiago de Compostela. Una beca de estudios le llevó a Galicia, eso y su obsesión por las encías y la salud va a ser clave para esta historia…

CABECERA: FUERA DEL RADAR. HISTORIAS MÁS ALLÁ DE LA NOTICIA. EN ESTE EPISODIO: EL VUELO DEL DENTISTA AFGANO

JAE: La Guerra de Afganistán comienza, oficialmente, el 7 de octubre de 2001.

HG: Yo cuando pienso en Afganistán pienso en esas cosas. Yo no conozco, una vida fuera de fuera de armas, sin armas o sin soldados.

JAE: Aquel año, el 2001 las tropas británicas y estadounidenses se adentran en territorio afgano. Lo llaman la Operación Libertad Duradera. Su misión, encontrar a Osama Bin Laden, quieren capturarlo. Desde entonces, guerra. Hujjat, que tiene ahora poco más de 20 años, siempre ha vivido rodeado de peligro.

HG: Me llamaba mi madre, me preguntaba sobre dónde estaba porque había oído algún sonido así de atentado, de explosión…

JAE: Las bombas, los atentados y las emboscadas a su alrededor eran el día a día.

HG: Esto formaba parte de mí vida. Sí. Me gustaría borrarlo, ¿Pero cómo se hace eso?

JAE: Exacto. Se sabe, bueno, más o menos, cuando empieza una guerra. O mejor, cuando la guerra llama directamente a tu puerta. Pero, ¿Cómo se acaba? ¿Cómo se sale de ella? Tal vez buscando una nueva vida. Y en el caso de Hujjat, sabiendo mucho de dientes.

HG: Entonces incisivos serían: القواطع. Los caninos: الأنياب…

JAE: Sigue contando esta historia José Antonio González.

JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ : Mucho antes de querer ser dentista, Hujjat Ghaffari creció, como tantos otros niños, soñando con ser futbolista.

HG: Mi equipo favorito es el Manchester United. Pues a mí me gustaba desde siempre David de Gea.

JAG: Se veía con guantes y vestido de rojo.

HG: Es decir que yo jugaba casi a un nivel bastante bien, yo diría semi profesional… No llegué a verlo como mi carrera para siempre. No.

JAG: De pequeño se crió en Helmand, al sur del país, una de las provincias más castigadas por la guerra de 2001. A los pocos años, su familia se mudó a la capital, Kabul. Ahí, sus fines de semana estaban llenos de fútbol, pero el día a día pertenecía a la escuela.

HG: Todos los viernes hacíamos exámenes y luego me di cuenta de que puedo sacar una nota muy buena…

JAG: Un joven aplicado que quería formarse en la universidad. Y es que en Afganistán, las carreras no se eligen por vocación.

HG: Que no es como Europa donde tú vas a estudiar lo que te guste.

JAG: El futuro profesional es lo que importa.

HG: Si tu crees que eres inteligente. Tú vas a estudiar medicina, odontología o ingeniería y ya está.

JAG: Él eligió convertirse en médico, pero la nota no le alcanzó.

HG: Y mi segunda elección era odontología.

JAG: Así, Hujjat crecía académicamente y abría puertas que en la familia no estaban disponibles para todos, ni para todas.

HG: Mi hermana no tenía el derecho de ir a la escuela porque era mujer básicamente.

JAG: Bajo el régimen talibán, la educación para las niñas era y es sinónimo de clandestinidad…

HG: Iba a la casa de una de las amigas de mi madre y ella les enseñaba, les daba clases.

JAG: Hujjat tuvo la suerte de cumplir lo que su hermana mayor no pudo hacer: Ir a la universidad. Fue en 2016.

HG: Creo que estaba feliz, creo. El primer día, pues fui así con chaqueta. No tenía corbata, pero casi, casi. Y lo tomaba muy en serio.

JAG: Empezaba la carrera de odontología, le quedaban cinco años por delante.

HG: Pero mi madre sí que estaba muy feliz porque al final es muy importante en la jerarquía de la familia en Afganistán, el hijo mayor de la familia. Entonces, contaba mucho conmigo.

JAG: Allí comenzaron los molares, premolares, los incisivos, las encías, las gingivitis… Y entre clase y clase, de repente un nombre, una ciudad, un destino: Santiago de Compostela.

HG: Y me dicen: «Bueno, hay una beca así para España… Entonces creemos que tú puedes representarnos mejor que mucha gente». Eran dos plazas y eligieron uno de odontología y otro de medicina.

JAG: El aspirante escogido fue Hujjat. Con este viaje podría cumplir uno de sus deseos de toda la vida…

HG: Yo desde siempre sabía que algún día iba a vivir en algún país occidental porque me gustaban más los valores que que había por esta parte del mundo, más que Afganistán o más que el mundo oriental en total.

JAG: Pero salir de su país, salir de Afganistán, era complicado.

HG: Una cosa que debes saber como afgano es que en más de 70% de los casos te van a rechazar el visado, que no te van a dar el visado.

JAG: Hujjat no esperaba nada.

HG: Por eso no estudié nada de español. Porque pensaba que sería muy tonto estudiar español en Afganistán. ¿Y luego qué vas a hacer con esto? Por eso no sabía nada de español.

JAG: Pero esta vez el visado llegó.

HG: No me lo creía, de verdad.

JAG: Pisó Santiago sin saber palabra de español.

HG: Lo que recuerdo es que 24/7 tenía el móvil en la mano y el traductor Google.

JAG: Y con el teléfono móvil en la mano descubrió una nueva ciudad, una mucho más pequeña de lo que imaginaba.

HG: Yo pensaba que iba a una ciudad súper grande, pero llegas a Santiago de Compostela…

JAG: Y también una nueva cultura y una nueva forma de ver el mundo. Tenía 19 años.

HG: Una cosa que hizo ese Erasmus fue cambiarme la mentalidad sobre la vida. Totalmente. De cómo veía el mundo y de cómo yo juzgaba a la gente. De Europa, del mundo occidental, porque yo siempre lo había visto en las películas.

JAG: Hujjat estaba solo por primera vez.

HG: En Afganistán, la unidad más pequeña de la sociedad es la familia. Entonces, yo como persona no era tan independiente.

JAG: Y tuvo que aprender a serlo.

HG: Al llegar a Santiago de Compostela me faltaban muchas cosas que no podía hacer por mí mismo, porque me lo hacían otros miembros de mi familia en Afganistán. Entonces, sí que de alguna forma echaba de menos esa vida familiar.

JAG: Aprendió a poner la lavadora y, más importante, a hacer amigos.

HG: Pero sí que me encantaba porque tenía amigos, casi mis mejores amigos.

JAG: Esos amigos van a ser fundamentales. Pero, de momento, tuvo que decirles adiós. Porque la aventura española acabó con el curso y en julio de 2018 Hujjat volvió a Kabul. Era uno de los momentos más tensos de la guerra. Los atentados era cada vez más virulentos y EEUU anunciaba su retirada. Todo iba a cambiar.

JAG: Una pausa y volvemos.

JAE: Hujjat Gaffari no recuerda ningún pasaje de su vida en Afganistán sin guerra o conflicto. En España, una beca le había enseñado otra manera de vivir. Regresa a Afganistán con otra idea del mundo. Hasta que de la noche a la mañana, todo cambia. Empeora. Los talibanes regresan.

JAE: La situación política en Afganistán es y ha sido compleja y confusa durante muchos años. Los afganos han integrado esa inestabilidad en su día a día.

HG: Yo cuando vivía en Kabul, una cosa que era casi la norma en Kabul era un atentado o dos al día. Al día, literalmente. No estoy exagerando para nada.

JAE: José Antonio González sigue contando la historia.

JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ: La vida en Afganistán nunca ha sido fácil.

HG: Cuando decimos Afganistán, pensamos que estamos hablando de un país y ya está. Pero cuando vas dentro de Afganistán hay distintas minorías étnicas o incluso religiosas…

JAG: Hujjat y su familia son hazaras, el tercer grupo étnico de Afganistán y también los más oprimidos por los talibanes.

HG: Esto era la vida normal.

JAG: De ahí que en 2001 la llegada de las tropas aliadas para ellos fuera un soplo de aire fresco.

HG: Para las minorías un poco pequeñas, significaba más derechos. Por eso yo lo veo como algo más positivo. Seguramente mi familia también lo sentía así.

JAG: Aquella liberación llegó con la retirada de los talibanes a las montañas que separan Afganistán de Pakistán, donde también se resguarda Bin Laden, hasta que es abatido en una operación militar en 2011.

TESTIMONIO DE BARACK OBAMA

JAG: Su muerte marca el fin de la guerra. Diez años de conflicto, pero es un cierre en falso. La violencia continúa.

HG: Siempre que pienso en la vida en Afganistán es que una cosa que se asocia con la vida ahí es la guerra, las armas. Soldados por todos lados.

JAG: Es exactamente el panorama con el que Hujjat se reencuentra al volver de Santiago de Compostela.

HG: Me llamaba mi madre, me preguntaba sobre dónde estaba porque había oído algún sonido de atentado, de explosión.

JAG: Hujjat volvió a casa en 2018. Un regreso en plena escalada terrorista en Afganistán. Los talibanes recuperaban terreno que el Gobierno del país no era capaz de defender… Meses de atentados, fallecidos y una retirada… Ese mismo año, Donald Trump anunció que Estados Unidos abandonaría en 2021 el país.

HG: Me acuerdo del día que decían que los talibanes iban a venir a Kabul, que casi todas las provincias estaban en su mano.

JAG: Llegó la fecha y todo reventó una vez más.

HG: Estoy hablando del 15 de agosto.

JAG: Estamos pues en el verano de 2021. La República Islámica de Afganistán colapsa. El gobierno cae.

HG: Yo estaba en el año de prácticas de odontología, el último curso, entonces estaba en el hospital.

JAG: Con las tropas estadounidenses de retirada, los talibanes aprovechan la debilidad del gobierno y de las fuerzas armadas afganas para avanzar sin oposición hacia la capital del país.

HG: Estábamos esperando para que llegara mi hermana, porque yo tenía más miedo por mi hermana.

JAG: La familia consigue reunirse y, una vez más en su vida, empiezan lo que Hujjat llama «los preparativos».

HG: Vas a hacer desaparecer todos los documentos o las fotos o las cosas que de alguna forma te vinculan con el gobierno anterior.

JAG: El ritual al que los afganos se han enfrentado tantas veces.

HG: O también algunos libros, si tienes que critican a los… específicamente si son terroristas, así que los tienes que quemar.

JAG: El país se sume en un caos absoluto y los talibanes se hacen nuevamente con el control.

HG: Mis padres lo sabían, lo habían vivido. ¿Sabes? No era algo nuevo para ellos pero para mí era casi la primera experiencia…

JAG: Las noticias de la toma de Kabul llegan a todo el mundo. También a Santiago de Compostela.

HG: Me mandaban mensajes mis amigos preguntándome sobre la situación de ahí y de mi familia y de mí.

JAG: Sus amigos de la Facultad querían ayudarle.

HG: Entonces empezamos esa iniciativa.

SONIDO TECLAS

COMPAÑERA: Hace tres años nuestro compañero y amigo Hujjat Ghaffari estuvo de intercambio en la Facultad de Odontología. Ahora, nuestro amigo, se encuentra atrapado en Afganistán, escondido en su casa temiendo…

HG: Bueno, yo veía la campaña que estaba ahí por la página web y luego leía los comentarios y la gente escribía cosas muy, muy amables.

COMPAÑERA: Firma esta petición para pedir al Ministerio de Asuntos Exteriores…

HG: Escribían por justicia, por la humanidad.

JAG: La propuesta de Change.org se hice viral.

HG: Más de 53.000 personas me la firmaron. Es que la verdad, es que no sé… No sé qué decir. Yo no tengo palabras.

JAG: La noticia saltó a los medios y sonó el teléfono con los datos clave para poder salir del país.

HG: El día 22 me llamaron desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y yo quería asegurarme de que estoy dando toda la información correcta. Que estoy hablando correctamente.

JAG: El aeropuerto era el de Kabul. El peor sitio del planeta en ese momento.

SONIDO DE MULTITUD DE PERSONAS

JAG: Tras la toma de la ciudad, miles de civiles afganos se concentran allí, bajo el control de la OTAN pero cercado por los talibanes.

HG: Entonces vas al aeropuerto, a la puerta. Y ves que hay más de 100.000 personas casi.

JAG: Hujjat y su familia se encuentran en un escenario caótico. Hay gritos, empujones.

HG: Tienes que pasar por dentro de esa multitud y luego llegar a la puerta para poder presentar tus documentos. Para poder hablar con alguien. Algún soldado de España, ¿Sabes?

JAG: Cientos de afganos se apiñan incluso en las pistas. Intentan alcanzar cualquier vuelo que les lleve fuera del país. La situación alrededor del aeropuerto también es complicada.

JAG: Hujjat, ya lo sabemos, se presenta primero en una puerta equivocada, y luego, cuando encuentra la correcta, la entrada parece imposible.

HG: La verdad es que pensaba que no lo iba a conseguir.

JAG: Están, como cientos de otras personas, agazapados en un canal de agua, abandonados. No hay cobertura, todas las vías de comunicación han sido cortadas. Con ellos, su hermano pequeño y también su sobrino de 2 años.

HG: Y le digo a mi cuñado que ya está, que es suficiente, que yo voy para casa, que ya no se puede. ¿Sabes?

JAG: La espera se hace eterna.

HG: Pero él me dice que no, que «Vamos esperando, seguimos esperando».

GRITOS MILITARES ESPAÑOLES

JAG: Finalmente, escucha un idioma que le resulta familiar.

HG: Entonces encontré la puerta donde tenía que estar. Y por la mañana, sobre las nueve, más o menos, o sobre las diez. Pues conseguimos entrar al aeropuerto.

JAG: Y del aeropuerto, al avión.

SONIDO AVIÓN

JAG: Un avión de las fuerzas armadas que, tras hacer escala en Islamabad y Dubái, alcanzaría Torrejón de Ardoz. Hujjat y su familia llegan a Madrid.

HG: ¿Qué palabra podría utilizar para agradecer a esa gente? Yo no tengo esa palabra.

JAG: Por fin a salvo.

HG: Yo veo esto un poco más allá de mí mismo. Yo lo veo más como una cuestión de libertad para mi familia.

JAG: Lo que sus amigos habían hecho era más que salvarle la vida.

HG: Sí que temía por mi vida y mis sueños, pero esta campaña hizo que también pudieran venir unas personas más vulnerables que yo.

JAG: Se refiere a sus hermanas.

HG: Porque al estar en Afganistán no hubieran podido ni asistir clases de la universidad, ni trabajar ni nada.

JAG: Pero no todos pudieron venir.

HG: Pero algún día sí que vendrán. Cuando sean más mayores.

JAG: Aquel exilio forzoso dejó a los padres de Hujjat en Afganistán.

HG: La verdad es que me da mucha ansiedad pensar que están en Kabul. Y luego como va la situación… con cada atentado que sigue ocurriendo cada día.

JAG: El expediente académico de Hujjat viajó de Santiago a Huelva y ahora a Madrid. Su vida pasa por la Gran Vía, por la Puerta del Sol y, sobre todo, por Ciudad Universitaria, donde ha retomado sus estudios de odontología.

HG: No podía obtener mis notas que tenía en Afganistán. Era un poco difícil poder entregar mis notas aquí en la Universidad Complutense para poder luego convalidarlas.

JAG: No es el único Ghaffari en esas aulas.

HG: También mi hermana estudia en la Universidad Complutense. Llegó conmigo sin saber nada de español y ya tiene un B1.

JAG: Su hermana está estudiando Dirección y Administración de Empresas.

HG: Si estuviera en Afganistán no habría podido hacer nada, porque básicamente, ni siquiera puedes ir a la escuela ahora. Las chicas digo.

JAG: A Hujjat le queda un año de odontología y luego quiere ir a Estados Unidos o a Canadá para seguir formándose. Pero será un viaje de ida y vuelta.

HG: Estoy muy contento con la vida aquí.

JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: Ahora parte de la familia Ghaffari conoce lo que es la vida sin armas, sin guerra, sin conflictos. Se sigue sorprendiendo con gestos que para occidente son naturales o sencillos y que se definen como libertad.

HG: (Con tono irónico) Yo te voy a decir una cosa muy radical. Tú vas a la calle, vas con tu novia o con tu mujer. La abrazas, la abrazas. ¡Qué idea tan radical! Pero eso no es posible en Afganistán.

JAE: Continúa teniendo una relación complicada con su país, al que no echa de menos.

HG: Ha sido un país un poco violento hacia las minorías étnicas. Y por eso históricamente no ha sido tan mi país. Por eso no siento mucho cariño hacia Afganistán.

JAE: En 2001, bajo el régimen de los talibanes, solo 1 millón de niños en edad escolar primaria estaban matriculados. Dos décadas después, la cifra creció a 9,5 millones, donde cuatro de cada diez eran niñas. Sin embargo, hace unos meses, en marzo, esas jóvenes que acudían a su primer día de colegio vieron las puertas de sus aulas cerradas y cómo unos talibanes armados les enseñaban la puerta de salida del colegio.

JAE: Aquel verano del 2021, casi un millón de personas fueron desplazadas en el interior del país, más de tres millones y medio desde que se iniciaron los conflictos. Más de cinco millones dejaron el país. La salida de Hujjay Ghaffari fue una de ellas.

JAE: Gracias a José Antonio González por recordarla.

JAE: Esta es una más de las historias de Fuera del Radar, un podcast narrativo que se mueve más allá de la noticia Soy José Ángel Esteban. Gracias por escuchar.

JAE: Fuera del Radar es un Podcast narrativo producido por los periodistas de las cabeceras regionales del grupo Vocento. La coordinación general es de Andrea Morán Ferres, Carlos García Fernández y Luis Gómez Cerezo han hecho la edición, la producción técnica es de Iñigo Martín Ciordia, el diseño sonoro y la mezcla de Rodrigo Ortiz de Zárate y la dirección y producción ejecutiva de José Ángel Esteban.

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