El reto de la descarbonización apunta a un futuro multienergía

En toda crisis surgen oportunidades y son las sociedades, empresas e instituciones las que tienen la capacidad de transformar las barreras en soluciones que apunten hacia el futuro. Ante un cambio climático que marca el 2030 como fecha límite para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y reducir las emisiones de CO2, la búsqueda de opciones ‘verdes’ para afrontar el reto de la descarbonización se hace inminente en esta cuenta atrás.

El foco se pone en el hidrógeno, que a pesar de ser el elemento más abundante en el universo por estar presente en el 75% de la materia, se encuentra de forma pura y reactiva, lo que requiere de infraestructura, tecnología e investigación para transformarlo en energía. Y la Región de Murcia, y en concreto el Valle de Escombreras, tiene las condiciones necesarias para liderar como productor del denominado hidrógeno verde, es decir, el procedente de fuentes renovables, siendo un polo de energías descarbonizadas imprescindible en la transición energética.

Así se plasmó ayer el II Encuentro Hidrógeno Verde + Gases Renovables, organizado por LA VERDAD con el patrocinio de Repsol, Engie, CT Ingenieros, Navantia y la Asociación Sectorial del Hidrógeno Verde de la Región de Murcia (Ahmur), que moderó ayer el delegado de este diario en Cartagena, Gregorio Mármol, en el Auditorio y Palacio de Congresos El Batel. «El mundo actual se nos presenta descarbonizado en cuanto a nuestra actividad social y económica, y se pretende conseguir por la vía de la eficiencia energética y el uso de las energías renovables», destacó durante la apertura del acto Horacio Sánchez, director general de Energía y Actividad Industrial y Minera de la Comunidad.

En este último aspecto, apuntó que hacia el año 2026 la mayor parte de la energía que se produzca en la Región podría «tener origen renovable», y animó a desarrollar tecnologías, al igual que se ha hecho con la solar, para desarrollar conocimiento y aprovechar la «ventana de la oportunidad que nos va a brindar el hidrógeno verde».

En la actualidad, con un consumo en España de 500.000 toneladas de hidrógeno al año, el 90% es del denominado hidrógeno gris, que procede de combustibles fósiles. «El hidrógeno verde supone un vector energético que hay que generar, comprimir a altas presiones y transportarlo para generar electricidad», tal y como destacó Eduardo de San Nicolás, presidente de Ahmur, lo que requiere «crear nuevas infraestructuras o modificar las existentes».

En este aspecto, señaló que los valles de hidrógeno verde son el mejor lugar para producir y utilizar ese gas, generando «una serie de empresas interconectadas, ciudadanos y Administración pública, para que se produzca y consuma en un área geográfica concreta y se exporte el excedente». En este aspecto, la Región de Murcia tiene una serie de condicionantes que hacen del hidrógeno verde una oportunidad en sí misma: la independencia energética que le otorga un menor coste, la alta irradiación y las empresas profesionales en el sector con alta cualificación. «Producir 1 kg de hidrógeno con energía solar es un 2,8% más eficiente en la Región de Murcia que la media nacional», añadió.

La aplicación inicial del H2 parte de «industrias que necesiten altas temperaturas y el transporte aéreo y marítimo, siendo un complemento del gas natural», ya que «todo lo que se refiera al consumo doméstico es electrificable, lo que hace que difícilmente vaya a consumir H2», informó Ginés Delgado, jefe de planta de Engie CT. «En cualquier cosa que sea muy difícil electrificar o no sea rentable, el hidrógeno es un aliado», añadió Eduardo de San Nicolás.

Así, «el ciudadano no va a tener una afectación directa», según destacó el director de Oficina de CT Ingenieros, José Miguel Morales, ya que la demanda viene de los principales polos industriales, siendo el reto «transicionar la producción del hidrógeno a un origen renovable y que contamine cada vez menos». «Esto no va a ser de la noche a la mañana, porque convivirán tecnologías hasta que se dé la sustitución completa, porque tenemos que solucionar la parte logística», añadió Amós Fuentes, director de Hidrógeno de Navantia Seaenergies, que apuesta por «vectores que provengan del hidrógeno como solución al transporte naval». «Se trata de un proceso inicial, como en su día sucedió con la eólica, y que con el tiempo aumentara su eficiencia y capacidad de fabricación», añadió de San Nicolás, animando a «pensar en un futuro multienergía».

En polos industriales

Para los expertos, la estrategia debe partir de proyectos pioneros que crezcan alrededor de los polos industriales, que es donde se centra la demanda, ya que «a más distancia entre el punto de generación y de necesidad, más difícil será incentivar la transición energética», señaló el jefe de Desarrollo de Hidrógeno y Origen Comercial de Engie España, Eduardo Negueruela. En este aspecto, Eduardo de San Nicolás animó a «producir y exportar energía, interconectando redes de transporte para unir valles y mover excedentes de un sitio a otro», para lo que señaló «establecer infraestructuras troncales dedicadas al hidrógeno».

«El hidrógeno nos da seguridad de suministro, se puede almacenar, ayuda a combatir el cambio climático, mejora la calidad del aire, tiene mejor densidad energética por kilo de planta, asegura la continuidad en el uso de los recursos y cuenta con independencia energética», detalló como ventajas la gerente de Hidrógeno de Repsol, Ana María Martínez. Destacó que «el momento es ahora», porque «todo el compromiso político se ha concretado en subvenciones necesarias para que el H2 sea una realidad, con dinero público que hace viable económicamente estos proyectos», añadió.

No obstante, Negueruela animó a «cuidar las expectativas» porque «queda mucho por hacer», apuntando a un objetivo de descarbonización total y 0 emisiones en 2050. «Nos hace falta la implicación de todos, porque el hidrógeno verde es la herramienta para la descarbonización y tiene que guiarnos hacia la transición energética», aclaró.

El coste, la barrera de la transición energética

A pesar de las oportunidades que ofrece el hidrógeno verde, una de las principales barreras para que lidere la transición energética está en el coste, que se estima en torno a 3,68 euros/kg, lo que requiere una «descarbonización a un precio justo para la sociedad», señaló José Miguel Morales. «La clave es reducir los costes, porque a día de hoy no es tan competitivo como quisiéramos, y eso tiene que venir por la mejora de la propia tecnología y un impulso de la regulación», añadió Negueruela.

Amós Fuentes destacó que «España no debería perder esta ola de oportunidad para desarrollar tecnología propia y tener capacidades para la generación de hidrógeno», e hizo alusión a sistemas de propulsión 0 emisiones que permitan su uso final, con las ayudas públicas como un impulso. «Si hay ese convencimiento, debemos aprovecharlo porque podemos ser el líder tecnológico de Europa», matizó.

Además de los costes, el gerente del Centro Nacional de Hidrógeno, Miguel Ángel Fernández, hizo alusión a la falta de disponibilidad de equipos y la escasez de profesionales como las barreras del horizonte de la transición energética con el hidrógeno verde. Se añade un foco que preocupa especialmente en la Región de Murcia: el gasto hídrico. «El hidrógeno verde consume la mitad de agua que el gris y el azul, lo que supone un ahorro con lo que tenemos ahora», destacó Fernández.

En cuanto a su procedencia, y ante la falta de recursos «en tierra», Amós Fuentes apuntó a la «desalación o la vinculación de generación de hidrógeno a los parques de energías renovables como una solución complementaria». «Si usáramos agua desalada, solo aumentaría el 1% el gasto de energía de producción», secundó Eduardo de San Nicolás. Por su parte, José Miguel Morales apuntó a un Plan Hidrológico Nacional o Europeo que «resuelva los posibles problemas que podamos tener en el futuro relacionados con el agua para que no sea un problema a la hora del desarrollo del hidrógeno verde».

William Abrego

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