El eterno debate sobre la igualdad en los circuitos de tenis en cuanto a las ganancias de los cuadros masculinos y femeninos está más presente que nunca. Si en los Grand Slams y la mayoría de grandes torneos del calendario como Indian Wells, Miami o Madrid, hombres y mujeres reciben la misma cuantía tras vencer el campeonato, no ocurre lo mismo en otros Masters 1000 como Roma, Canadá o Dubai. «No sé por qué no jugamos por el mismo premio. Nos informaron de las medidas, pero es lo que hay, tenemos que jugar», criticó Paula Badosa, que juega por segunda vez el torneo romano. «Es evidente que falta mucho trabajo», expresó recientemente Iga Swiatek, número uno del mundo de la WTA.
«Sabemos que esto es un negocio en el que a veces incluso se mezcla lo político, pero todos los tenistas hacemos el mismo trabajo», declaró la actual ganadora de Roland Garros y US Open tras ganar en Stuttgart un premio de 104.000 euros y un Porsche, mientras que en la misma semana Carlos Alcaraz ganaba medio millón de euros por el Conde de Godó de Barceona. Días después, en el Mutua Madrid Open, Aryna Sabalenka, ganadora el torneo de la Caja Mágica, y el murciano, que repetía triunfo en la capital española, ganaron exactamente lo mismo.
«Mucha gente piensa que el tenis masculino es más atractivo de ver porque es más físico y son más fuertes, atacan al circuito femenino por la inconsistencia ha habido estos años, o diciendo que las mujeres son mucho más emocionales» añadió la líder de circuito femenino, que se ha convertido en uno de los grandes altavoces tenísticos para tratar temas como la desigualdad.
En esta edición de Roma, el ganador masculino se embolsará un millón de euros mientras que su homóloga femenina sumará medio millón a su cuenta bancaria. En caso del finalista hombre, su premio será de algo más de medio millón, mientras que en el caso de la finalista chica, la cuantía no supera los trescientos mil. La brecha que existe en esta esta polémica situación se da por la circunstancia de que hay torneos en el circuito de tenis que reciben la etiqueta de ‘mandatory’, donde los jugadores están obligados a jugar salvo por lesión u otro motivo de fuerza mayor que acrediten, mientras que las jugadoras no tienen la obligatoriedad en este evento. Al no estar asegurada la presencia de las mejores tenistas del mundo, aunque los puntos que se reparten son iguales y el escenario el mismo que en el caso de los chicos, la cantidad de dinero a repartir se resiente debido a la pasta que invierten ahí los patrocinadores. Este es el factor que justifica la aparentemente incomprensible diferencia abismal en los premios en metálico durante este torneo, algo que no existe en relación a los Grand Slam, ya que en Roland Garros, el Abierto de Estados Unidos, Wimbledon y Abierto de Australia no se distingue entre hombres y mujeres a la hora de repartir los premios.
En la WTA, los eventos obligatorios de jugar para las tenistas son Indian Wells, Miami, Madrid y Pekín, mientras que el resto de WTA 1000, Dubai, Roma, Canadá y Cincinnati, no lo son.
Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Las tenistas claman por la igualdad: Roma paga el doble al campeón que a la campeona