El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha encontrado la vía para que sectores que en la actualidad tienen dificultades para encontrar trabajadores, como la hostelería, la construcción o el transporte, puedan contratar mano de obra extranjera sin tener que conseguir la autorización de otros ministerios, más concretamente el comandado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
Para ello, flexibilizará aún más los requisitos que se exigen para regularizar la situación de los inmigrantes irregulares que viven en el país y concederles el permiso de trabajo, a cambio de cursos de formación con menos horas, que puedan hacerse los fines de semana e incluso se realicen de forma online.
Su departamento lleva meses batallando con el Ministerio de Trabajo y los sindicatos para obtener su visto bueno para traer de otros países extranjeros que puedan cubrir el déficit de personal que se está registrando en algunos sectores, especialmente en uno clave en España como el de la construcción, que necesitará en torno a medio millón de trabajadores ahora que están empezando a ejecutarse los fondos europeos. Sin embargo, su propuesta para incluir una treintena de profesiones relacionadas con esta actividad (yesistas, gruistas, encofradores, fontaneros, electricistas…) en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura está paralizada ante la negativa de Yolanda Díaz a aprobarla, apoyada por los sindicatos bajo el argumento de que hay casi tres millones de parados que podrían cubrir esas plazas.
Sin embargo, Escrivá no necesita permiso de Díaz ni de la mesa del diálogo social para modificar los requisitos que se exigen a las personas sin papeles que viven en España a regularizar su situación a cambio de formación y poder así trabajar de forma legal. De hecho, ya tiene preparada una instrucción que publicará próximamente por la que flexibilizará las condiciones del arraigo por formación, una figura que se puso en marcha el pasado mes de julio, según confirmaron a este periódico fuentes de su departamento.
Tras la reforma del reglamento de extranjería, se creó esta nueva fórmula para acceder a los papeles que está inspirada en el modelo alemán. Consiste en concede una autorización de residencia por un periodo de 12 meses a los extranjeros que han permanecido en España de forma continuada durante un periodo mínimo de dos años si se comprometen a realizar una formación reglada para el empleo. Esta autorización puede ser prorrogada por otros 12 meses si el curso dura más de un año. Al terminar la formación, si tienen un contrato, recibe un permiso de trabajo por otros dos años.
Sin embargo, hasta ahora se exigen 200 horas de formación para acceder al mercado laboral, un tiempo que el ministerio se ha dado cuenta de que es excesivo puesto que exige seis horas diarias y son pocos los que pueden dedicar tanto tiempo. Además, tenía que ser de forma presencial, lo que dificultaba aún más su acceso, según explicaron a este periódico fuentes del departamento.
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