Son «invisibles» para las administraciones. Eso es lo que denuncia la plataforma ‘Yo no me quedo en casa’, que este jueves, día 18, se ha manifestado para defender los derechos de los jóvenes con discapacidad que, una vez finalizan su escolarización a los 21 años, no disponen, con total seguridad, de un centro al que acudir ni opciones de inserción en la sociedad, así como de terapias o actividades de estimulación acordes a sus necesidades.
Decenas de personas se han congregado a las puertas del Palacio de San Esteban para protestar por una situación que vulnera «derechos básicos» y que deja a muchos padres y madres «indefensos» ante la necesidad de trabajar y de cuidar a sus hijos, según expuso la portavoz de la plataforma, Susana Cerezuela, madre de un hijo con un 80% de discapacidad y un grado 3 de dependencia (necesita el apoyo continuo de otra persona), que el próximo mes de junio concluirá su estancia en el Colegio Público de Educación Especial Stmo. Cristo de la Misericordia, sin tener a partir de entonces la certeza de contar con un centro al que asistir.
Cerezuela ha manifestado que el IMAS (Instituto Murciano de Acción Social), perteneciente a la Consejería de Política Social, órgano que se encarga de gestionar los centros de día y residencias para las personas con discapacidad, además del Servicio de Promoción de la Autonomía Personal, SEPAP, cuenta con unas listas de espera para obtener plaza que pueden prolongarse «varios años» y que, además, «no son públicas, porque lo hemos demandado y la respuesta ha sido negativa».
Uno de los objetivos de la plataforma, que se constituyó el pasado mes de enero y de la que forman parte unas 140 familias de toda la Región afectadas por este problema, es acabar con la incertidumbre que existe para este colectivo cuando finaliza la enseñanza obligatoria al cumplir los 21 años. «Se da la situación de que un chaval acaba la escolarización y se va a su casa, con su familia organizándose de la mejor manera posible para poder atenderlo, pero sin tener ni la más mínima información de si tendrá que estar así un mes, un año o más. Estos jóvenes necesitan seguir aprendiendo y las instituciones los dejan abandonados. Y las familias, después de años de terapias, actividades y rutinas marcadas, se ven impotentes ante el deterioro de sus hijos cuando se quedan en casa», ha explicado la portavoz.
Nueva manifestación el día 23
Este movimiento ciudadano, entre otras reivindicaciones, reclama que los jóvenes con discapacidad puedan permanecer en sus colegios una vez cumplidos los 21 años mientras el IMAS no les asigna plaza en un centro de día, para no quedarse en casa «excluidos de la sociedad» y «sin oportunidades», y que «tengan las mismas opciones que los jóvenes de su misma edad». También demanda a la administración una mayor transparencia respecto a las listas de espera y que nadie tenga que esperar tanto tiempo para obtener una plaza.
La plataforma ‘Yo no me quedo en casa’ realizará una segunda concentración el próximo martes, día 23, a las 10.30 horas, en la Consejería de Política Social.
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