Un héroe vestido de paisano

Un héroe vestido de paisano

El agente de la Policía Local Diego Segado circulaba, el pasado jueves por la noche, con su coche particular por la calle Carrera de Irún, después de haber finalizado una sesión de entrenamiento de fútbol. Al pasar por delante del bar Manhattan Blue, este efectivo observó que había gente en el suelo dentro del local. Al percatarse de esta situación, Diego decidió parar su vehículo, pensando que podría tratarse de un altercado. Al llegar al lugar e identificarse, le informaron de que una joven se acababa de desvanecer.

La chica, de 19 años y natural del municipio albaceteño de Almansa, se encontraba tomando un refresco con su novio, vecino de La Unión. Segado comprobó que se encontraba inconsciente, sin respiración y con un pulso inapreciable. Aunque las empleadas del local ya habían avisado al Servicio de Emergencias 112, el agente y el novio de la chica no se lo pensaron dos veces y emprendieron las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Segado explicó que, tras el tercer ciclo, «la chica pareció reanimarse, pero volvió a desvanecerse». Después de dos ciclos adicionales, la joven comenzó de nuevo a respirar y a tener pulso. Estuvieron en esa tarea alrededor de quince minutos. A renglón seguido llegó una patrulla de la Policía Local, dotada con un desfibrilador, que no tuvo que utilizarse porque la chica ya estaba consciente. Hasta la zona se desplazó una ambulancia medicalizada, que llevó a la chica inmediatamente al hospital Santa Lucía.

Aunque desconocen con exactitud el problema de salud que ocasionó el desvanecimiento de la joven, las empleadas del Manhattan Blue afirman que «hubo suerte» de que Diego Segado pasara por allí «porque, con estas cosas, nunca se sabe bien cómo actuar, y él sí lo sabía». La chica, aseguran, se encuentra pendiente de volver en los próximos días a Almansa.

Para Diego Segado, haber practicado con éxito las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) a una persona que «estaba totalmente inconsciente» supone «un doble motivo de alegría. Primero porque contribuyes a evitar un agravamiento de su estado de salud, y después por la satisfacción personal de ver cómo la formación continuada durante años en esta materia da sus frutos», reconoce.

En su caso, es la cuarta vez que interviene para reanimar a pacientes desvanecidos. En las anteriores utilizó el desfibrilador semiautomático (DESA) que portan las patrullas de la Policía Local de La Unión. «No debemos cejar en el empeño de contar con más y más DESA en todos los ámbitos posibles, yo doy fe de que estas herramientas salvan vidas», sostiene con orgullo.

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