Un corredor del triatlones e ingeniero de sistemas especializado en F-18 sostiene con delicadeza un avión de papel y se prepara para lanzarlo en un campo de fútbol americano techado. Da dos pasos y lo arroja como si fuera un balón medicinal, o casi. El endeble artefacto se eleva lo esperado y entonces, como si se encendiera un propulsor, describe una curva muy empinada hacia arriba. A punto de rozar la cúpula, desciende y marca un nuevo récord mundial. El avión de papel surcó, casi en línea recta, 88 metros y 31 centímetros. Unos diez metros más que el Guinness anterior.
El lanzador es Dillon Ruble, un recién graduado como ingeniero aeroespacial en Estados Unidos que ahora trabaja para el gigante aeronáutico Boeing como ingeniero de sistemas. Él y otro compañero del sector de Defensa de la misma compañía, llamado Garrett Jensen, dedicaron 500 de sus horas libres a estudiar la aerodinámica aplicada a una hoja de papel para hacer el avioncito de un folio A4 que llegara más lejos que ningún otro.
Aunque hay grandes diferencias entre un caza F-18 y una réplica infantil, a la hora de alzar el vuelo parten de los mismos principios físicos. En su caso, los dos ingenieros se inspiraron en las naves hipersónicas. Al suyo lo llamaron ‘Match 5’. Es decir, cinco veces la velocidad del sonido. Para la construcción se decidieron por un papel de 100 gramos por m2. «Cuanto más pesado es el papel, mayor es el impulso cuando vas a lanzarlo», dijo Jensen a los responsables de prensa de Boeing, cuando batieron el récord mundial. Plegarlo requiere 20 minutos de dedicación.
Apuntar y lanzar
Después de modelar su aeroplano y practicar los tiros durante cuatro meses, los dos creadores del avión ganador –ambos de Missouri e hijos de empleados de la industria de la aviación–, viajaron en diciembre del año pasado a Indiana (Estados Unidos) con su modelo, para comprobar si el esfuerzo por hallar cómo mantenerlo más tiempo y más alto en el aire valía la pena.
El tercer tiro fue perfecto y el planeador aterrizó cinco metros más lejos de su mejor distancia en las pruebas. «Necesitamos mucha planificación y mucha habilidad para batir el récord anterior», dijo Jensen, sobre una proeza que ha pasado casi desapercibida. Otro truco de los campeones: apuntar muy alto, con una inclinación de 40 grados y lanzar lo más fuerte posible.
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Enlace de origen : Un avión de papel vuela 88 metros y bate un récord mundial