Una murciana se convierte en la primera mujer en ser madre tras un trasplante de útero en España

Una murciana se convierte en la primera mujer en ser madre tras un trasplante de útero en España

Tamara Franco, una joven murciana de 34 años que nació sin útero, acaba de presentar a su hijo Jesús, fruto de una donación de útero de su hermana Bárbara, algo más joven que ella, y que ya es madre. El trasplante se hizo en el Hospital Clinic de Barcelona, que ha dado a conocer este lunes el proceso, en el que han participado un centenar de especialistas, con un final feliz. Tamara se ha convertido en la primera mujer trasplantada de útero en dar a luz a un bebé sano. Hay otra mujer, una canaria de nombre Mayra, que también se sometió en julio del año pasado a un trasplante de útero. El síndrome de Rokitansky, vivir sin útero ni vagina, es una enfermedad rara con la que nace una de cada 5.000 mujeres en el mundo, como Tamara.

Jesús vino al mundo el pasado 10 de marzo, en la Sede Maternidad del hospital Clínic Barcelona, a los siete meses de gestación, cumpliendo el sueño de Tamara, que antes se había sometido a varios procesos de reproducción asistida. «Ha sido un proceso muy duro, pero a la vez muy bonito», ha dicho hoy la emocionada madre ante al presentar a su hijo. El bebé que nació fruto de una cesárea y pesó 1.125g., ha permanecido 74 días ingresado en la sede Maternidad (43 días en la UCI y 31 en la Unidad de cuidados intermedios del Servicio de Neonatología).

Un caso pionero

Tamara Franco se ha convertido en la primera mujer a la que se le practicó un trasplante de útero y la primera mujer en dar luz tras un trasplante de útero en España.

El 5 de octubre de 2020 se realizó en el Clínic el primer trasplante de útero de España. La intervención la lideraron Francisco Carmona, jefe de Servicio de Ginecología y Antonio Alcaraz, jefe de Servicio de Urología y Trasplante renal. Tamara, de 34 años, tiene síndrome de Rokitansky, un trastorno congénito del aparato reproductor femenino que afecta a 1 de cada 5.000 mujeres en el mundo. Estas mujeres ya nacen sin útero y sin trompas de Falopio, (por tanto, no pueden quedarse embarazadas) tienen ovarios y deseo sexual, pero no tienen la regla.

Tamara explica que desde pequeña quería ser madre y era «su gran ilusión». Con 15 años supo que no podía ser madre y ese momento «fue un fuerte golpe». «Supe que el Clínic se estaba preparando para realizar un trasplante de útero e intenté contactar con él». Envió un correo al doctor Carmona y al día siguiente ya tuvo la primera respuesta y empezó todo un periplo de pruebas por ella y su hermana (que le acabó dando su útero). Por último, el 5 de octubre de 2020 se realizó el trasplante. La cirugía duró 20 horas y fue un éxito.

Primera regla con el útero trasplantado

Dos meses después de la cirugía, la paciente tuvo la regla por primera vez y su recuperación fue normal y, como cualquier persona con un órgano trasplantado, con un tratamiento de inmunosupresores. Sin embargo, había que esperar 6 meses, desde la primera regla, para poder realizar la primera transferencia de embriones (que ya se habían recogido previamente). Tamara se quedó embarazada, pero tuvo un aborto en la semana 8 de gestación (una situación que puede ser habitual en pacientes que se realizan un tratamiento de fecundación). Al cabo de unos meses, y después de que la paciente estuviera recuperada, se contagió de covid y hubo que esperar unos meses antes de realizar un nuevo intento con nuevos embriones. Finalmente, se pudo realizar una nueva fecundación y Tamara se quedó embarazada de Jesús.

El embarazo de Tamara se siguió por un equipo multidisciplinar de ginecología y medicina maternofetal. Tamara tuvo como complicación una disfunción del endotelio. «Una de las principales funciones del endotelio es regular el flujo y la perfusión de sangre a través de cambios en el diámetro y en el tono vascular. Esta disfunción durante el embarazo puede dar lugar a un crecimiento fetal por debajo de lo esperado y un incremento de la presión arterial», señalael Dr. Figueras, Jefe de Servicio de Medicina Maternofetal. El equipo médico decidió programar una cesárea convencional en la semana 30 de gestación. La cesárea se realizó sin complicación alguna y Jesús nació con un peso de 1.125 gramos.

Para Josep Maria Campisol, director general del hospital Clínic Barcelona «hoy es un día de celebración que pone en valor nuestra Sanidad y nuestro hospital, que intenta ser pionero e innovador y fomenta la visión y capacidad de los profesionales de lograr nuevos retos. El nacimiento de Jesús ha sido posible gracias a un equipo interdisciplinario formado por más de 100 personas que han intervenido tanto en el trasplante como en el seguimiento del embarazo y el nacimiento. Y también ha sido gracias a la determinación y la confianza de Tamara en nuestro hospital y en nuestro equipo».

Sin permiso de la ONT

El trasplante de útero a Tamara no ha estado exento de cierta polémica. Se hizo sin la autorización final de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Fuentes de la ONT explicaron que existe una comisión consultiva, cuyos acuerdos no son vinculantes, que pidió al Clinic algunas modificaciones en el proceso, que no se llevaron a cabo. Sí se efectuaron en el caso de la mujer canaria, de Mayra, que también se sometió a la intervención en el hospital barcelonés. Esta comisión de la ONT, en la que están representadas todas las comunidades autónomas, también puso reparos en su momento a los trasplantes de manos, pies y cara realizados por el conocido doctor Cavadas.

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