El PP le arrebata la alcaldía de Lorca al PSOE

Entre gritos de ‘¡Alcalde, alcalde!, y arropado por más de un centenar de militantes y simpatizantes, Gil dijo ante las puertas de su sede de campaña en la calle Corredera que «hemos tenido 3.000 votos más que la segunda fuerza política» y «sumado más concejales que toda la izquierda junta», lo que «garantiza que en los próximos cuatro años el municipio va a tener un gobierno sólido, fuerte y de gestión en torno a las siglas del PP».

Agradeció a los 16.500 lorquinos que depositaron su confianza en las urnas en el PP y aseguró que «a partir de este momento se abre una nueva etapa en Lorca» en la que su equipo se volcará en «proyectar» el programa popular sobre la ciudad y las pedanías. Gil reconoció que con la victoria también se ha «sacado una espina que he tenido estos cuatro años» ya que pese a haber ganado las elecciones en 2019 un pacto entre PSOE y Cs le impidió gobernar. También reconoció y agradeció el apoyo de los miembros de su grupo municipal en la oposición «sin los que esta victoria electoral no habría sido posible». Concluyó su primera comparecencia como alcalde electo diciendo que «en Lorca se abre una nueva etapa de ilusión y de esperanza».

Mateos: «Es un fracaso»

El candidato a la reelección por el PSOE, Diego José Mateos, reconoció en la sede del partido en plaza Real que «los resultados suponen un fracaso» que dijo «asumir personalmente». Visiblemente afectado por la derrota, abrió la puerta a hacerse a un lado en la dirección de su partido y anunció que inicia «un proceso de profunda reflexión para tomar decisiones los próximos días». Aclaró que no quiere que sean «decisiones en caliente que puedan perjudicar al PSOE como organización». Añadió Mateos que «ha sido un auténtico orgullo representar a los lorquinos y llevar las riendas del Ayuntamiento. Es una experiencia única que muy pocas personas han podido hacer. Han sido cuatro años intensos, duros, marcados por la pandemia, pero que han merecido la pena».

«Transición ordenada»

Mateos felicitó a Gil cuando el escrutinio ya estaba avanzado y se puso a disposición del nuevo equipo de gobierno que se forme para «hacer una transición ordenada y tranquila» en el Ayuntamiento. Tras su intervención recibió el abrazo de los miembros de su equipo, muy emocionados, y de decenas de militantes y simpatizantes que se dieron cita en sede socialista para seguir los resultados electorales, algunos con lágrimas en los ojos tras la derrota del partido.

Vox obtuvo en los comicios cuatro concejales, el doble que en el anterior mandato y sumó el 17,1% de los sufragios del electorado. La candidata a la alcaldía, Carmen Menduiña, dijo a LA VERDAD sentirse «emocionada» con el ascenso de su partido porque «después de cuatro años de trabajo vemos que en Lorca hacen falta las políticas de Vox, la gente ha entendido que son necesarias y por fin hemos puesto fin al sanchismo. Echar a la izquierda de las instituciones era muy necesario».

Confesó haberse sentido sorprendida con el resultado y anunció que «es el momento de hablar» con el PP. porque «el bloque de la derecha tiene mucho que decir». Espera recibir las directrices a seguir de su partido a nivel nacional pero avanzó que está dispuesta a formar gobierno con el PP «siempre que se igualen un poco a nuestro pensamiento porque hay una línea roja que nosotros nunca vamos a cruzar».

La coalición IU Verdes-Podemos-Alianza Verde fue la otra gran perdedora de la noche, ya que solo estará representada por un concejal, uno menos de los que tuvo Izquierda Unida este mandato. En su estreno, el tripartito solo obtuvo el 5,34% de los votos. El candidato a la alcaldía, Pedro Sosa, aseguró que no esperaban ese resultado y consideró que «ha habido un voto en clave nacional que ha afectado a los municipios de toda España». Añadió que la alta participación ha influido en esta ocasión con un voto de castigo desde la derecha. Quedará fuera de la Corporación la edil Gloria Martín.

El partido Cs desaparece de la Corporación, ya que solo obtuvo el 0,82% de los votos. Tampoco obtuvieron representación Valores, el partido liderado por el ecuatoriano Lenin Valarezo, y la coalición Verdes Equo-Más Lorca.

Un apasionado taurino con bastón de mando

Fulgencio Gil Jódar (Lorca, 1972) ha trabajado cuatro años en la oposición pese a haber ganado las elecciones en 2019, con el «plus de legitimidad» de haber obtenido la mayoría de los sufragios. Tuvo que encajar el golpe de un pacto de última hora entre el PSOE y Cs que le arrebató la alcaldía cuando confiaba en que ostentaría el bastón de mando.

El político del PP es abogado (se licenció en la Universidad San Pablo CEU) y completó sus estudios en Australia. Fue concejal en la oposición entre 1999 y 2003, jefe de gabinete de alcaldía entre 2007 y 2015, cuando pasó a ser concejal de Economía y Hacienda, cargo que compatibilizó con el de senador. Fue designado alcalde en 2017 tras la dimisión de Francisco Jódar, su antecesor en el cargo y tío carnal, que le cedió el bastón de mando.

Su familia está muy vinculada al barrio de San Cristóbal, ya que por parte de padre procede de una larga saga de empresarios del curtido y por la vía materna es descenciente de los fundadores de la legendaria fábrica de embutidos Los Quijales.

Consumado caballista, ha salido en procesión en varios grupos ecuestres con el Paso Blanco y llegó a ser presidente del Club Hípico de la ciudad. Es aficionado al ‘running’, que practica a diario, es frecuente corredor en carreras locales con fines solidarios y su otra gran pasión son los toros. Uno de sus principales objetivos es inaugurar el coso de Sutullena como espacio polivalente cuando culmine su rehabilitación.

Está casado con la abogada leonesa Ana Taboada, con la que tiene tres hijos. En El Bierzo está su retiro estival, donde suele bañarse en el agua helada de las pozas de Fogoso de la Ribera.