Arroyo crece y vence en Cartagena, pero deberá pactar

Arroyo crece y vence en Cartagena, pero deberá pactar

El Partido Popular (PP) se proclamó este domingo vencedor de las elecciones municipales en Cartagena con mejores resultados de los que le daban todas las encuestas: creció casi diez mil votos respecto a las elecciones de 2019 que le permiten pasar de siete a diez concejales, aunque son insuficientes incluso para gobernar en minoría. Noelia Arroyo mantiene intactas sus posibilidades de seguir en la alcaldía si pacta con otro partido. A priori el candidato para ello sería Vox, que sube de dos a cuatro ediles. Pero Arroyo advirtió anoche de que el PP «es un partido de centro y puede pactar por la izquierda y por la derecha» en una clara referencia al PSOE. Los socialistas de Manuel Torres estarán representados en el Ayuntamiento por cuatro miembros, dos menos de los que obtuvo hace cuatro años: se dejan en este tránsito más de 6.700 votos.

Otro gran perjudicado de la noche fue el MC de José López. Aunque repitió el resultado de 2019, cuando fue la lista más votada, los ocho concejales logrados se quedaron lejos de la mayoría absoluta a la que aspiraba durante toda la campaña. Perdió algo más de un centenar de votos. En su sede electoral de Los Dolores hubo caras largas. Los resultados fueron aún más decepcionantes para la coalición Podemos-IU-AV, que se quedó fuera del Ayuntamiento tras haber tenido dos representantes durante la última legislatura. Ciudadanos también perdió los suyos. Apenas tuvo mil votos.

Castejón sigue

Quien finalmente sí logró entrar en la nueva Corporación es la vicealcaldesa en funciones, Ana Belén Castejón, cuyo nuevo partido, Sí Cartagena, logró cinco mil votos, el mínimo necesario para ello. Castejón agradeció anoche el apoyo de los ciudadanos «que han creído en nuestro proyecto y que nos dan más fuerzas para seguir trabajando por y para Cartagena».

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A priori, el resultado de Castejón es intrascendente para las aspiraciones de quien ha sido su socia en los últimos cuatro años. Su voto ya no es indispensable para formar gobierno. Cuando Noelia Arroyo mira a su derecha, donde está Vox, y después a la izquierda, donde se sitúa el PSOE, ve a cada lado cuatro concejales que unidos a los diez populares suman los catorce que marcan la mayoría absoluta de la Corporación cartagenera. «Somos un partido de centro y podemos sumar por la derecha o por la izquierda. Aunque lo importante esta noche es celebrar el triunfo. Hemos crecido y mucho y afrontamos la responsabilidad de formar equipo de gobierno», avisó.

Sus tres promesas


  • Blindar suelo en el Mar Menor

    El nuevo plan general urbano dejará como suelo no edificable varias parcelas para evitar la construcción de 14.000 viviendas.


  • Pleno empleo

    Pretende impulsar la industria de defensa, el comercio internacional, el sector audiovisual y el hidrógeno verde.


  • Vivienda y mayores.

    Quiere dar incentivos al alquiler y fomentar el envejecimiento activo.

Su idea, dijo, es trabajar con cualquier partido que le permita constituir un «gobierno sólido y estable» que ejerza con «responsabilidad» sus funciones. Y advirtió de que su prioridad al frente del Ayuntamiento es darle «estabilidad y seguir el crecimiento» de Cartagena. La candidata más votada tiene tres semanas por delante para dialogar con todos los partidos y tomar decisiones antes de la constitución de la nueva Corporación.

MC se estanca

Al respecto, el candidato de Vox, Diego Salinas, se mostró «muy satisfecho» por el resultado obtenido y dijo que su partido es el único determinante para formar el nuevo equipo de gobierno. «Somos claramente la llave», dijo a LA VERDAD. No ve posibilidades de que el PP pueda gobernar con ayuda puntual del PSOE.

La noche fue amarga en Podemos, Cs y también en MC, cuyo líder, José López, dijo que su primera valoración «no puede ser buena porque no hemos crecido» y esperaban hacerlo. «Entendemos que se ha votado en clave nacional, contra [Pedro] Sánchez y que el electorado o no está maduro o es maduro de más y no sabe diferenciar entre unas [elecciones] nacionales, unas regionales y unas locales. Es un resultado que tenemos que asumir».

La séptima formación más votada fue Más Región-VE, con 1.207 votos, lejos de los necesarios para obtener un concejal. La participación en Cartagena alcanzó el 60,13%, cinco puntos más que en 2019.


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«Es incombustible. Es la primera que se pone por las mañanas bien temprano a trabajar y la última en desconectar», dicen en el entorno de Noelia Arroyo Hernández (Cartagena, 1979). Quienes han compartido con ella los últimos cuatro años en el Ayuntamiento cartagenero, donde ejerció de vicealcaldesa los dos primeros y después de alcaldesa, aseguran que es «incombustible». Y que a veces «se pasa» alargando sus jornadas.

Arroyo ha hecho del trabajo sin tregua su forma de vivir desde que acabó sus estudios universitarios en Comunicación Audiovisual en la UCAM y el máster de radio en RTVE. Llegó a la primera línea política a comienzos de 2015 desde el gabinete de prensa de la Consejería de Economía y Hacienda. El presidente Pedro Antonio Sánchez la nombró sorprendentemente en abril de 2015 consejera de Cultura y portavoz del Gobierno regional. En 2017 repitió como consejera de Transparencia y Portavocía y en 2019 dio el salto a la política local. Pese a ser cartagenera del Icue, fue recibida por sus grandes rivales políticos como enemiga debido a sus años de trabajo y residencia en Murcia.

En sus primeras elecciones como candidata a alcaldesa, en 2019, se quedó un escaño por detrás del MC de José López; y obtuvo tres menos que el PP cuatro años antes. Pero logró trenzar un inesperado acuerdo con la entonces socialista Ana Belén Castejón y Manuel Padín, de Cs, para impedir que gobernara en minoría la lista más votada. Había que lograr, adujeron, que el municipio progresara alejado de las broncas de la anterior legislatura. El lector valorará si lograron el primer objetivo; el segundo está claro que sí.

En estos últimos cuatro años, Arroyo ha sido nombrada secretaria general del PP cartagenera, aunque voces internas aseguran que es poco aficionada a acumular poder orgánico, que lo suyo son las instituciones. Lo que también aseguran es que «gana en las distancias cortas» y que en sus escasos ratos libres no va de alcaldesa. Sus vecinos del polígono residencial Santa Ana la ven poco por la urbanización: algún día paseando con su familia, en el súper o en la gasolinera. Quizás porque sus ratos libres los dedica a hacer algo de deporte o al baile tradicional con el grupo folclórico de La Palma. Ahora tiene de nuevo el reto de formar gobierno. Sueña con hacer de Cartagena «una gran capital turística en el Mediterráneo».

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