Ballesta logra su primera mayoría absoluta en Murcia

Este le asegura recuperar el bastón de mando al exrector y exconsejero autonómico, que volverá a gozar, además, de un gobierno en solitario, aunque esta vez con las manos totalmente libres, tras su traumática experiencia con los ejecutivos de coalición. «Gobernaremos para todos los murcianos, sin sectarismos, buscando el bien común y dando estabilidad, moderación y eficacia», señalaba el nuevo alcalde electo tras su victoria.

Este importante crecimiento se produce a costa de dos debacles. La primera, y la más obvia, es la protagonizada por los que fueran sus socios en La Glorieta, Ciudadanos, que desaparecen de la Corporación, perdiendo sus cuatro ediles, arrastrados, en parte, por la inercia nacional y, en parte, por promover una moción de censura que les ha acabado pasando factura. Es el segundo batacazo, de hecho, el que acaba de corroborar que la mayoría del electorado no terminó de entender la salida de Ballesta de la alcaldía. Y es que su sucesor, el ya regidor en funciones José Antonio Serrano, no solo no mejora los números de 2019 tras su paso por La Glorieta, sino que ve, además, bajar su número de concejales al perder un asiento en el Pleno municipal.

Serrano, que había mantenido en su lista al grueso de su equipo de gobierno, y que la reforzó con el fichaje del exportavoz municipal de Podemos,Ginés Ruiz, contempla así como su gestión, con su plan de movilidad como principal exponente, recibe un varapalo por parte de los electores. Es cierto que el PSOE sigue siendo la segunda fuerza más votada en Murcia, pero apenas obtiene el 25% de los sufragios, tras dejarse más de 7.000 votos. «Estas elecciones deben servirnos para hacer autocrítica, pero no permitiremos que echen por tierra lo conseguido en estos dos años», defendía ayer Serrano, tras confirmarse el desastre electoral.

Si el PP aparece como el gran triunfador de la jornada, el otro gran beneficiado de lo recogido por las urnas es Vox. La formación de Abascal es el partido que más crece en votos en términos relativos, doblando el número de representantes que obtuvo en los anteriores comicios hasta los seis. La candidatura encabezada por el exdirector general de Emergencias Luis Gestoso, y en la que no repite ninguno de los ediles presentes en la Corporación durante los últimos cuatro años, gana casi 20.000 votos.Pero esta subida, casi exponencial, no se traducirá en una mayor influencia política real.

El crecimiento en el reparto de ediles tanto de PP como de Vox no solo se produce a costa de la salida de Cs y de la caída del PSOE, sino también de la desaparición del Ayuntamiento de Murcia de las fuerzas a la izquierda del PSOE. Y es que Podemos, el tercer elemento en la foto de la moción de censura, pierde sus dos representantes tras no alcanzar el umbral mínimo del 5% de los sufragios. La formación morada acusa así las turbulencias internas que ha vivido durante toda la legislatura y que supusieron la salida de su portavoz municipal, Ginés Ruiz. Paga también la división del voto dentro de su espectro político, al no poder sumar los casi 4.000 apoyos que cosecha MásRegión.

Acompañará a Ballesta en esta nueva etapa el grueso del equipo que ha estado con él los últimos cuatro años. Reforzarán este ejecutivo el hasta ahora director general de Emergencias de la Comunidad, Fulgencio Perona; la exdiputada regional Ascensión Carreño; y José Francisco Muñoz, coordinador del grupo municipal hasta la moción.

Se suman, además, el presidente de la junta del distrito Centro-Oeste,Diego Avilés; la expresidenta de la del Carmen, Sofía López-Briones; y el pedáneo de Corvera, Miguel Ángel Noguera.

El retorno a La Glorieta del ‘conde de Monteagudo’

‘El conde de Monteagudo’. Con ese título, y tirando de una cierta inspiración en la obra cumbre de Alejandro Dumas, podría novelarse la historia de la vuelta de José Ballesta Germán (Murcia, 1958) a La Glorieta. Si el literario señor de la isla de Montecristo fue capaz de retornar y cobrarse venganza tras verse traicionado por alguien que no esperaba, el exrector de la Universidad de Murcia -cargo que desempeñó entre 1998 y 2006-se ha sobrepuesto a las acusaciones de corrupción que le lanzó su anterior socio de gobierno en el Ayuntamiento, el partido Cs y, en particular, su portavoz Mario Gómez. Fue, de hecho, este uno de los principales argumentos que esgrimió la formación naranja para justificar la ruptura del pacto de gobierno y la moción de censura que le llevó a perder el bastón de mando en el ecuador de la legislatura a manos del socialista José Antonio Serrano.

Como al protagonista de esta epopeya decimonónica, las dudas también asaltaron a Ballesta tras su caída en desgracia política. Llegó a plantearse el catedrático de Medicina su salida del Consistorio, dejando paso a un nuevo candidato popular. Sin embargo, la vuelta a sus clases en la facultad le devolvieron, de la mano de sus alumnos, «el coraje y la determinación necesarios» para optar a un nuevo mandato, según declaraba recientemente en una entrevista. También le ha ayudado, defiende, «el cariño que me ha mostrado la gente allá donde he ido», plasmado en unos aplausos espontáneos que hay quien ha tachado de impostados.

El exconsejero del Gobierno regional, donde gestionó las competencias de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, Universidades, Empresa e Investigación e, incluso, las de Portavocía, siempre ha defendido que «lo más bonito que hay en la actividad política es ser alcalde de tu pueblo», un sueño que estaba cumpliendo y del que tuvo que despertar. Con una imagen de académico y humanista, pero también de un hombre que lanza su mirada desde las alturas, ha sido percibido durante su etapa al frente del Ayuntamiento como un verso suelto dentro del PP regional.

El exconsejero del Gobierno regional, donde gestionó las competencias de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, Universidades, Empresa e Investigación e, incluso, las de Portavocía, siempre ha defendido que «lo más bonito que hay en la actividad política es ser alcalde de tu pueblo», un sueño que estaba cumpliendo y del que tuvo que despertar. Con una imagen de académico y humanista, pero también de un hombre que lanza su mirada desde las alturas, ha sido percibido durante su etapa al frente del Ayuntamiento como un verso suelto dentro del PP regional.