Ballesta: «Soy consciente de todas las promesas que hemos hecho y de la responsabilidad que recibo»

«Durante estos días empezaremos a pensar en la distribución de competencias y en la reorganización administrativa, aunque es cierto que hay trabajo hecho porque no he remodelado mucho mi equipo», comentaba el catedrático, que deberá comenzar, entre otras cuestiones, por designar un responsable económico del Consistorio tras la salida de Eduardo Martínez-Oliva, y que mete de lleno en las quinielas a la profesora de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad de Murcia, Mercedes Bernabé. Aquello de ‘a la política se viene aprendido y llorado’ parecía intuirse tras sus palabras.

Si la noche acabó tarde, los exámenes de las materias que imparte Ballesta en la Facultad de Medicina no esperan a nadie. «Algún alumno me ha comentado algo de las elecciones; a otros me los encontré ayer votando, en vez de con los libros», comentaba mientras dejaba el aula donde se celebraban estas pruebas en el Campus de la Salud, en El Palmar, al cuidado de otro profesor. Entraba en ese momento otro mensaje de felicitación a su móvil, aunque no uno cualquiera. «Me dice José María Aznar que no consigue que le coja el teléfono», confesaba justo antes de devolver la llamada al expresidente del Gobierno y compañero de partido. Los resultados de ayer, no sólo dan un espaldarazo al proyecto de los populares, sino a la llamada ‘marca Ballesta’. No en vano, este ha sacado 5.000 votos más en el municipio de Murcia que el ganador de las elecciones a nivel autonómico, Fernando López Miras.

«Me siento muy responsabilizado de este apoyo», confesaba el futuro regidor, destacando que lo que no puede esperar de ninguna manera son los servicios y problemas cotidianos de la gente: los que atañen al «alumbrado, al servicio de agua o saneamiento, a la limpieza de la ciudad, el cuidado de los parques y jardines o al estado del tráfico». Estas urgencias no cierran la puerta a los grandes proyectos con los que se viene a «transformar el municipio, porque, si no, eres un mero gestor», defendía.

Y dentro de estos, Ballesta es «consciente» de que ha dejado muchas promesas sobre la mesa que deberá cumplir durante estos cuatro años o, al menos, «dejar encarriladas». «Ya lo hicimos con San Esteban; estaba para licitar y ahí sigue», exponía, metiendo el dedo en la gestión de su antecesor. Contará para esta tarea con las manos libres, al no depender de ningún pacto con terceros para su ejecución, todo un alivio para su formación. «Ya gobernamos en solitario en la primera legislatura, con entendimientos a un lado y a otro. En la segunda la fórmula no fue bien, pero que nadie piense que esto va a suponer un ejercicio de soberbia y o arrogancia; seguiremos buscando acuerdos políticos y la sociedad civil para que expresen su opinión respecto a aquellas decisiones que alteren la vida cotidiana y, más aún, si son irreversibles.

No será finalmente ese tercer grupo en el que apoyarse, tras la consecución de la mayoría absoluta, Vox, partido que intentó y vendió un asalto a cuadros y militantes populares en pedanías. Sin embargo, los resultados electorales dicen que el Partido Popular ganó los comicios en el territorio de 61 de las 67 juntas municipales, y en dos tercios de ellos con mayoría absoluta. «A lo mejor la gente de pedanías tenía un criterio distinto sobre cómo actuábamos en ellas, en contra de eso que decían algunos de que las maltratábamos«.

Justificó Serrano en una entrevista reciente con LA VERDAD la gestión de su gobierno de estos núcleos periféricos, que no ha sido percibida como especialmente notable, por las ataduras del pacto que mantenía con su socio, Cs. «Nosotros no cedimos nunca ante nadie en determinadas posiciones», defendía Ballesta. Puede que eso le costara el gobierno en 2021, o no… «Los principales sorprendidos fueron la gente de Cs, que se enteraron el día antes de una operación que venía de Madrid y que no atendía a la realidad», asevera.

Lo cierto es que no se ha constituido aún el nuevo Ayuntamiento y el PP municipal se ve forzado a volver a arrancar, si alguna vez la paró, la maquinaria electoral con la convocatoria de elecciones generales para julio. «Así no vamos a poder empezar a trabajar de verdad hasta septiembre, aunque haremos todos los esfuerzos para ponernos a ello», concluía. A ello hay que sumar que no podrá librarse de los exámenes extraordinarios de julio ni de septiembre. «Si comienzas con la materia tienes que concluirla», comentaba poco antes de recibir una nueva felicitación de parte de un compañero, docente de Anatomía. La pregunta es si también dará por concluido su proyecto dentro de cuatro años.