Se triplican los atropellos de fauna en el espacio natural protegido de Calblanque

Se triplican los atropellos de fauna en el espacio natural protegido de Calblanque

La Asociación de Vecinos Cobaticas-La Jordana, los núcleos de población enclavados en el Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, acaban de terminar el informe de los atropellos de fauna en el sector este del espacio protegido en 2022. Y las conclusiones resultan desalentadoras. Con respecto a 2021, ejercicio en el que los datos se recabaron con la misma metodología e itinerarios, el número de animales arrollados por el tráfico rodado se ha incrementado un 280%, casi el triple, pasando de 20 animales a 56.

Los datos, puestos en común en una reunión conjunta con los gestores del Parque Regional, Andrés Muñoz y Rocío Huertas, y con Miguel Ángel Esteve, del departamento de Hidrología y Ecología de la UMU, suscitaron en todos «preocupación» por su tendencia ascendente, pese a las medidas establecidas para tratar de reducirlos, como los reductores de velocidad y la limitación de la circulación de vehículos privados en determinadas épocas.

Los informes serán analizados ahora con criterios científicos por la UMU con el fin de poder «sacar conclusiones y propuestas de actuación para tratar de resolver esta problemática», apunta José Benedicto, vecino y encargado de recopilar los datos, así como para implementar cambios eficaces en la gestión del parque, «para lo que contamos con el apoyo y la colaboración» de sus gestores.

Las seis especies de culebra

Entre los 56 atropellos registrados en 2022 por los vecinos voluntarios –comenzaron con los seguimientos en 2016–, la mayoría (37,5%) son camaleones (21 frente a los 7 de 2021), seguidos de culebras lisas meridionales (7 frente a 1), culebras bastardas (5 frente a 3), sapos corredores (5 frente a 0), lagartijas colilargas (4 y 0 en 2021) y lagartos béticos (3 y ninguno en 2021). Así, 46 de los animales víctimas de la circulación de vehículos a motor fueron reptiles (más del 82%), entre los que también citan la culebra de cogulla (1), la culebra viperina (1), la culebra de escalera (2) y la culebra de herradura (2). A ellas se suman, tres mamíferos –erizo común (1), ratón de campo (1) y conejo común (1)– y dos aves –mirlo y curruca cabecinegra–.

«Lo más preocupante es la desidia de los visitantes, que no respetan las normas de velocidad», dicen los autores del informe

Los datos han sido recabados por vecinos voluntarios en el vial que une Los Belones con La Jordana y Cobaticas y con el estacionamiento de El Atochar (próximo a las playas Larga y Negrete) y el vial que, desde la autovía, conduce al Centro de Visitantes de Cobaticas y a las playas de Calblanque, Arturo y Magre.

Propuestas para mejorar

Explican que «el camaleón es la especie más vulnerable al tráfico rodado y a los excesos de velocidad, por su lenta movilidad y su capacidad para camuflarse en el terreno». Y apuntan que todas las especies de culebras presentes en el espacio natural protegido han sufrido atropellos, entre los que destaca el incremento de la lisa meridional (de 1 a 7), incluida en la lista de especies protegidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y la disminución de los de cogulla (de 5 a 1), amenazada por la fragmentación de su hábitat y por estar aquí en el límite de su distribución.

No obstante, para que los datos sean de verdadera utilidad y aporten soluciones, los vecinos del parque piden que se instalen medidores de tráfico y velocidad para conocer la intensidad del tráfico y la velocidad con el fin de determinar la tasa de atropellos por km y dilucidar si su estacionalidad se debe a la variación del volumen del tráfico o a la biología y etología de las diversas especies. Igualmente, solicitan que se caractericen los hábitats alrededor de los puntos de atropello de las especies con mayor número de registros y que se encargue desde la administración al departamento de Ecología de la UMU, bajo la dirección del profesor Esteve, un estudio más riguroso que incluya la influencia de la estacionalidad, el tipo de firme, los hábitats y la distancia entre reductores de velocidad, «como ya hizo con los datos de la AA VV del periodo 2018-2021», apunta Benedicto.

También proponen involucrar a los conductores para que circulen despacio, desarrollar programas de sensibilización, aplicar sanciones, incentivar el acceso a pie, replantear la ordenación de accesos y la ubicación de los estacionamientos y, sobre todo, impulsar métodos de acceso al parque que sean más blandos, con menos huella de carbono. «De nuevo, proponemos el uso de trenes turísticos con neumáticos, que cuentan con acceso para minusválidos y sistema de megafonía para que el guía informe a los visitantes sobre los valores naturales durante el trayecto». Ya que, según apuntan y como en años anteriores, «lo más preocupante es la desidia de los visitantes, que no respetan las normas de velocidad, lo cual hace ineficaces los reductores y las señales de tráfico. Está siendo muy dañino que los visitantes consideren el uso de las playas como prioritario, sin importarles la biodiversidad y los valores naturales. Creo que el uso de autobuses de gran tamaño favorece esta moda de ir a las playas de Calblanque».

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