La Policía alerta del repunte de los hurtos y estafas contra los mayores

La Policía alerta del repunte de los hurtos y estafas contra los mayores

Suena el teléfono. Al otro lado de la línea una voz se identifica como responsable de una de las comisarías de la Policía Nacional en Murcia –la de El Carmen o la de San Andrés–. No escatima en detalles. El supuesto comisario se adueña de un apellido capaz de convencer y rápidamente nos alerta de que tienen a nuestro hijo en dependencias policiales. La noche se ha torcido y el chaval se ha complicado la vida con un aparatoso accidente o un atropello. Con buenas palabras y mucha labia, el supuesto comisario nos convence de que quiere echarnos una mano porque sabe que nuestro hijo no tiene la culpa pero, claro, necesita también que pongamos de nuestra parte. El pago urgente de una fianza, explica, nos permitirá salir del atolladero. La red ya está echada.

Esta estafa parece de película, pero en los últimos meses, según explica el subinspector Diego Seral, portavoz del Cuerpo Nacional, ya se han registrado ocho casos similares en la ciudad de Murcia. Sus víctimas llegaron a entregar entre 3.000 y 5.000 euros, bien en un encuentro con un supuesto policía, bien a través de ‘bizums’ o transferencia bancaria –a cuentas abiertas con documentación falsa y, por tanto, muy difíciles de rastrear–.

ALGUNOS CONSEJOS

  • En el banco: Procure ir acompañado de alguien de confianza:
    Pregunte a los empleados y no acepte ayuda de desconocidos.

  • Utilice cajeros interiores:
    Oculte su clave secreta.

  • Domicilie sus pagos:
    Evite sacar grandes cantidades de dinero.

  • Si le roban sus tarjetas:
    Anúlelas y denuncie los hechos.

  • En su domicilio: Si pierde las llaves de su vivienda:
    Cambie la cerradura.

  • Infórmese sobre las revisiones técnicas en su hogar
    para evitar la entrada de un falso técnico.

  • No facilite datos personales,
    ni bancarios a desconocidos.

  • No hable con extraños sobre sus planes de viaje,
    ni lo publique en redes sociales.

  • En la calle: Cuando vaya caminando,
    trate de hacerlo por la parte interior de la acera.

  • Lleve el bolso a modo de bandolera
    y no guarde sus objetos en los bolsillos traseros.

  • No acepte propuestas que le hagan por la calle,
    puede ser una estafa.

Son solo un ejemplo de las muchas y variadas estafas que atenazan a los mayores y que han llevado a este cuerpo a desplegar una campaña de concienciación. «Estamos percibiendo un importante incremento de las denuncias de personas mayores», recalca Seral. «Queremos trasladar a los mayores o a quienes tienen un mayor a su cargo la importancia de explicarles que estamos viviendo en una época diferente».

Algunos de los delitos que tienen a los más mayores como principal objetivo son ya viejos conocidos, aunque aún son muchos los que caen y las denuncias se siguen agolpando. Es el caso de los hurtos a través de un falso revisor de gas, una especialidad que tiene especial incidencia en las pedanías de Murcia y en zonas rurales, por ejemplo, de Yecla. Los ladrones eligen habitualmente a personas mayores o matrimonios que viven solos y llegan pertrechados con un uniforme o chaleco de la supuesta empresa suministradora del servicio o mostrando una falsa identificación. En algunos casos, simulan una revisión y cobran por ello y, en otros, aprovechan el descuido para saquear el domicilio. El subinspector Seral hace hincapié en que las empresas de servicios siempre avisan telefónicamente de sus revisiones y, cada vez con mayor frecuencia, cobran el trabajo a través de la factura para evitar este tipo de casos.

Los agentes detectan que algunos ‘hurtos amorosos’ se vuelven más violentos con la intervención de un segundo asaltante

Los ‘hurtos amorosos’ son otro tipo de ataque a los mayores que lleva años produciéndose pero que, alerta la Policía, en algunos casos se están volviendo más violentos. El modo de operar se repite: una mujer de mediana edad que se acerca a una persona mayor y entabla conversación con ella por cualquier motivo. En un momento determinado, la abraza y aprovecha la situación para, con mucha habilidad, hacerse con su cartera, su reloj o su cadena. Últimamente, la Policía ha detectado la presencia de un segundo asaltante, normalmente un hombre, que aguarda cerca y que interviene, con violencia, si la persona mayor se resiste. «Se trata de organizaciones itinerantes, lo que dificulta mucho el trabajo», explica el portavoz del cuerpo. «Cuando se les detiene, se comprueba que tienen una amplísima cartera de antecedentes».

Del 25 al 30 de cada mes

A los amigos de lo ajeno no se les escapa detalle y saben también planear sus golpes en base al calendario. La Policía Nacional remarca que del día 25 a 30 de cada mes son frecuentes los hurtos a ancianos a la salida del banco. Muchas personas mayores conservan aún la costumbre de acudir a sus oficinas en esas fechas –cuando cobran la pensión– para sacar una cantidad de efectivo que les permita cubrir gastos. Una circunstancia de la que se aprovechan algunos grupos que realizan «esperas» a las puertas de las sucursales. «Lo mejor es que, si tenemos que sacar una importante cantidad de dinero –remarca el subinspector Seral– acudamos al banco acompañados de un familiar».

Y no solo en la calle acecha el riesgo. El cerco que los delincuentes tienden a los más mayores también aprovecha las nuevas tecnologías. Las personas de edad avanzada son más proclives a caer en alguno de los intentos de estafa masiva que llegan a través del teléfono móvil. Uno de ellos, consiste, por ejemplo, en un mensaje en el que una supuesta empresa de mensajería o Correos avisa de que el receptor tiene que recoger un paquete o una carta certificada. Para hacerlo, tiene que abonar una pequeña tasa de forma anticipada. Cuando llega a la oficina, la víctima constata que ha sido objeto de una estafa. «Son importes muy pequeños que la gente está dispuesta a pagar», relata el portavoz del cuerpo. «Hay grupos que en un día se han sacado 30.000 euros sin hacer absolutamente nada».

Por Whatsapp llega uno de los últimos ataques de los estafadores a través de un simple pero efectivo mensaje: «Mamá, he perdido el móvil». Se hacen pasar por sus hijos asegurando que se ha bloqueado su móvil y tienen otro número para después pedir dinero urgente para solucionar un problema.

Enlace de origen : La Policía alerta del repunte de los hurtos y estafas contra los mayores