Vandalismo, suciedad y peleas es la estampa que dejan últimamente tras de sí las noches de desenfreno que vive un grupo de jóvenes en las inmediaciones del parque arqueológico del Molinete, afectando al área comercial de San Fernando y al descanso de sus vecinos.
Los jóvenes acceden al Molinete y a la explanada de la calle San Esteban por el callejón del mismo nombre desde la calle San Fernando para no tener que subir por las escaleras que hay en el siguiente callejón, junto a las mecánicas que no están en uso por el vandalismo.
La juerga comienza a mediados de semana, entre miércoles y jueves, y alcanza su máximo apogeo los viernes y sábados. Es frecuente ver pasar con bolsas de alcohol a menores de edad en dirección a este nuevo punto de encuentro, donde pasan las noches, e incluso se concentran desde bien temprano aquellos días que deciden saltarse las clases.
Pedirán al Ayuntamiento que instale cámaras en la zona; temen que esos excesos afecten a la recuperación de la calle
El alto consumo de alcohol se traduce en pintadas en edificios, gritos a altas horas de la madrugada e incluso actos vandálicos en los comercios de esta calle. «Me han robado una letra del nombre de mi negocio y lo han intentado con otra. Lo han hecho trepando por la persiana del establecimiento. Van desenfrenados y arrasan con todo a su paso, al igual que sucede en el parque arqueológico del Molinete que lo tienen hecho un desastre por la falta de control», dijo el presidente de la Asociación del Área Comercial de San Fernando, José Antonio Meroño.
Tanto es así, que los comerciantes y vecinos de la recién remodelada calle solicitan la instalación de cámaras de seguridad para atajar el vandalismo y evitar que la situación pase a mayores. Esta petición la trasladarán al nuevo equipo de gobierno municipal tras el día 17.
«Dejan todo lleno de latas de cerveza y suciedad y el Molinete se ha convertido en un estercolero. Allí se sienten libres porque no hay control policial suficiente y pueden campar a sus anchas. Fíjate cómo irán que prefieren saltar el muro del callejón de San Esteban para llegar a la explanada del mismo nombre que subir por las escaleras», advirtió Vicente Contreras, vecino de la zona.
Los jóvenes eligen las inmediaciones del parque arqueológico por su proximidad con el centro de la ciudad, en donde proliferan los locales de ocio nocturno. En el parque y sus accesos hay cámaras de videovigilancia. Pero los vecinos sospechan que no funcionan, a tenor de lo que ocurre. Los botellones suelen acabar muchas noches con trifulcas y peleas entre los chavales.
Para algunos vecinos, el problema real está en las concentraciones nocturnas en el Molinete y piden a las autoridades que actúen en origen. «La calle de San Esteban, con esos matorrales y la suciedad que aglutina, se ha convertido en un foco de marginación para que los chavales pierdan ahí el tiempo», según María del Mar López. A juicio de esta vecina, habría que limpiar la zona y dotarla de la vigilancia necesaria para erradicar los botellones y las concentraciones.
Los comerciantes de la calle San Fernando temen que la moda de juntarse a beber en el Molinete pase factura a sus negocios, ahora que intentan recuperar el pulso aprovechando la remodelación y la apertura de nuevos establecimientos, entre ellos dos bares.
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Enlace de origen : Comerciantes de barrio de San Fernando de Cartagena denuncian inseguridad nocturna
