‘Doctor Guau’ vuelve a la consulta

‘Doctor Guau’ vuelve a la consulta

Cuando se abre el ascensor y Garra reconoce el pasillo de la cuarta planta del Infantil de La Arrixaca, su actitud cambia de repente. Si antes husmeaba curiosa y despreocupada, ahora avanza a paso decidido y su lenguaje corporal transmite algo que en términos humanos podría definirse como alegría o incluso entusiasmo. Al fondo se escuchan las voces de Paula, José Luis y Manuel, los tres pacientes con los que cada jueves se reencuentra en el Aula Hospitalaria. «Es que a Garra le gusta mucho trabajar aquí, le encantan los niños. La rescatamos llena de garrapatas cuando tenía unos dos años, y desde entonces la hemos cuidado y entrenado para esto. Tiene mucha energía, pero la sabe controlar», explican Marisa Abril y Gabriel Almenija. Ellos no solo son sus dueños o, más bien, su familia. Marisa es psicóloga y Gabriel, el guía canino o cuidador de Garra. Los tres forman parte del proyecto ‘Doctor Guau’, un programa de acompañamiento que se puso en marcha en 2018 en La Arrixaca pero que tuvo que interrumpirse durante la pandemia. Ahora se acaba de retomar para alegría de pacientes, familiares y profesionales.

La iniciativa debe su nombre a Guau, el primero de los perros con que se inició el programa. Guau y Garra se llevan regular -a la entrada del Infantil se han gruñido un poco- pero son, por encima de todo, muy profesionales. Así que dentro del hospital no se permiten ni un ladrido. Tienen una responsabilidad importante: acompañar cada jueves a Paula, José Luis y Manuel. Los tres padecen diferentes síndromes del grupo de las mucopolisacaridosis. Estas enfermedades raras tienen en común la incapacidad del organismo para producir en cantidad suficiente enzimas fundamentales para el procesamiento de glicosoaminoglicanos, unas moléculas que se van acumulando fruto de este déficit hasta producir daños permanentes y progresivos.

Para frenar el proceso degenerativo, Paula, José Luis y Manuel necesitan someterse semanalmente a un tratamiento enzimático ambulatorio de varias horas. Lo reciben en el Aula Hospitalaria acompañados por Guau y Garra, y mientas por el gotero va cayendo el fármaco que tanto necesitan, realizan actividades con los animales que les ayudan a mejorar su psicomotricidad y su autoestima. «Ven que son capaces de enseñar cosas al perro. Y aprenden hábitos, como la importancia de la higiene», explica Marisa Abril. Gracias a la colaboración entre La Arrixaca y la Fundación Centauro Quirón, que actualmente da soporte a este programa, Guau y Garra acuden al hospital junto a un completo equipo de profesionales: psicólogo, logopeda, fisioterapeuta y pedagogo. Garra recibe con alegría los mimos de Paula, este jueves en La Arrixaca.Martínez Bueso

«Aportan muchísima alegría»

Manuel tiene 24 años. Desde los 8, está en tratamiento; es toda una vida en La Arrixaca. El proceso degenerativo le afecta a nivel físico y neurológico. «Él es como un niño. Le encanta la visita de los perros, le aporta muchísima alegría», cuenta emocionada su madre, Mari Carmen González, mientras Manuel se ejercita colocándole una camiseta del Real Madrid a Guau. Un regalo que este perro de aguas recibe entusiasmado. La alegría la comparten José Luis, de 19 años, y Paula, de 12. «A mi hija le encantan los animales. En casa tenemos dos perritas, y eso es lo que la salvó durante el confinamiento. De hecho, quiere ser veterinaria, y espero que lo sea», confiesa su madre, Mari Carmen Rodríguez.

Fue la insistencia de las familias de estos tres pacientes lo que permitió la puesta en marcha de ‘Doctor Guau’. También fue clave el impulso e iniciativa de Clara Navas, profesora de las Aulas Hospitalarias. «Conocimos el proyecto en el Sant Joan de Déu de Barcelona, y nos fascinó. Así que adopté a Guau ya con la idea de que fuese educado para esto. Desde que tenía seis meses se ha ido preparando», explica. Ahora, es ya todo un experto.

Un apoyo para adolescentes con problemas de salud mental

Guau y Garra pasan también habitualmente por la Unidad de Psiquiatría Infanto Juvenil. Allí son un apoyo para adolescentes con problemas de salud mental. «La presencia de un perro ya es terapéutico por sí mismo, pero no se trata de que estén ahí y ya está; trabajamos con objetivos», subraya Marisa Abril. A los adolescentes, interactuar con perros les ayuda a «trabajar la tolerancia a la frustración» y a mejorar la autoestima, entre otros aspectos. Pero ‘Doctor Guau’ va a ir más allá. Sus promotores pretenden que cualquier médico del hospital pueda reclamar la presencia de los canes en su consulta, para una terapia individualizada con un paciente si así lo requiere.

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