Cada mañana de lunes a viernes, millones de niños y niñas en todo el mundo se visten, cogen su mochila y salen de casa en dirección al colegio a aprender matemáticas, música o a hacer educación física. Una acción cotidiana que en muchas zonas del planeta es una utopía y que para 160 millones de infantes es una auténtica quimera. Su rutina matutina no es ir a clase, su hábito es ir al ‘curro’. «Es un problema global», asegura Unicef en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
El aula para ellos es la fábrica, el campo, talleres textiles, la mina y, en algunos casos, los prostíbulos. Las lecciones no son los ríos de su país, ni cuál es el resultado de una suma, las suyas son picar cobalto o coser balones. «Llegan a trabajar hasta 24 horas en la mina y su salario no supera los 2 dólares al día», denuncia Unicef.
Así 365 días al año en pleno siglo XXI donde 1 de cada 10 niños de todo el mundo entre 5 y 17 años trabaja, según datos de la organización dependiente de Naciones Unidas. «Es muy importante que haya una acción conjunta de los gobiernos, de los organismos internacionales, de la sociedad civil, de tomar conciencia, de las empresas y que, entre todos, abordemos efectivamente el trabajo infantil y protejamos los derechos de las niñas y los niños», advierte Rocío Vicente, especialista en programas de cooperación, acción humanitaria y alianzas de Unicef España.
«No todo es trabajo infantil», asegura la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que deja bien clara la definición: «se refiere a cualquier trabajo que es físico, mental, social o moralmente perjudicial o dañino para el niño o la niña; e interfiere en su escolarización, privándole de la oportunidad de ir a la escuela, obligándole a abandonar prematuramente las aulas o exigiendo que intente combinar la asistencia a la escuela con largas jornadas de trabajo pesado».
La edad a partir de la cual niños y niñas deberían empezar a trabajar «es variable», apunta la OIT. Sin embargo, «no deben hacerlo menores de 12 años», especifica. Los datos revelan que los niños entre 15 y 17 años son los más empleados en estas tareas ilegales.
Existe en casi todos los sectores. Sin embargo, 7 de cada 10 niños y niñas trabajan en la agricultura, ganadería y pesca, según la OIT. Le siguen el sector servicios (31,4 millones) y el sector industrial (16,5 millones).
No obstante, hay un número desconocido de menores que sufren las peores formas de trabajo infantil, definidas en el Convenio número 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como la trata, la esclavitud o los niños y niñas en conflictos armados. «Se estima que aproximadamente 79 millones de niñas y niños sufren este tipo de explotación que pone en riesgo sus vidas, su salud y su dignidad», detalla la portavoz de Unicef España en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
Los datos en posesión de Unicef apuntan a cuatro regiones donde estos casos son abundantes. «Hablamos de Asia Pacífico, América Latina y Caribe y África», explica. Además, la propia organización de Naciones Unidas alerta de un crecimiento, «que no habíamos visto desde hace años y que ha tenido lugar exponencialmente en los países del África Subsahariana y sobre todo que cada vez ocurre más temprano en la franja de 5 a 11 años».
Más niños que niñas
A pesar de que es un problema global, «ay más niños que niñas en situación de trabajo infantil», señalan los datos de Unicef con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Aunque «incorporando una perspectiva de género, hay que destacar una mayor vulnerabilidad de las niñas y adolescentes y el tipo de roles asignados; por ejemplo, se las obliga a ser cuidadoras o a quedar relegadas al trabajo doméstico, totalmente invisibilizadas», destaca Rocío Vicente. «Son además las que más están expuestas a ser víctimas de trata o explotación sexual y, como os decía, por la naturaleza opaca de este tipo de explotación es difícil tener cifras exactas», añade.
Por sectores, es la agricultura donde se concentran las mayores cifras de trabajo infantil, y como os decía, principalmente en África Subsahariana y mayoritariamente en las zonas rurales.
Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Trabajo infantil: Un problema que afecta a 160 millones de niños en 2023
