Empiezan a desmontar el órgano de la Catedral de Orihuela

La restauración del órgano de la Catedral de Orihuela empieza a tomar forma. Este miércoles técnicos empezaban a desmontar los tubos de este majestuoso instrumento del siglo XVIII. Sin embargo, lo hacen con el proyecto todavía algo falto de fondos. La Generalitat, tras una visita del president Ximo Puig, anunció la concesión de una subvención de 90.000 euros para acometer estos trabajos, pero todavía quedaría sumarles otros 300.192 euros. Para conseguirlos, la Diócesis, de la mano del Cabildo catedralicio, ha convocado la campaña ‘Apadrina un tubo’.

Con esta recaudación, el Cabildo promete reconocer y difundir públicamente a las entidades, instituciones y empresas que generosamente contribuyan a este fin, lo que, dicen, posibilitará la utilización asidua de este instrumento, no solo para la liturgia, sino también para conciertos y actividades culturales. Por el momento, el deán de la Catedral, José Antonio Gea, asegura que, aparte de la Generalitat, ya cuenta con el respaldo de Caja Rural Central y de alguna empresa local.

El órgano barroco de la Catedral de Orihuela fue realizado por Nicolás Salanova y Martín Userralde en Valencia en 1733. Tiene más de 72 registros, cadereta y gran trompetería de batalla. Con el proyecto restauración, el Cabildo, «en vista de la gran maestría y calidad excepcional de este instrumento», pretende, mediante una restauración histórica, «recuperar la estructura con la finalidad de conservar y transmitir el patrimonio para las generaciones futuras del mejor instrumento musical histórico de la provincia de Alicante», según publicó el pasado mayo el Diari Oficial de la Generalitat.

Hasta ahora el órgano era tocado por el organista oriolano Santiago Casanova de forma periódica para evitar en él desperfectos por falta de uso. Una tarea que ahora comparte con el prefecto Ramón Cano, que destacó el rico patrimonio oriolano, en especial el organístico y del barroco. «Estamos hablando de una obra que destaca por su monumentalidad, de un instrumento que tiene más de 3.000 tubos», señaló. También recordó que la última vez que se intervino sobre él fue a principios del siglo pasado, lo que acrecenta la necesidad de acometer una restauración. «Decidimos intervenir porque el órgano estaba sonando con un 10% de todo su potencial, riqueza y variedad de sonidos», describió el músico. «Está en agonía, en riesgo de posible colapso», reiteró.

Con el fin de evitarlo, el encargado de devolverle la salud perdida será el organero francés afincado en Cuenca, Frédéric Desmottes. «La restauración más parecida a esta fue la que hicimos en la Catedral de Cuenca», aseguraba este técnico con 30 años de experiencia en el sector. Asimismo explicó que el proceso durará unos 12 meses si no surgen imprevistos y que espera que en junio del año que viene pueda volver a montar el órgano en su lugar original.

Las aportaciones a la campaña van desde los 50 euros por apadrinar un tubo pequeño a los de más 2.000 euros en el caso de los de mayor tamaño. Para ello habrá que rellenar un breve formulario que se repartirá en la misma Catedral e ingresar el dinero en el número de cuenta: ES56 3005 0011 6015 6221 7313. Las donaciones de hasta 150 euros, según la ley de mecenazgo, permite desgravarse hasta un 80% en la declaración de la renta, recuerdan los impulsores de la campaña.

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