Ballesta pide formalmente al Ministerio una prórroga para las obras de movilidad de Murcia

Los documentos remitidos señalan que «esta alcaldía ha tomado conocimiento del estado actual de estas obras municipales y de las distintas incidencias surgidas, que requieren de manera inmediata la adopción de acuerdos para garantizar la viabilidad técnica y culminación del mismo, lo que además conllevará la inclusión de sugerencias e inquietudes de colectivos vecinales fruto de un proceso de reflexión conjunto». Dicha solicitud, esperan fuentes municipales, que se traduzca en una ampliación del plazo hasta el próximo 31 de diciembre, frente al límite temporal actual, que se encuentra fijado en el próximo 31 de julio. Las consultas previas formuladas por parte de los miembros del nuevo gobierno hacen pensar que la respuesta será positiva por parte del Ministerio, aunque esta pueda demorarse, por lo que se podrían ir adoptando algunas medidas desde ya.

Defienden así las mismas fuentes que esta prórroga dará un plazo más amplio al nuevo equipo de gobierno para abordar «la modificación y el inicio del procedimiento de paralización, en su caso, dentro del margen correspondiente, de las obras de movilidad». No obstante, precisan estas que las decisiones a adoptar no supondrán una paralización o reversión de todo lo ejecutado o pendiente de ejecución, sino que se actuará «desde el sentido común, la moderación, el consenso, el rigor técnico y el encaje legal». De hecho, hablan de «actuaciones quirúrgicas» -dado que como dijo Ballesta hace unas semanas «estos planes son en buena parte irreversibles»- que eviten prolongar el «estrés introducido en la ciudad, para que esta recupere el pulso de la normalidad».

De esta forma, las posibles modificaciones mirarán especialmente a aquellas obras que presentan una «mayor afección, centralidad y dimensión social», sin aclarar de cuáles se trata en concreto, y se decidirán tras un «profundo análisis por parte de expertos, asociaciones, comerciantes y vecinos afectados», con el fin de revertir los «problemas», que a su juicio se han creado. A tal fin, el alcalde Ballesta mantendrá esta semana las primeras reuniones con colectivos vecinales para consensuar la actuaciones que se van a adoptar, entre ellos los integrantes de la Plataforma Cierran MI Barrio, constituidos ahora en asociación vecinal con el nombre Murcia-El Carmen, y que aceptaron posponer el encuentro fijado para la semana pasada a los días posteriores a la toma de posesión del nuevo regidor.

Asimismo, la primera reunión del nuevo Observatorio de la Movilidad tendrá lugar el próximo 28 de junio, en cuyo marco se analizarán «propuestas elaboradas por expertos de índole nacional e internacional», tal y como adelantó Ballesta durante la campaña electoral. Son conscientes en La Glorieta de que este proceso y hoja de ruta debe ir, además, de la mano de «la puesta en marcha inmediata del nuevo modelo de transporte», que pasa, en un primer lugar, por la aprobación de unos nuevos presupuestos municipales. Tendrá que apretar para ello el nuevo ejecutivo, ya que es en diciembre cuando caduca la concesión transitoria de las líneas a pedanías, en manos actualmente de Monbús, y todo sin olvidar la situación en la que se encuentra la prolongación del contrato de las líneas urbanas, que gestiona Transportes de Murcia.

Paralización de la tala de árboles

Es la de la petición de la moratoria la primera medida adoptada, o la segunda, según se vea, ya que también en la mañana de este lunes, Ballesta ha ordenado la paralización de lo que ha calificado como «tala masiva de árboles en todo el municipio de Murcia», en lo que ha sido otro de los caballos de batalla de los populares durante la pasada campaña electoral. De esta manera, el primer edil ha trasladado una instrucción a todos los servicios municipales del Ayuntamiento «para que no autoricen la eliminación de ningún ejemplar más por los proyectos de movilidad» y transmitan este extremo «a todos los directores de obra».

Los árboles que se venían retirando eran aquellos, principalmente, ubicados en el trazado de los nuevos carriles bici que, por su diseño, pasan por la parte de atrás de las paradas de autobús por motivos de accesibilidad, obligando a la retirada de los alcorques ubicados en estos puntos. El escrito recoge así que «no debe realizarse ninguna actuación de tala, poda ni trasplante de ningún ejemplar, extremando las medidas de protección y mantenimiento a cada uno de ellos».

Ante esta decisión, la que era hasta unos días concejal de Movilidad Sostenible, la socialista Carmen Fructuoso, señalaba que quedan aún 26 árboles por retirar para cumplir con los proyectos que se están ejecutando, concretamente en las avenidas Teniente Montesinos, Primero de Mayor y Juana Jugán, en las calles Buenos Libros y Mayor de Espinardo y debajo de la autovía y se planteaba por la solución a adoptar en el caso de optar por su mantenimiento para articular las nuevas bicivías.

Vox pide la suspensión inmediata

Por otra parte, el Grupo Municipal Vox al completo -pendiente aún de constitución- informaba en la mañana de este lunes de que han remitido un escrito al Gobierno municipal, firmado por sus seis ediles, instando a la suspensión inmediata y reversión de todos los proyectos de movilidad, «tal y como Ballesta anunció que haría en campaña y que incluso sigue apareciendo en su web». «Nos hemos recorrido todas las obras en ejecución del plan de movilidad en ejecución durante la mañana de hoy y ninguna se encuentra parada», apostillaba Luis Gestoso, el portavoz en el Ayuntamiento del partido de Santiago Abascal.

Gestoso, que se pronunciaba así antes de conocer la petición formulada al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico por parte de Ballesta, indicaba que «según hemos constatado con técnicos de la Unión Europea y de la Comisión, encargados de gestionar y conceder estos fondos, a través de una reunión con eurodiputados de diversos países, los trabajos se pueden paralizar de manera inmediata mediante un decreto de la alcaldía». Ante estas palabras, fuentes del nuevo gobierno municipal defendían que son «un gobierno responsable, con vocación de servicio y que se guía por el sentido común «, por lo cual la medidas deben adoptarse «atendiendo a criterios económicos, temporales y técnicos» y siempre, insistieron «con sentido común, moderación, consenso, rigor técnico y encaje legal», más aún sabiendo que hay contratos vigentes en ejecución.

El portavoz de Vox consideró, sin embargo, que «con una adjudicataria se puede negociar» y apelar a esos contratos es esgrimir excusas de mal pagados». Además, frente a las actuaciones «quirúrgicas» esgrimidas por el nuevo gobierno popular, Gestoso insistió en una reversión total, abriendo carriles, restituyendo en ellos el tráfico y devolviendo las 2.000 plazas de aparcamiento perdidas, así como articulando un «plan alternativo» que mire también al tráfico en pedanías, «solucionando carencias y reconvirtiendo esas inversiones». Así, defendió, por ejemplo, que en viales donde los trabajos se encuentran concluidos, como Pío Baroja en el barrio del Infante, «se eliminen esos colorines, dejándolas como estaban, ya que los carriles buses, como se ha constatado en Madrid, de menos de cuatro kilómetros son inoperantes y solo generan más atascos, aumentando la contaminación». Defendió, además, que el dinero que se ha ejecutado ya en su desarrollo -«ni el 15% de lo previsto», dijo sin aludir a fuente alguna- «es ínfimo en relación al lío que genera». En esa linea, apostó por combatir la contaminación «con mayor fluidez de la circulación a través de regulaciones semafóricas» o construyendo «un gran pulmón verde de 400.000 metros cuadrados, como nosotros proponíamos para La Fica».