Ecologistas denuncia que toda la población respiró aire perjudicial para la salud en 2022 en la Región de Murcia

Ecologistas advirtió de que 1,3 millones de personas, el 85% de los habitantes de la Región, viven en zonas «afectadas por niveles de contaminación superiores a los nuevos límites legales propuestos por la Comisión Europea». Son todas salvo la Norte. Además, 20.000 personas viven en Alumbres y el entorno del Valle de Escombreras, distrito de Cartagena donde se superaron los límites legales.

Las partículas PM10 continuaron superando las concentraciones medias anual y diaria recomendadas por la OMS en todas las estaciones, así como los nuevos límites legales propuestos por la Comisión Europea (salvo en este caso la estación Caravaca). Eso, «en un año en que los niveles de este contaminante repuntaron de forma importante: su concentración media ascendió en un 31% en relación al promedio del periodo 2012-2019». Y los peores registros tuvieron lugar en Lorca (zona Centro) y San Basilio (Murcia ciudad).

Respecto a las partículas PM2,5, solo una de las diez estaciones de la red autonómica, la de Mompeán en Cartagena, midió las concentraciones con porcentajes de captura de datos superiores al mínimo establecido por la normativa. El resultado fue que se desbordaron los niveles medios diario y anual recomendados por la OMS, aunque no el tope legal anual.

En cuanto al ozono, dos de las ocho estaciones de la red regional (Alumbres y Lorca) registraron superaciones de la guía de la OMS en más de 75 días. Y también crecieron los niveles de esta sustancia en Murcia, Alcantarilla y San Basilio. Como dato positivo, «aunque en menor medida que en 2020 y 2021, los niveles de ozono fueron en la Región de Murcia significativamente más bajos que en años anteriores». Eso, «pese a las elevadas temperaturas alcanzadas durante el pasado verano».

Sustancias nocivas para la vegetación

En todo caso, «la totalidad del territorio murciano estuvo expuesto a niveles de contaminación por ozono que dañan la vegetación, con la excepción del municipio de Cartagena», expone Ecologistas en el informe ‘La calidad del aire en el Estado español durante 2022’. En él, refleja un panorama en el que la polución creció «por el aumento de la movilidad, una vez finalizadas las restricciones por la covid, por la sequía y por el calor»; y donde «el cien por cien de los españoles y el 92% del territorio respiró aire con nivel insalubre».

Sobre el ozono, el informe detalla que el año pasado hubo un «amplio incumplimiento del objetivo a largo plazo» y que «la mayor parte de los cultivos, montes y espacios naturales se vieron expuestos a niveles de ozono que dañan la vegetación».

En el caso de la Región, Ecologistas resume que las cifras oficiales siguen mostrando que las ciudades de Murcia y Cartagena, así como el valle industrial de Escombreras, con la refinería de petróleos y tres centrales de ciclo combinando, son «los principales focos de contaminación». Y explica que los óxidos de nitrógeno e hidrocarburos volátiles procedentes del intenso tráfico rodado de estos municipios, del tráfico interurbano y del transporte marítimo, junto con las emisiones de la actividad industrial desarrollada en Escombreras y en el polo químico de Alcantarilla, se extienden por el resto del territorio murciano transformados en ozono«. Ello, alerta la asociación naturalista, »afecta negativamente a las zonas rurales del interior, especialmente a sotavento [el lugar hacia el que se dirige el viento] de los grandes focos emisores de los contaminantes precursores del ozono«.

En el caso de las emisiones industriales, el estudio muestra que se centraron «fundamentalmente en Cartagena, el Valle de Escombreras, La Aljorra, Llano del Beal (por la dispersión de metales pesados desde balsas mineras) y Alcantarilla. Y recuerda que en La Aljorra, »vecinos y Ecologistas en Acción han seguido denunciando episodios de nubes de humo procedentes de las plantas industriales y luchando contra la incineración de residuos peligrosos, como el bisfenol A«.

Quemas agrícolas y polígonos

Asimismo, sobre Escombreras, Ecologistas llamó la atención sobre el hecho de que el volumen de partículas PM10 y PM2,5 revela «un problema con el movimiento de graneles sólidos, que puede conllevar una repercusión severa sobre la calidad del aire de las áreas residenciales próximas». De hecho, asegura que es «la peor situación en todo el Estado». Además, denunció que la dársena, que pertenece a la Autoridad Portuaria de Cartagena (adscrita al Ministerio de Transportes), «carece de medidores, por lo que no es posible comprobar si esta situación es también extensible a la misma». Y recuerda «el creciente aumento del atraque de cruceros, con 185 escalas y 175.000 pasajeros en 2022» en la cercana bahía de Cartagena. Ecologistas también expuso que «el dióxido de azufre tuvo una incidencia significativa en el Valle de Escombreras», donde trabajan miles de personas.

El informe también se hace eco del «problema persistente de las quemas agrícolas en la Vega Alta (Cieza, Abarán, Blanca), Mazarrón, Águilas, Cartagena y Huerta de Murcia». Y cita que los «malos olores se han convertido en una constante en la Región», por situaciones como la acumulación de lodos, el vertido de purines, los contenedores de residuos, algunos polígonos industriales y, en el Mar Menor, «la acumulación de algas en las playas, agravada por la putrefacción de los peces muertos» por falta de oxígeno.

Sin un sistema de aviso «rápido y a gran escala»

Ecologistas lanzó varios reproches al Gobierno regional, que gestiona la calidad del aire a través de la Consejería de Medio Ambiente. Afirmó que fue el único que no le facilitó datos; que la información sobre las PM 2,5 es «claramente insuficiente para hacer una evaluación precisa»; y que faltan estaciones de medición. También lamentó que la Comunidad sigue sin cumplir la recomendación del Defensor del Pueblo de 2008 para que use un sistema de aviso «de forma rápida y a gran escala» a la población, en caso de superaciones de los umbrales legales de contaminación, más allá de una página web.

Por último, Ecologistas lamenta que el ejecutivo autonómico no ha sacado aún a información pública la Estrategia para la Mejora de la Calidad del Aire 2020-2025, que a su juicio debe incluir «medidas sobre los óxidos de nitrógeno procedentes del tráfico y de las instalaciones industriales».