Una concentración de vecinos, principalmente del barrio del Carmen de Murcia y otros colindantes, llenó el Puente Viejo este jueves para reclamar que este emblemático e histórico barrio «siga cerrado al tráfico privado». Este fue uno de los lemas que se pudieron escuchar durante la protesta convocada por la Asociación MurciaLab, y a la que se sumaron una veintena de colectivos, contra de la decisión adoptada por el alcalde, José Ballesta, en la que revierte lo previsto en el plan de movilidad del anterior gobierno municipal socialista: por este puente, declarado BIC, solo podrían pasar, tras el fin de las obras de los carriles segregados, autobuses, bicis y otros vehículos de movilidad personal, como patinetes y motos eléctricas. El puente está cerrado desde mediados de mayo.
La concentración de cientos de personas estuvo apoyada por una veintena de colectivos. «Nos critican que no hayamos salido a la calle antes, pero cómo lo íbamos a hacer si estábamos a favor del cierre», subrayó Carmen Pérez, quien se manifestó junto con su marido, Salvador Serrano, y otros vecinos de la calle Floridablanca, donde viven desde hace 32 años. «Estamos encantados con las obras; yo he conseguido llegar a mi trabajo en 10 minutos y antes tardaba media hora», añadió. Su marido insistió en que «hemos dejado de ser la calle más contaminada de la Región de Murcia».
Pedro fue más allá y dijo que el Puente Viejo debería ser totalmente peatonal. Y Joaquín reconoció que al principio fue difícil porque hubo que acostumbrarse a los cambios de circulación, pero «ahora somos felices».
Muchos no entienden que lo que ha sido posible en otros barrios, como en San Nicolás, de restricción del paso de coche que no sea de residentes, «nosotros no nos lo merecemos». Y pidieron que, al igual que el alcalde y su equipo han escuchado a los colectivos contrarios al plan de movilidad, «nos escuche también a nosotros».
Hubo aplausos cerrados de todos los manifestantes, cuya protesta duró media hora, cuando se leyó el manifiesto de los convocantes. Dani Trigueros y Enrique Rodríguez, de la asociación MurciaLab, indicaron que se reunirán la próxima semana con el concejal de Movilidad, José Francisco Muñoz, a petición de ellos. «Tenemos muchas preguntas, y no queremos hacer ningún juicio de valor, pero no entendemos la rapidez de los cambios sin haber escuchado antes a todo el mundo».
Los colectivos
La concentración estuvo apoyada por la Asociación de Vecinos Carmelitanos, Asociación de Vecinos Ermita del Rosario, Asociación de Vecinos de Vistabella, Asociación de Vecinos de Barriomar-La Purísima, Asociación de Vecinos de Santiago el Mayor, FAVEBAPE (Federación de Asociación de Vecinos de Barrios y Pedanías), Bicibús El Carmen, FAPARM, Tudmur, Murciaenbici, Murcia Huerta Viva, Ecologistas en Acción Región de Murcia, Plataforma ProSoterramiento, Asociación de Usuarios de la Sanidad, Stop Quemas, Bicue Cartagena, Madres por el Clima Región de Murcia, Colectivo Jurídico Pro Cives, Asociación de Vecinos y Amigos del Malecón y su Huerta, Asociación de Vecinos San Pío X y Marea Blanca.
En la misma se leyó el manifiesto elaborado por MurciaLab, en fase de constitución como asociación, en el que se indica que «No somos el lobby del coche eléctrico ni de las placas solares: somos gente de a pie, que aporta un valor añadido de conocimientos, y por ello sabemos una cosa fundamental: este puente no se puede reabrir al tráfico privado».
«Estamos convencidos de que la reapertura del Puente Viejo perjudicará a los vecinos de los barrios del eje Gran Vía – Floridablanca, en los que el tráfico de paso suponía hasta un 80% del total», destaca el comunicado, que llega a hablar de «autovía pasante».
En otro momento, señala que «creemos en la evolución sana y fuerte de esta ciudad, en una movilidad mejorada europea, del siglo XXI»; y tras subrayar que «no creemos en los negacionistas», apunta que esta movilización se ha convocado porque «no podemos permitirnos que una minoría reaccionaria que grita mucho y se arroga representación colectiva que no le corresponde, condicione la salud» de quienes viven en Murcia.
«No queremos una ciudad de humos para volver a llevar mascarilla», ni ir «sorteando» coches mal aparcados, «ni una ciudad con menos árboles o parques», continúa, para, a continuación, apostar por «un buen plan para Murcia» que «mejore la movilidad, poder desplazarnos con fluidez», con más zonas peatonalizadas, y en la que «los negocios sigan creciendo». Por eso aplauden las declaraciones realizadas por el concejal de Movilidad, José Francisco Muñoz, en las que dijo que el plan actual «se someterá a la revisión de expertos internacionales» y que las nuevas infraestructuras «deben ser aceptadas socialmente».
El manifiesto demanda «un sistema que beneficie a todas las partes» en el que «no se le debe dar prioridad al vehículo privado», e insiste en que es necesario «que aquellas personas que tengan necesidad de usar su vehículo particular, tengan alternativas para no usarlo».
Por último, apelan al alcalde y a su equipo a mantener una reunión con estas asociaciones y colectivos, encuentro que ya han solicitado, para plantearles «el modelo de ciudad que defendemos». «Probablemente estemos muchísimo más de acuerdo con ustedes de lo que creen, y por eso no entendemos la actitud de rendirse ante algunos grupos chantajistas que no defienden los intereses de la mayoría, sino los suyos propios», concluyeron.
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