La llegada masiva para el Rock Imperium llena ya los hoteles y bares de Cartagena

La llegada masiva para el Rock Imperium llena ya los hoteles y bares de Cartagena

De Madrid, Valencia Barcelona y Sevilla, pero también de más lejos: de Alemania, Francia, Gran Bretaña e, incluso, Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Israel, Japón, México y Venezuela. Cartagena siente el heavy metal por sus calles, las mismas por las que ayer jueves ya paseaban los primeros asistentes, de los cerca de 60.000 espectadores que se esperan desde hoy hasta el domingo, al festival Rock Imperium. Los alrededores del recinto instalado en la Cuesta del Batel y el Campus de la Muralla del Mar ya eran por la tarde un hervidero de amantes al rock and roll, como los vestíbulos de los hoteles de la ciudad, que a mediodía comenzaron a acoger ya a los primeros clientes que este fin de semana no les darán tregua y abarrotarán sus estancias.

El que más lo notará es el hotel Los Habaneros, el más cercano al recinto. Este como el resto de establecimientos urbanos, al igual que muchos de la zona de Cabo de Palos y La Manga, han colgado el cartel de completo. «Hoy [por ayer] ya hemos comenzado a recibir a los primeros aficionados, los que aprovechan y vienen un día antes de los conciertos, para conocer la ciudad y hacer turismo. Ha llegado ya el 25% de los que tienen que llegar a lo largo de estos tres días», explicó el presidente de la Agrupación de Hoteles de Cartagena (Agruphotel), Bartolomé Vera.

Con sus mochilas y ataviados con sus camisetas de Kiss, Europe, Stratovarius y Deep Purple y sus look metal estaban haciéndose fotos en la plaza San Francisco Carlos Ruiz, Esther Botella, Vicente González y Carmina Borrego, cuatro cuarentañeros de Getafe que llegaron ayer para «primero conocer Cartagena» y después «disfrutar por quinta vez», –para el primero de ellos–, del concierto de la banda estadounidense Kiss, que el domingo darán su último concierto en España.

Primeras colas

Haciendo cola para recoger las pulseras para acceder a partir de este mediodía al festival estaban Carmelo Bautista y Andrés Ballesteros, dos amantes de la música rock, que este año repiten en Cartagena. «Somos de Valencia y como el pasado año lo pasamos tan bien, este repetimos. Antes de comenzar a saltar queremos ver varios museos que en 2022 nos dejamos sin visitar», detalló el primero de ellos. Ambos están alojados en un apartamento turístico que reservaron en febrero. Como en los hoteles, en esos establecimientos tampoco quedan plazas libres, solo las hay en algunas casas rurales, donde el nivel de ocupación está al 75%.

Dentro del concierto trabajarán 800 personas, como vigilantes, camareros, personal de taquillas y limpiadoras, entre otros

Los bares de la ciudad también se verán muy beneficiados por este evento, sobre todo los de la zona de los alrededores del recinto, como los restaurantes Techos Bajos, La Casa del Pescador y el Varadero, donde casi lo tienen todo reservado. Otros más céntricos, como la Abacería del Rey, ubicado en la Plaza del Rey, regentado por la empresaria Queru Rosique también lo tiene lleno hasta el domingo. En este caso, hace semanas que crearon menús especiales para este fin de semana y que llegaron a un acuerdo con la Asociación de rockeros de Cartagena, cuyos integrantes ha copado los tres días el local y la terraza.

Empresarios locales

Los beneficios del festival se repartirán también entre otros muchos empresarios: taxistas, empresas de montaje, de seguridad y de catering, entre otros. Dentro del concierto trabajarán 800 personas, como vigilantes, camareros, personal de taquillas y de limpieza, operarios de mantenimientos, dependientes y asistentes, entre otros.

De las más de 20.000 personas diarias que la organización espera a diario, también sacarán tajada los museos y las tiendas, sobre todo las de recuerdos y regalos. Todos ellos se unirán a los casi tres mil turistas que entre el sábado y el domingo llegarán en dos cruceros y a los que el sábado participarán en la fiesta del EnorgulleCT, en el explanada del Muelle de Alfonso XII.

Para que todo transcurra con normalidad, el Ayuntamiento ha montado un dispositivo de seguridad compuesto por 850 efectivos de la Policía Local, Guardia Civil, Policía Nacional, Protección Civil y Bomberos, entre personal de vigilancia de la organización.

Las instalaciones de la Cuesta del Batel fueron visitadas ayer por la alcaldesa, Noelia Arroyo, quien destacó el nivel de las bandas participantes y «lo mucho que Cartagena puede ofrecer a los espectadores que nos visitan desde todo el mundo». El director del Rock Imperium, Juan Antonio Muñoz, confesó que el futuro del festival está en Cartagena, «un gran activo cultural para la ciudad, para la comunidad y para el país, por la multitud de público llegado desde todos los rincones». El personal de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) podrá acceder hoy y mañana, como tenía previsto, a sus puestos de trabajo de forma normal. Además, han sido habilitadas vías de evacuación en el Campus.

  1. «Tenemos muchas reservas, por ello hemos contratado a más camareros»


Clientes en la barra de la terraza del Hotel Los Habaneros.


J. M. R. / AGM


Los camiones aparcados frente a los restaurantes Techos Bajos y La Casa del Pescador, de los que un operario descargaba cajas de refresco y de tercios de cerveza, junto a la decena de barriles apilados en un lateral del Varadero, hacían una idea de lo que les espera este fin de semana a estos locales: toda una avalancha de clientes procedente del Rock Imperium. «Como el año pasado ya tuvimos mucho trabajo, esta vez nos hemos preparado a conciencia. Incluso hemos contratado a tres camareros más y a un cocinero. Esperamos bastante jaleo, como el pasado año, que no paramos ni un segundo», explicó a LA VERDAD el encargado del restaurante Varadero, ubicado frente a la lonja de los pescadores, Salvador Artés.

En La Casa del Pescador quieren aprovechar el tirón del festival y han colocado barras a lo largo y ancho de su terraza, como ya hicieron el pasado año. Entonces, multitud de clientes se agolparon durante todo el fin de semana a comer y a beber, igual que en Los Habaneros, el hotel de la calle San Diego, donde el gerente, Bartolomé Vera ha hecho lo mismo.

Desde ayer por la mañana tiene a dos camareros sirviendo bocadillos y cerveza a precios muy asequibles. «Creo que es una buena forma de crear ambiente. Ponemos música rock para que nuestros huéspedes se queden con nosotros más tiempos. Es extraño, pero muy pocos negocios de Cartagena han aprovechado el festival para llamar la atención de los clientes con ofertas», explicó Vera.

Bares y restaurantes del casco antiguo también tienen para este próximos fin de semana reservas, que sin el Rock Imperium no las tendrían, como son La Mejillonera y la Abacería del Rey.

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