Alcaraz, maestro de la hierba de Queen’s

Con el triunfo en Queen’s, el murciano no solo asienta su tenis a la hierba, un escenario en el que solo ha jugado once partidos, sino que también recupera el número uno del mundo, arrebatándoselo a Novak Djokovic, y será el primer cabeza de serie en Wimbledon, torneo que arranca el próximo 3 de julio y en el que solo él y el serbio parecen capaces de recoger el título.

Decir esto parecía una locura hace una semana, cuando Alcaraz aterrizaba en Londres para, según sus propias palabras, «ganar tiempo en pista y jugar con grandes tenistas en esta superficie». Sus expectativas estaban lejos de unirse a Andrés Gimeno (1960), Rafael Nadal (2008) y Feliciano López (2017 y 2019) como los únicos españoles en ganar en este club. Y era lógico, Roger Federe necesitó cuatro años para ganar un título en esta superficie, Nadal cinco, Novak Djokovic, la friolera de seis cursos y casi cincuenta partidos.

Que Alcaraz, con solo dos torneos a sus espaldas transicionara de esta manera a la hierba y se coronase el domingo, era poco más que una quimera.

Un imposible para muchos, pero no para los más grandes, ese grupo en el que está Alcaraz por méritos propios desde hace algún tiempo. Tras ir avanzando ronda a ronda, superando obstáculos, mejorando sus movimientos, sus gestos y acostumbrando su tenis a la rápidez de la bola y su bote bajo, Alcaraz se fue convirtiendo casi sin darse cuenta en un especialista aquí.

Una enorme progresión

Contra De Miñaur, un tenista cuyas raíces se retrotraen a estas moquetas y en cuyo palmarés ya había un título en hierba, Alcaraz jugó un excelente partido con los tiempos y con el aspecto clave de la certeza y la puntería. Solo tuvo dos puntos de ‘break’ en todo el partido y los ganó los dos. Los dos que tuvo De Miñaur, con las espadas en todo lo alto y que, con casi toda seguridad, le hubieran costado el set, los desactivó con un ‘ace’ y con un punto al límite.

Ni siquiera los fantasmas de un problema físico, como en su último gran partido ante Djokovic, le desconcentraron. Ganado el primer set, Alcaraz tuvo que llamar a su fisio, Sergio Hernández, para que le tratara la cara interior de la pierna derecha. Este le colocó una venda, le dio un masaje y le mandó de vuelta a la pista. Sin titubeos. Alcaraz aceleró en el parcial, no titubeó a la hora de cerrar la victoria y sumó el primer título en hierba de su carrera.

Ya tiene once en el total de su vida deportiva, cinco esta temporada, y volverá al número uno del mundo cuando se publiquen las listas este lunes. Supera por 80 puntos a Djokovic y será el primer favorito en Wimbledon. El próximo viernes conocerá sus rivales en el All England Club, con la seguridad y la confianza de ya ser un campeón en la superficie.

«Ver mi nombre en este trofeo, entre los mejores de la historia, es una sensación increíble», relató el murciano ya con el título entre sus manos. El primero de muchos más.