Una casa okupada, que debe ser derribada, impide el avance del vial de los barrios altos en Lorca

Una vivienda en estado de ruina, que debe ser derribada, impide el avance de las obras del vial de los barrios altos de Lorca. De su demolición depende la construcción de 60 metros de carretera para que la infraestructura esté terminada en septiembre.

El alcalde, Fulgencio Gil, que supervisó este miércoles los trabajos, dijo que la casa, ubicada en la calle Rincón Bautista del barrio de San Pedro, fue expropiada en su momento y sus propietarios recibieron la correspondiente indemnización pero la familia sigue habitándola.

Gil criticó que el anterior equipo de Gobierno del PSOE no derribara de forma inmediata la vivienda para impedir su ocupación ni iniciara los trámites para el realojo de la familia y confió en que el problema sea resuelto «cuanto antes» para poder terminar el trazado del vial. Añadió que está «urgiendo» a los servicios municipales para resolver este inconveniente.

La concejala del PSOE Isabel Casalduero respondió a sus críticas y calificó de «cínico» al alcalde por culpar al anterior equipo de Gobierno del retraso de las obras del vial. Recordó que en 2016 fue el gobierno del PP quien expropió la vivienda y meses después «abandonó» el proyecto de construcción de la carretera porque «no creían en él». Según Casaludero, los populares dejaron pagada la expropiación de la casa, que no se derribó y que sigue ocupada por los anteriores propietarios.

Gil señaló, por su parte, que se han podido subsanar todos los contratiempos que han surgido durante las obras para la ejecución de la compleja infraestructura, como las necesarias adaptaciones del trazado y los cambios en el diseño de varios muros debido a la elevada pendiente del vial. En total se han construido 11, la mayoría de mampostería, pero también de escollera, hormigón y micropilotes en zonas puntuales.

Uno de los trabajos más complejos ha sido levantar el muro de contención, paralelo a la plaza de la Coronela, en el barrio de San Pedro, de 100 metros de longitud y 11 metros de altura en su punto más elevado. Su construcción quedó a expensas del desvío por parte de la empresa eléctrica Iberdrola de una línea soterrada de media tensión que existía en la zona y que paralizó los trabajos.

Precisó que también se han subsanado otras incidencias que impedían terminar las obras en el plazo convenido como la modificación del diseño para el acceso al vial desde la carretera RM-701, en la subida de San Juan, que requirió de la correspondiente aprobación por parte de la Dirección General de Carreteras.

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