Miras defiende una investidura como la de Baleares y Abascal rebaja sus expectativas

Pese a los avisos, López Miras considera posible «llegar a acuerdos que se basen en el resultado de las elecciones» y sin que Vox pueda formar parte del próximo Ejecutivo autonómico. En un acto de la patronal de Cartagena, la COEC mostró nuevamente su predisposición y mano tendida «para poder negociar y llegar a un acuerdo de cara a la investidura, que haga que la Región de Murcia tenga un gobierno sólido y estable, que es lo que todos estamos pidiendo». Su interpretación es que «nadie quiere que haya más semanas de bloqueo en la Región» y confía en que no se produzca «una unión de PSOE, Podemos y Vox para ese bloqueo».

Desde Salamanca, Abascal enfrió las expectativas de los populares murcianos y del propio López Miras. El líder de Vox volvió a desvincular el acuerdo alcanzado con el PP en el archipiélago, en virtud del cual su partido se abstendrá para investir a Prohens, de eventuales pactos de gobernabilidad en la Región de Murcia, Aragón y Extremadura. «Lo de Baleares no va a servir en otros lugares», avisó.

PP y Vox firmaron el miércoles el acuerdo de investidura de Prohens, que comporta que los de Abascal no entrarán en el Ejecutivo balear pero sí en los consejos insulares de Mallorca y Menorca. Contempla también atender prioritariamente problemas como la falta de libertad lingüística. Y previamente los votos populares permitieron elegir presidente del Parlamento balear al diputado de Vox Gabriel Le Senne. La situación de Baleares «es distinta», según Abascal, porque en esa autonomía existe el «gran riesgo» de «la entrada del separatismo y la imposición del catalán en las aulas», no así en la Región de Murcia y otras autonomías de cuyos gobiernos aspiran a formar parte. Otra diferencia es que, en las islas, el PP «no ha incumplido» un acuerdo de investidura con Vox, como dijo que ocurrió en Murcia. «Lo de Baleares no va a servir en otros lugares», zanjó a preguntas de los periodistas.

Cuatro años de recelos

Abascal reiteró que no se fía de López Miras y este respondió que «cuando el Partido Popular firma un acuerdo, lo hace para cumplirlo siempre». Su lectura de lo ocurrido en la anterior legislatura es que hubo un acuerdo en el que Vox favorecía con cuatro votos la mayoría de Gobierno. Pero llegó un momento en el que una de las partes, Vox, no podía cumplir ese acuerdo porque no tenía esos votos tras la escisión interna. Así que no había acuerdo, según su teoría. Y no llegar a un acuerdo hubiera supuesto en aquel momento que gobernase el PSOE, como partido más votado en las autonómicas de 2019. «Yo estoy convencido de que Vox no quería que gobernase la izquierda y eso es lo que hicimos, eso es lo que evitamos», argumentó.

El presidente en funciones insistió en su defensa de un gobierno en minoría y aseguró que «en la legislatura pasada hemos padecido muchas vicisitudes que no habríamos sufrido si hubiéramos tenido un gobierno en solitario». Por eso, «ahora lo que pedimos es un gobierno en solitario, con acuerdos, por supuesto, que se tienen que cumplir, pero tenemos un resultado que nos legitima –un 43% en las urnas–, casi el 50% de los diputados regionales y, sobre todo, no existe gobierno alternativo». «O hay un gobierno del Partido Popular o puede haber un bloqueo por parte de Podemos, Vox y PSOE», concluyó.

En esa misma tesis abundó el consejero portavoz del Ejecutivo regional en funciones, Marcos Ortuño, tras el Consejo de Gobierno de ayer. «Solo hay tres escenarios posibles» en esta situación: uno sería un gobierno del PP en solitario, otro el bloqueo por parte de Vox y un tercero que sería un ejecutivo formado por Vox, PSOE y Podemos, algo que él mismo ve como «impensable».

Ortuño se decantó por la primera opción y recordó que el PP consiguió en la Región mejor porcentaje de votos que en Baleares en las autonómicas del 28 de mayo (42,8% frente a 35,83%), por lo que pidió a Vox que «no vote junto a PSOE y Podemos en contra de la investidura de López Miras». «El votante de Vox no entendería que se uniera a PSOE y Podemos», afirmó.

Al respecto, el presidente provincial de Vox, José Ángel Antelo, negó en declaraciones a RNE que su partido bloquee la investidura de López Miras, pese a que no piensan apoyarla. Dijo tener tendida la mano al PP, pero que su actual posición «es firme y no vamos a doblegarla, nuestros votantes no lo permitirían».

«Cuanto antes mejor». El presidente en funciones de la Comunidad Autónoma y candidato a la reelección, Fernando López Miras, declaró a LA VERDAD que es partidario de celebrar ya el debate de investidura, «porque la Región necesita un gobierno». Su actual ejecutivo no solo está en funciones tras las elecciones del 28 de mayo, sino de salida, como demuestra las escasas agenda y actividades diarias de varios consejeros y un importante número de directores generales.

Tras una visita al remodelado campamento de Cáritas en Los Urrutias, López Miras declaró no tener preferencia por las fechas de celebración de la sesión de investidura. Este miércoles firmó su aceptación como candidato a la presidencia de la Comunidad tras ser propuesto por la presidenta de la Asamblea Regional, Visitación Martínez. La Mesa de la Cámara autonómica se reunió ayer para tomar conocimiento de ese consentimiento y fijar para el próximo lunes la constitución de la Diputación Permanente y para el día siguiente, las comisiones. Igualmente, convocó una Junta de Portavoces para el lunes con la finalidad de fijar las fechas del debate de investidura, que se celebrará durante dos días.

Las agendas de consejeros y altos cargos en funciones ya están despejadas a partir del miércoles 5 de julio, por si la sesión de investidura empieza ese día. No obstante, fuentes vinculadas al PP advirtieron de que es muy probable que dicho Pleno tenga lugar los días 6 y 7 para evitar que la más que previsible segunda votación no caiga en sábado por la tarde o domingo por la mañana.

El debate de investidura se celebra en dos días. En el primero, el candidato a la presidencia de la Comunidad expone sin limitación de tiempo su programa de gobierno y solicita la confianza y aprobación de la Cámara. Acto seguido, la presidencia decreta un tiempo de interrupción que nunca es inferior a doce horas. Por lo tanto, quedan para el segundo día las intervenciones de los portavoces de cada grupo parlamentario, las réplicas del candidato y los turnos de fijación de posiciones de los partidos.

Tras la intervención final del aspirante, hay una votación nominal y pública, por llamamiento. En caso de que no obtenga la confianza de la Asamblea por mayoría absoluta, hay una segunda en la que necesita mayoría simple. Según dicta el reglamento, entre ambas deben mediar al menos 48 horas.

En el PP regional daban por hecho ayer que habrá una segunda votación, cuando no una tercera en plena campaña de las elecciones generales.