Un cabeza de turco para los crímenes de Castellón

Un cabeza de turco para los crímenes de Castellón

Transcripción


Episodio 3

Un cabeza de turco para los crímenes de Castellón

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EPISODIO 3 | Un culpable de emergencia

NARRADORA GENERAL: Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario… Todos, excepto Claudio Alba. En enero de 1997 este nombre inunda los informativos. Tiene 50 años, está separado y es padre de una hija. Trabaja como camionero ocasional y vive sin oficio fijo. Dicen de él que es solitario, tímido. Se sabe que ha nacido en Jaén y, según la Policía Nacional, es el presunto asesino de las jóvenes de Vora Riu, las tres chicas que aparecen muertas en el entorno de Villarreal:

JAVIER MARTÍNEZ: Castellón necesitaba un culpable y la presión mediática hizo que la policía se precipitara en su investigación.

NG: La aparición de los tres cadáveres, hallados en la misma semana, con apenas días de diferencia, agranda el miedo en Castellón. Sus muertes se suman al crimen de Sonia Rubio y a otros casos acumulados sin resolver en la provincia. La preocupación recae sobre la Policía. Urge mover ficha para acallar el temor. Y Claudio Alba se llevará la peor parte…

JM: Él más que un cabeza de turco, fue una víctima más de esa maldad que hizo Ferrándiz.

SONIDO REDACCIÓN + TELÉFONO. CONVERSACIÓN DE JAVIER MARTÍNEZ: «Cuéntame. ¿Pero a qué hora ha sido?…¿Uno o más detenidos?»

NG: Javier Martínez, lleva más de tres décadas trabajando en la sección de Sucesos. Media vida entre sospechosos, víctimas, inocentes y falsos culpables. Javier fue el primer periodista en contar el hallazgo de las niñas de Alcàsser y hoy, con 57 años, sigue narrando el lado más oscuro de la conducta humana.

JM: Mi padre era guardia civil y yo he vivido desde pequeño ese mundo de los sucesos. Viví en un cuartel. Recuerdo que mi madre le bajaba galletas hasta a los detenidos. Digamos que a lo largo de los años lo fui trasladando a mi trabajo como periodista.

NG: La Comunidad Valenciana, donde Javier se ha curtido profesionalmente, se ha visto tristemente marcada por algunos de los casos más dolorosos de la historia criminal española: el caso Alcàsser, el asesino del chat, el asesino de la cocaína… Sin embargo, uno de ellos permanece imborrable en su memoria….

JM: Quizás el caso Ferrándiz me marcó también durante una etapa de mí, de mi vida como periodista, porque aún no había cicatrizado el caso Alcàsser. Había pues un miedo, una sensación… Había hasta padres que salían al balcón para esperar a sus hijas adolescentes cuando regresaban a casa de madrugada, después de una noche de fiesta.

SONIDO ESCÁNER POLICÍA

NG: A mediados de la década, cuando desaparece Sonia Rubio, la vida de Javier transcurre con el estrés propio de su sección.

JM: En los años 90, los periodistas de sucesos estábamos prácticamente todo el día con la oreja pegada al escáner. Al escuchar esas comunicaciones policiales, que no interferimos, solo escuchábamos, acudíamos rápidamente al lugar donde habían encontrado el cuerpo sin vida de una persona.

NG: Javier recuerda muy bien el revuelo mediático tras la desaparición de Sonia, la primera de las cinco víctimas de Joaquín Ferrándiz.

JM: Tratamos de que no quedara en el olvido. Publicamos un montón de veces la foto de Sonia Rubio. La pena es que no sirvió para nada.

NG: En noviembre del 95 aparece asesinada en Oropesa. Y, tres meses después se descubren las tres víctimas de Vora Riu:

JM: La aparición de los cadáveres de Merche, Natalia y Paqui fueron en pocos días y centró el interés del periódico… Eran tres cadáveres en muy pocos días y digamos que era el primer indicio o sospecha de que podíamos estar ante un asesino en serie.

NG: Es uno de esos episodios en los que la sociedad necesita un culpable. Y es entonces cuando un hombre se cruza por el camino…

JM: Lo único que tenían contra él era la oportunidad.

NG: Se llamaba Claudio Alba.

JM: Por supuesto murieron cinco personas, pero lo de Claudio Alba fue como una muerte en vida.

CABECERA

NG: En enero de 1997, los periodistas valencianos reciben una convocatoria de prensa por parte de las autoridades policiales. Hay algo muy importante que anunciar. Tras la inaudita oleada de crímenes que sacude Castellón al fin hay un sospechoso.

INFORMATIVOS: «El caso del asesinato de tres prostitutas en Villarreal hace ahora un año parece a punto de resolverse. Ha sido detenido el presunto autor de las muertes de las tres chicas» (traducido del valenciano)

NG: Se trata de Claudio Alba Hidalgo. La Policía Nacional acaba de arrestar a este hombre, se le acusa de haber matado a las tres mujeres que aparecieron muertas unos días atrás en la zona de prostitución de Vora Riu, en Villarreal.

JEFE SUPERIOR DE POLICÍA: «La Policía ha aportado una serie de pruebas que el señor fiscal ha asumido y ha dicho públicamente también que son suficientes para acusar a ese señor y para detener, aunque a lo mejor judicialmente no serían todo lo suficientes que nosotros nos gustaría que fuese».

JM: En esa rueda de prensa, el jefe superior de policía ya decía que seguían trabajando y de sus palabras se interpretaba que tenían cogida esta detención con pinzas.

NG: Javier recuerda aquellas primeras comparecencias del entonces jefe superior de Policía, Segundo Martínez. Durante la investigación, los agentes policiales habían preguntado a las compañeras de las víctimas que ejercían la prostitución en la misma zona. Habían repasado los informes forenses y habían interrogado a los clientes que frecuentaban Vora Riu. Se fijaron en él, en Claudio.

JM: Él era cliente de las prostitutas y por eso la Policía lo convierte en el primer sospechoso. Lo situaban en el lugar de los hechos, pero no había nada más.

NG: Ni pruebas, ni sospechas fundadas ni incluso móvil. El gobernador civil de Castellón, Vicente Sánchez Peral, desliza una posibilidad, entre titubeos y cierta confusión…

GOBERNADOR CIVIL DE CASTELLÓN: «Bueno…..eh… el móvil puede ser un ajuste de cuentas, puede ser circunstancias del mismo submundo donde se movían, de drogas, de prostitución. No existe un móvil contundente».

NG: Aun así, tras varios interrogatorios, Claudio termina arrestado. ¿Qué tenían exactamente contra él? Como se comprobó después, Claudio tenía en esa época un coche similar al de Ferrándiz, un Seat Ronda, un detalle que quizá sembró confusión. También hubo otra coincidencia, una muy endeble…

JM: Era una bolsa de plástico de una cadena de supermercados que había aparecido junto a uno de los cadáveres. Y los investigadores de la Policía Nacional encuentran una bolsa similar de la misma marca del supermercado en el registro que realizan en el domicilio de Claudio Alba. Pero bolsas de estas había en muchos sitios de Castellón.

SONIDO GRITOS CONTRA CLAUDIO ALBA: «¡Asesino, hijo de puta, cabrón, hijo de puta!».

NG: En enero de 1997 las cámaras captan la furia con la que Claudio es recibido en su traslado ante el juez de Villarreal. El torrente de tensión social acumulada se desboca y la policía tiene que proteger al acusado de la multitud. Javier lo presencia todo.

JM: Yo tengo grabado aquel día en mi memoria de una multitud agolpada en la puerta del juzgado gritando «Asesino», empujando. Y ahí se le condenó antes incluso de que pasara a disposición judicial. Los propios periodistas, creíamos que estábamos cubriendo el pase a disposición judicial de un asesino en serie.

NG: La comparecencia de Claudio Alba es larga y tensa…

JM: Claudio Alba no reconoce los hechos, los niega. Él siempre ha negado esos terribles crímenes y es el fiscal el que pide su encarcelamiento. Y el juez no tuvo más remedio que dictar ese auto de prisión provisional.

SONIDO: PUERTA DE UNA CELSA CERRÁNDOSE

NG: Aquel día, el camionero ya duerme entre rejas. Mientras tanto, Joaquín Ferrándiz continúa con su vida, coleccionando recortes del caso y viendo cómo otro hombre es culpado por los crímenes que él ha cometido.

AMIGO DE CLAUDIO ALBA: «Yo es que en la vida me lo hubiera imaginado. Eso no me lo podía pensar. Me cayó tan fuerte que incluso me he tirado dos días sin comer, nada más que pensando en eso. Es que no me lo puedo entender. Ni me lo creo tampoco. Yo de ese hombre, no me lo creo. Imposible».

NG: Durante los siguientes días, varias personas salen en defensa de Claudio Alba. Un amigo suyo, también conductor de camiones, atiende a la prensa. Él le conoce y cree en su inocencia. Cuenta que antes de su arresto llevaba una vida tranquila en Albinyana, un municipio de Tarragona. Sorprendentemente, hasta las prostitutas de Vora Riu, compañeras de las tres asesinadas, dudan de la culpabilidad de Claudio. Él frecuentaba la zona, sí, pero ¿era capaz de algo semejante?

PROSTITUTA: Un hombre frío dentro de lo que cabe, pero no violento para hacer eso, vamos, creo yo, no sé.

NG: Y la abogada de Claudio, Silvia Vicente, pone en duda el trabajo policial. Y lo dice públicamente:

SILVIA VICENTE: Mi opinión personal es que no hay pruebas concluyentes y sí que opino que debido a la presión social que ha habido se ha producido una huida hacia delante por parte de la autoridad policial.

Silvia es amiga de Rosa Edo, la letrada que luego defenderá a Ferrándiz en el juicio final. En este momento, aún no saben que sus casos acabarán cruzándose.

JM: Silvia Vicente era una joven abogada que se volcó en el caso de su vida y ya desde el principio creía que Claudio Alba, y no se equivocó, era inocente. Y entonces sucede algo que nadie esperábamos.

INFORMATIVOS: «Amelia Sandra García fue encontrada dentro de esta balsa del Pla de les Oliveres, en el término de Onda el pasado 19 de febrero. Su cuerpo presentaba numerosas contusiones en las regiones abdominal, frontal y costal» (traducido del valenciano).

JM: El 19 de febrero de 1997, cuando Claudio llevaba un mes aproximadamente en la cárcel, aparece el cadáver de otra de las chicas que había desaparecido, de Amelia Sandra, en una balsa de riego en Onda.

NG: Y, claro, surgen muchas preguntas…

JM: Aquí ya había una pieza que no encajaba en ese rompecabezas macabro. O acaso Claudio Alba había cometido el crimen antes de que fuera encarcelado y habían tardado mucho tiempo en encontrar el cuerpo. O estábamos hablando de que había otro asesino en libertad y que seguía matando.

NG: Los investigadores no tienen respuestas. Ante este nuevo hallazgo, la abogada se desvive por convencer al juez de que Claudio no es el asesino que buscan.

JM: Lo defendió, criticó a la policía, llegó a decir incluso que se trataba de una detención política en el sentido de que habían provocado este grave error policial los medios de comunicación, la sociedad, esa presión mediática que había sobre los investigadores de la Policía Nacional.

NG: Silvia lo logra. Al cabo de cinco meses, Claudio Alba sale de prisión provisional. Él mismo entonces cuenta su versión, se desahoga públicamente:

CLAUDIO ALBA: A mí me enseñan tres fotografías allí y me dicen que esas chicas las habían matado y que el asesino era yo. Yo les dije, ustedes han cometido una equivocación grandísima, porque esto es incierto, yo no tengo nada que ver con esto ni yo sé ni tengo puta idea de esto. Y un policía me dijo. Me da igual que digas que sí como que digas que no. Él culpable eres tú y se ha acabado.

NG: Claudio sentía que había sido víctima de una enorme injusticia como, de hecho, lo fue.

JM: Cinco o seis meses en prisión pasan factura. Son muy duros. Y más para un preso acusado de agresiones sexuales. El error policial destrozó su vida, perdió su trabajo, perdió su casa porque vivía de alquiler. Y además se sintió marcado, sospechoso. Había gente que le dio la espalda cuando salió de la cárcel.

NG: Pero ahí no acaba su pesadilla. Primero, todavía sigue incriminado como principal sospechoso. Su abogada lucha para que la causa contra él se archive definitivamente y sea resarcido.

SILVIA VICENTE: En el caso de que por fin se confirme judicialmente una resolución de ese tipo, solicitaríamos indemnización económica..

CA: A mí me tienen que indemnizar todo el daño que me han hecho, tanto materialmente como personalmente.

NG: Ese dinero llegaría meses después. Fueron 30.000 euros, muchos menos de los 900.000 que solicitaban. Y no solo eso:

JM: Sí, sí, Claudio Alba sale de prisión, pero la Policía no le deja tranquilo. Le sigue investigando. Incluso le acusa de haber amenazado a una testigo. Y menos mal que él pudo demostrar que en ese momento no estaba con la mujer que le estaba denunciando.

NG: Hasta en la prisión le llueven absurdas acusaciones de las que defenderse.

JM: Además, también encontraron a un preso que decía que había escuchado a Claudio Alba cómo confesaba en sueños. Se demostró que era falso.

NG: A día de hoy, Juan Salom, el fiscal que acabó asumiendo la investigación de todos los crímenes de Ferrándiz, todavía no entiende el arresto de Claudio Alba.

JUAN SALOM: ¿Qué es lo que había contra Claudio Alba? Yo no vi nada. Nada que pudiera permitirme llevarlo a juicio y conseguir una condena.

NG: En aquella acusación no encuentra ni siquiera indicios:

JS: Ni siquiera eso. Sospechas. Yo, sinceramente, si hubiera visto al menor indicio contra Claudio Alba, lo hubiera acusado.

NG: A lo largo de 1998 Salom, hasta entonces fiscal del caso de Sonia Rubio, pide la acumulación de todos los crímenes de chicas jóvenes en Castellón. Y él es el responsable de dar carpetazo definitivo a la inculpación de Claudio. Deshace el entuerto y logra que retiren todos los cargos contra el camionero. El fiscal echa hoy la vista atrás y reflexiona sobre los factores que pudieron interferir en aquella acusación que tanto daño causó:

JS: Los investigadores trabajaban con una presión enorme porque tres muertos descubiertos en una semana, tres cadáveres… El problema de estas cosas es que haya una detención precipitada.

NG: La abogada de Claudio es más beligerante. En declaraciones a la televisión, al programa Dossiers de Canal 9, Silvia Vicente incluso insinúa que la policía se había fijado en su cliente al buscar una persona de perfil llano y dócil, alguien capaz de asumir la acusación de forma resignada. No duda ante la pregunta del reportero:

INFORMATIVOS PERIODISTA: ¿Ha habido manipulación? / SILVIA VICENTE: Sí ha habido manipulación.

JM: Castellón necesitaba un culpable y la presión mediática precipitó esas investigaciones policiales y provocó un grave error de la Policía. Cuando detienen y procesan a Joaquín Ferrándiz es cuando se dan cuenta de que mantener esa imputación contra Claudio Alba era algo que no tenía ningún sentido.

NG: Los periodistas de Sucesos no son, como a veces se concibe, seres insensibles y sin escrúpulos. Javier Martínez se lleva en cada caso su granito de sufrimiento. Y también padeció por aquel hombre inocente que pagó la urgencia de un culpable.

JM: Cuando revisas casos sin resolver te preguntas: en realidad ¿habrá más personas inocentes, como Claudio Alba o Dolores Vázquez, que han estado años encarcelados, incluso que han sido condenados con sentencias injustas, sin pruebas y en realidad fue un error?

NG: En 1997 Claudio Alba se convierte en otra víctima más de Ferrandiz. Su vida ya no vuelve a ser igual. El camionero muere en 2002, cinco años después de su injusto arresto. Pero poco antes califica públicamente al hombre por cuyos actos acabó pagando.

CA: «Pues que es un hijo de puta. Malo. ¿Qué opinión puedes tener de una persona que comete eso?»

Y esa maldad, la de Joaquín Ferrándiz, seguía liberada cuando se equivocaron con Claudio. Causando estragos. Marcando vidas. Y sin nadie capaz de frenarlo. Un peligro sin rostro, todavía sin nombre, que intentaría seguir matando.

FIN

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