A menos de veinticuatro horas de la celebración del Pleno de investidura, un documento firmado en la noche del pasado jueves, tal como adelantó ayer LA VERDAD, convertía en virtual alcaldesa de Librilla a la socialista Leonor Hernández Sánchez. Un pacto entre el PSOE y la Unión Progresista por Librilla (UPrL) ha consumado así el traspaso del bastón de mando de manos del ya exalcalde Tomás Baño, del PP.
Sin embargo, y así lo confirmaron ayer por la mañana fuentes del Grupo Municipal Socialista, este acuerdo entre la segunda y la tercera fuerzas políticas librillanas en las elecciones del pasado 28 de mayo, no supone un gobierno de coalición con reparto de tareas ejecutivas. A lo largo de la presente legislatura, PSOE y UPrL se alternarán en la alcaldía. Así, los tres concejales socialistas, liderados por Leonor Hernández, llevarán las riendas del gabinete local y aglutinarán todas las competencias hasta el mes de enero de 2025. En febrero de ese mismo año, y hasta el fin del mandato, tomarán el relevo los cuatro ediles de UPrL, comandados en estos momentos por María del Mar Hernández Porras.
Las redes sociales de socialistas y simpatizantes de UPrL, habitualmente activas, se mantenían en tablas en la víspera del Pleno de investidura que tuvo lugar pasadas las ocho de la tarde de ayer. Parecía que ambas formaciones no iban a alcanzar un punto medio en sus reclamaciones. Quien en esos momentos tenía pocas dudas al respecto era Tomás Baño. En declaraciones a LA VERDAD, admitía una casi certeza: «Todo dependerá de las discrepancias que tengan y de las ganas de gobernar de cada uno», aseguraba, al tiempo que reiteraba sentirse «legitimado para volver a ser alcalde, ya que he sido el candidato elegido, entre los cuatro (PP, PSOE, UPrL y Vox), por el 41% de los vecinos».
Ambas formaciones se apoyarán para garantizar la gobernabilidad y «que los proyectos salgan adelante»
Sin embargo, y a pesar de las desavenencias aireadas en redes sociales por parte de socialistas e independientes a mediados del pasado mes de junio, «las matemáticas no fallan, y si yo tengo seis concejales y ellos suman siete, si tuviera que apostar, que no lo haría, apostaría por el pacto», contaba resignado Tomás Baño a un día de la investidura.
En cuanto a los próximos pasos que determinarán la dinámica de la legislatura, desde el Grupo Municipal Socialista reiteraron que, aunque «no se trata de un gobierno de coalición, se ha firmado un compromiso de apoyo mutuo» para garantizar la gobernabilidad y que los proyectos de la nueva Corporación salgan adelante». El Pleno de investidura se retrasó hasta ayer por un recurso presentado por Vox ante la Junta Electoral Central, que finalmente fue desestimado.
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