Felipe VI preside en San Javier la entrega de Reales Despachos a los nuevos tenientes del Ejército del Aire

Felipe VI preside en San Javier la entrega de Reales Despachos a los nuevos tenientes del Ejército del Aire

Con su pico rojo y su rayo amarillo atravesando el fuselaje, un C-101 ya fuera de servicio, instalado en una esquina de la plaza de Armas, ha sido testigo mudo esta mañana de la despedida a la última promoción del famoso ‘Mirlo’. La 74 promoción que sale hacia sus nuevos destinos después de 5 años de formación en la Academia General del Aire, es la última que ha realizado parte de su formación con el reactor de fabricación nacional. Un total de 15 nuevos pilotos de caza. Las siguientes promociones que continúan su entrenamiento en la base militar del Mar Menor aprenderán a volar exclusivamente con el nuevo sistema Pilatus, que incluye el moderno avión suizo de hélice. Representan a la nueva generación de oficiales de la era digital, para lo que el Ministerio de Defensa ha adquirido ya 24 aviones PC-21 y, para los próximos años, recibirá 14 más.

Solo la patrulla Águila vuela ya en los Aviojet hasta que apuren su vida útil, lo que dará margen al Ejército del Aire y del Espacio para decidir sobre su futuro. Si el C-101 se retiró de la enseñanza en el curso anterior, el de 2021-22, la Tamiz también se ha jubilado este año dejando en la historia de la AGA nada menos que 118.000 horas de vuelo.

Los dos viejos ‘profesores’ del aire fueron la nota nostálgica en la entrega de los Reales Despachos a los nuevos oficiales, un total de 125 tenientes, de los que solo 13 son mujeres. Con la 74 promoción, el Ejército del Aire gana 54 nuevos pilotos, de los que 15 son de caza, 29 de transportes, 8 de helicópteros y dos de aeronaves no tripuladas. Los flamantes oficiales salen con triple titulación, la militar, la aeronáutica y el título de Grado en Ingeniería de Organización Industrial por la Universidad Politécnica de Cartagena, que obtienen en el Centro Universitario de la Defensa, en San Javier.

El Rey Felipe ha presidido el acto en la base de Santiago de la Ribera, durante una mañana de intenso calor y cielo encapotado. Solo las nubes que escondían el sol dieron algo de tregua a los invitados al acto, sobre todo familiares de los alumnos egresados, ya que la AGA ha reducido este año el protocolo de autoridades. Los alcaldes de San Javier, José Miguel Luengo, y de Los Alcázares, Mario Pérez Cervera, acompañaron al monarca en el estrado presidencial, junto al delegado del Gobierno, Francisco Jiménez, el presidente regional, Fernando López Miras, y la presidenta de la Asamblea, Visitación Martínez.

Escoltaban al Rey el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el general Javier Salto Martínez-Avial, y el coronel director de la AGA, Pascual Soria.

Formación y estrategia espacial

Abanicos entre las invitadas y medallas relucientes en los uniformes militares protagonizaron el acto, en el que el Rey entregó personalmente los Despachos de teniente y colocó las medallas con distintivo blanco al mérito aeronáutico a los cuatro alumnos números uno de sus respectivos cuerpos y unidades. Era uno de esos «momentos únicos e irrepetibles» que mencionó el coronel Soria en su última lección del curso académico. «De esos momentos únicos, tanto de alegría desbordada como de tristeza, que os han forjado como sois, oficiales con una sólida formación militar, destinados a seguir aumentando el prestigio nacional e internacional del Ejército español», les dijo el director de la AGA.

Les recordó que deben «seguir avanzando con la confianza de que lleváis en la mochila la formación más vanguardista» y les pidió que no olviden los valores de «compromiso, lealtad y espíritu de equipo». El coronel Soria aseguró que se siente «orgulloso por el esfuerzo, el sacrificio y la entrega» que han puesto los alumnos. Mencionó la importancia de las estrategias espaciales, «sin las que nuestra vida cotidiana no sería posible».

Tras el discurso, que el coronel tuvo que terminar a viva voz cuando se quedó sin micrófono, el Rey le dedicó una sonrisa de complicidad. A continuación, la avenida central de la AGA vio desfilar al Escuadrón de Alumnos, la Escuadra de Gastadores y la Unidad de Música de la AGA. Dos alumnos egresados depositaron una corona de laurel en el monumento a los caídos por la patria en uno de los momentos más solemnes del acto. El vuelo final de la Patrulla Águila dejó como despedida una estela de humo con los colores de la bandera.

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