«Me insultan porque soy un jugador importante y porque soy negro, por las dos cosas». Vinícius declaró de manera telemática ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca por los insultos racistas que recibió durante el encuentro ante el Mallorca en Son Moix del pasado 5 de febrero. Tras el encuentro, un aficionado fue identificado y posteriormente arrestado por insultar de forma racista al brasileño del Real Madrid.
En un vídeo de apenas un minuto publicado por El Mundo, el astro fluminense responde ante la juez de la isla balear que no fue consciente del tipo de insultos que recibía a lo largo del partido, algo que después supo a través de las grabaciones.
«No se puede hacer eso con la gente negra que se ha visto afectada durante la Historia de la Humanidad», añadió un Vinícius con semblante serio. Lo estuvo más cuando fue preguntado si las referencias a los monos se podía entender de otra manera. «Eso será a la gente blanca, no a la gente negra», zanjó, incidiendo en que los insultos tuvieron una connotación claramente racial. Por último, le plantearon si él también había insultado a otros futbolistas durante el partido, y lo negó: «Si hubiesa insultado a un compañero o al árbitro me hubieran expulsado».
Un año de racismo
El jugador ha sufrido varios episodios de racismo en las gradas, con una decena de denuncias por insultos en varios juzgados de la geografía española, donde el brasileño vive un ‘déjà vu’ hostil cada vez que ha pisado un césped rival. Desde Pamplona a Sevilla, pasando por Valladolid, Barcelona o Valencia. Sin olvidar el incidente en que unos ultras del Atlético de Madrid colgaron de un puente de la capital española un muñeco con su camiseta simulando un ahorcamiento.
Unos incidentes que vivieron en Mestalla, el pasado mes de mayo, la gota que colmó el vaso con la situación del madridista. El atacante se encaró con el aficionado que le insultó obligando al árbitro a detener un encuentro en el que terminó siendo expulsado por propinarle un manotazo al guardameta ché.
El vertiginoso atacante, que ha tenido varias grescas con rivales y aficiones ajenas a lo largo del último curso, publicó tras la riña de Valencia en sus redes un vídeo con los menosprecios vividos en varios estadios. Hasta la fecha se han registrado 10 denuncias por xenofobia contra el delantero, mientras que LaLiga, sin potestad de sancionar, ha solicitado en varias ocasiones dichas competencias.
Estos escándalos recurrentes a lo largo del curso pasado han hecho actuar al ministerio del Interior para dotar de nuevas herramientas a las Fuerzas de Seguridad del Estado que le permitan incluso exigir que se pare o se suspenda un partido.
El ministerio dirigido por Fernando Grande-Marlaska presentó recientemente una instrucción en la que da la capacidad a los mandos policiales a cargo de la seguridad de un partido para instar a los árbitros a no dar inicio, parar o suspender un encuentro deportivo parcial o definitivamente cuando consideren que los incidentes racistas sean graves.
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