Mazón es investido presidente de la Comunidad Valenciana con los votos del PP y Vox

La sesión de investidura de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat ha comenzado esta mañana en Les Corts con la garantía de que el aspirante popular será el nuevo jefe del Consell. Con el apoyo de Vox atado, a diferencia de otras regiones como Murcia, el dirigente popular ha exhibido un tono de consenso en el que ha buscado un perfil diferenciado de sus socios al confirmar que mantendrá un lucha activa contra la violencia de género y que contará con una vicepresidencia en la que se incluirá la cartera de Igualdad.

Así lo ha trasladado Mazón en un discurso de investidura que ha durado 50 minutos. El aspirante del PP ha decidido comenzar su intervención con unas palabras a Miguel Ángel Blanco el mismo día que se cumplen 26 años de su asesinato por parte de ETA. Todos los diputados de Les Corts le han dedicado un minuto de silencio y se ha producido el único aplauso al unísono por parte de todos los cuatro partidos con representación, incluídos PSOE y Compromís.

Una vez concluido este pequeño homenaje Mazón ha arrancado un discurso en el que ha expuesto las que serán sus principales líneas de actuación como presidente. Pero ha querido empezar evidenciando que siempre tendrá «la mano tendida», tal y como ha tratado de hacer en estas primeras semanas en las que trató de buscar el apoyo de los socialistas a su investidura y llegó a pactar con el grupo de Joan Baldoví la Mesa de Les Corts, además de cerrar una investidura con Vox. Su objetivo es mantener esta línea a pesar de que incorpore a la derecha populista a su Consell.

Tras esta verdadera declaración de intenciones ha pasado a desgranar su programa. Y como primer eje se ha centrado en una sanidad que estará en el centro de su gestión. Para impulsar medidas con un amplio consenso como es el refuerzo de la atención primaria, la reducción de las listas de espera, la dignificación de los profesionales o una mayor apuesta por la salud mental. Pero también con medidas que le diferencian de la izquierda como la supresión «del requisito lingüístico encubierto».

En la misma línea se ha pronunciado sobre la educación. El aspirante del PP quiere culminar el proyecto de implantar la educación gratuita de cero a tres años, pero también crear un sistema que garantice una buena formación «para competir en un mundo global». Entre sus objetivos destacan promesascomo terminar con medidas que han dejado de lado a la concertada y garantizar «una verdadera libertad de elección» tanto de centro como de lengua que considera que no ha sido real durante los últimos ocho años del Botánico.

El tercer gran tema han sido los impuestos. Mazón ha confirmado que aprobará una reforma fiscal «para rebajar el IRPF a todos los valencianos», en especial a las clases medias «garantizando la progresividad». Pero este no será el único cambio fiscal ya se que se derogará una tasa turística que se iba a comenzar a aplicar en 2024 y se suprimirá el impuesto de sucesiones y donaciones.

La defensa de un cambio en el modelo de financiación autonómica, el fomento de la vivienda pública o el despliegue de unas energías renovables cuyos proyectos llevan años atascados serán otros de los grandes proyectos, tal y como ha defendido Mazón. Pero en esta legislatura habrá hueco para la identidad, con la promesa de que se aprobará una nueva ley de señas de identidad y de que «el gobierno del cambio eliminará todo apoyo a aquellos que nos quieren imponer los Països Catalans». Así lo remarcó el virtual presidente de la Generalitat en una de sus intervenciones más aplaudidas.