El granizo y la lluvia de la primavera provocan la falta de melones y sandías

El granizo y la lluvia de la primavera provocan la falta de melones y sandías

Comer sandía y melón se ha convertido este mes de julio casi en un lujo. La fruta del verano ha multiplicado su precio en los supermercados. El empresario Juan Marín, vicepresidente y representante del sector agroalimentario en Croem, reconoce que se ha vivido «una situación difícil» por la merma de producción de estos dos clásicos veraniegos como consecuencia de los efectos del granizo y las fuertes lluvias que cayeron en los meses de mayo y junio. Algo que se sufre ahora de forma concreta con la menor oferta en los mercados durante las últimas tres semanas, lo que ha motivado a su vez que los precios se hayan disparado, en algunos casos hasta triplicarse. Una circunstancia que se prevé que se prolongue todavía alrededor de unos diez días más, dejando por tanto un volumen de comercialización de producto por debajo del nivel de demanda. No obstante, Marín vaticina que «todo volverá a regularizarse en breve».

Algunas fincas agrícolas vieron cómo se perdía entre el 50% y el 60% de las cosechas de melón y sandía que estaba previsto recolectar entre la segunda quincena de junio y la primera de julio. En el Valle del Guadalentín, una de las zonas productoras más importantes, el temporal de precipitaciones y pedrisco dejó cerca de 4.000 hectáreas destrozadas. Sin embargo, tal como apunta Marín, director general de la empresa hortícola Cricket-Campo de Lorca, «hay que lanzar un mensaje de tranquilidad» porque a partir de la próxima semana se van a empezar los cortes de la producción más tardía que abarca el periodo que se extiende desde ahora hasta septiembre, así como la entrada también del producto tradicional en estas fechas procedente de Castilla-La Mancha. Un hecho que permitirá volver al equilibrio en un momento de fuerte pico del consumo de estos productos en toda Europa debido a las altas temperaturas.

En la misma línea opina Plácido Pérez, presidente de la Coag Lorca y vocal de Alimer. «A raíz de la granizada del 13 de mayo se perdió hasta un 82% de la producción en la zona del Guadalentín, cuando esta suele abastecer a los consumidores en julio», recalca Pérez. «Después, siguió el mal tiempo; no hubo cuaje y floración, lo que ha causado que no haya sandía gorda», añade. También cree que entrarán más melones y sandías, pero su pronóstico se acerca más a la primera semana de agosto, aunque advierte de que siempre están en riesgo por las inclemencias climatológicas. El jueves «cayó granizo, poco pero marcó algunas sandías; debemos ser cautos porque puede venir un temporal y arrasar», avisa Pérez, al mismo tiempo que revela que, pese a que los precios han aumentado, los agricultores no saben si obtendrán beneficios este año.

Mejor sabor

Por su parte, Fernando Gómez, director general de Proexport, asegura que solo se ha recolectado entre el 25% y 30% de la cosecha de melón de lo que se tenía previsto, mientras que la sandía ha sido un poco mejor. «Si se tiene una pérdida del 75% de la producción en los campos, hay dos consecuencias: el abastecimiento y la repercusión del precio», afirma Gómez. En el primer caso, los agricultores se enfrentan con dificultades a un mercado con gran demanda, sobre todo, cuando olas de calor están azotando a los territorios de manera casi constante. Y, en segundo lugar, el productor se ve obligado a vender la fruta a un coste aún mayor en origen. El representante de la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región también espera que, a partir de la próxima semana, la producción de melón y sandía se normalice y que aumente su presencia en los supermercados de forma progresiva y acelerada, gracias a las altas temperaturas de las últimas semanas. «Disfrutaremos de una fruta con mejor sabor, dulzor y calidad, ya que el calor extremo ha estimulado su grado de maduración», remarca Gómez.

La Región es la primera comunidad exportadora de melón, y también se encuentra entre las tres primeras en el producto de sandía, tras Andalucía y la Comunidad Valenciana. Las sandías sin pepitas, tanto para exportación como para mercado nacional y el melón de Piel de Sapo para mercado nacional son las variedades por las que se decantan los productores murcianos, según Proexport. Le siguen los destinados a la exportación como Galia, amarillo, el cantalupo y el charentais.

Los clientes han llegado a pagar hasta cuatro euros por kilo

Las familias han llegado a pagar en julio más de 12 euros por una pieza de melón o sandía en algunas fruterías (unos 4 euros por kilo), un precio inédito en la fruta reina del verano. La fuerte demanda que se está viviendo estos últimos días por las olas de calor y la escasa producción por los fenómenos meteorológicos acontecidos a finales de la pasada primavera han espoleado el valor. Primero, en origen, como señalan los productores, y, segundo, en los distribuidores y en los puntos de ventas. Según Fernando Gómez, director general de Proexport, a pesar de este precio coyuntural, el melón sigue siendo la fruta más barata por kilo del verano, frente a otras de hueso. «Un precio por kilo mucho más apetecible que otras», indica Gómez. El incremento del consumo, debido a que se trata de una fruta hidratante y saciante, también ha generado un desabastecimiento en los supermercados. «Tenemos comprobado que las ventas de melones y sandías ascienden a partir de los 25 grados, pero desde los 28 grados, se disparan», subraya Goméz. «En nuestra encuesta de evaluación del Programa de Fruta Escolar, la sandía triunfa como la número uno de los escolares y el melón está en cuarta posición», concluye el director general de la asociación de productores y exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia.

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