Una pedida de mano y la canción especial sobre Murcia enamoran al público del concierto de Manuel Carrasco

Una pedida de mano y la canción especial sobre Murcia enamoran al público del concierto de Manuel Carrasco

Nada más saltar al escenario, Manuel Carrasco incendió el cielo de la Plaza de Toros de Murcia lanzando una flecha en llamas con un arco como homenaje a la gira de su último disco ‘Corazón y flecha‘. La noche prometía emociones y sentimiento a flor de piel, bajo el amparo del enorme corazón rojo que presidía el escenario. Con una plaza llena a reventar y ‘sold out’ de entradas desde hace semanas, el onubense comenzó un concierto que hizo brillar las caras y los ojos de los asistentes, que al final de la cita aseguraban haber vivido magia. Y vaya si la vivieron, unos algo más emocionados que otros.

Hacia el ecuador del concierto y con un Manuel Carrasco entregado y con la camiseta empapada en sudor –el calor murciano no quiso faltar al evento-, un corro de gente y varias linternas encendidas en la pista de la plaza de toros presagiaban que algo especial iba a ocurrir. Unas palabras y varias sonrisas después, un chico se arrodillaba delante de su novia para hacerle la pregunta que cambiará sus vidas. La emoción se dejaba ver en la cara de los espectadores a tal declaración de amor y en la de la chica, que no dudó en dar el ‘sí, quiero’ y ambos se fundieron en abrazos y arrumacos que enamoraron a todo su alrededor.

Mientras la pedida de mano centraba la atención del público, seguían sonando las clásicas canciones de Manuel Carrasco, en concreto ‘Siendo uno mismo’, pero el artista todavía tenía reservado un buen repertorio emocional. Uno de los puntos más entrañables llegó en la canción ‘Un pasito más’, compuesta en honor a Elena Huelva, la joven que destacó en redes sociales por su lucha contra el cáncer y falleció el pasado año. Todo el público con la piel de gallina asistía al recuerdo de la chica con el corazón en un puño y hubo quien no pudo evitar que se le escaparan las lágrimas cuando la cara de la joven se dibujó en las grandes pantallas del escenario.

Durante algo más de dos horas, Carrasco interpretó tema tras tema de su discografía, donde no faltaron clásicos como ‘Qué bonito es querer’ o ‘Déjame ser’, que el público coreaba con gran emoción e intensidad. Con la camiseta ya totalmente empapada y tras alguna referencia al fuerte calor murciano que protagonizó la noche –«por mi madre que nunca había cantado en una sauna»-, el onubense recibió un gran ovación del público, que no quería que acabase la velada. «Voy a cantar la última», sonreía el artista.

Entre la incertidumbre por no saber cuál era, ya que había cantado todos sus clásicos, Carrasco se plantó en solitario en su piano en el centro del escenario y comenzó a tocar su canción más murciana, esa que le ha dedicado a la capital de la Región y que la recorre de norte a sur, mencionando el barrio del Carmen, Floridablanca o la plaza de las Flores, además de acordarse de las Fiestas de Primavera y sus huertas y del Entierro de la Sardina. Además, como broche final, el gaditano ha añadido un nuevo verso que desató los aplausos:

«De aquí de esta tierra,

el número uno,

Carlitos Alcaraz de Murcia

conquistando el mundo«.

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