Así cayó Andrii, el líder de la banda que desvalijaba un coche cada dos días

Lideró una banda que se dedicaba a robar coches y todo lo que encontraba dentro de los mismos. A los dos turismos que se llevó le siguió una veintena de sustracciones en el interior de vehículos que estaban estacionados en aparcamientos de grandes superficies de la costa de Alicante y la Región.

Para ello, utilizaba dispositivos tecnológicos para inhibir la señal de las llaves y mandos a distancia de los vehículos cuando su usuario hacía uso del botón de cierre. El frenetismo por desvalijar coches fue tal que la Guardia Civil desplazó a su unidad de la Sección de Delincuencia Organizada de Automóvil (SDO) de Madrid hasta la Región, para cazar a esta banda que estaba causando estragos en la costa.Por estos hechos, el fiscal pedía cinco años y medio de prisión para Andrii, como cabecilla del grupo, por un delito continuado de robo y otro de falsedad de documento oficial. Pero el ucraniano, que fue defendido por el abogado Francisco Valdés Albistur, cumplirá dos años de cárcel, tras llegar las partes a un acuerdo de conformidad, tal como refleja la sentencia a la que LA VERDAD ha tenido acceso.

El juez pone de relieve en el auto que el grupo empleaba dispositivos tecnológicos para inhibir la señal de las llaves y mandos a distancia de los vehículos cuando su usuario hacía uso del botón de cierre. De esta manera, descodificaba la señal, sin tener que forzar la cerradura ni causar desperfectos en los vehículos afectados. Con este método, la banda llegó a sustraer dos coches de lujo, dos Lexus, modelo NX y robaron en una veintena de vehículos entre julio y agosto de 2019.

Lexus, la marca del deseo

El primer coche que robó Andrii, con la colaboración de otro miembro de la banda que no pudo ser detenido, fue un Lexus NX 300H, valorado en unos 50.000 euros. Lo hizo el 1 de julio de 2019, sobre las 21.15 horas, cuando se desplazó en un Toyota Corolla al aparcamiento de la explanada de Los Reyes de España de Lo Pagán ( San Pedro del Pinatar), donde su propietaria lo había dejado allí estacionado. La mujer hizo clic en el botón del mando y Andrii captó la señal. Con ese código, pudo abrir el coche y llevárselo sin llamar la atención. Él tenía, en apariencia, predilección por esta marca y ese modelo de coche, porque solo quince días después volvió a fichar un Lexus NX en la calle Teodoro Llorente de Campoamor (Orihuela). Su dueño cerró el vehículo y el procesado, que rondaba por allí, captó la señal, duplicó el código y le levantó en coche. Hubo seis denuncias de robos de coches de esta marca y modelo entre finales de 2018 y mediados de 2019 en la costa de la Región y Alicante. Estas coincidencias hicieron levantar las orejas a los expertos de la lucha contra el crimen de la Guardia Civil e iniciaron una investigación. Hasta aquí se desplazaron agentes de la Sección de Delincuencia Organizada del Automóvil de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Policía Judicial de la Benemérita e identificaron a Andrii, el principal sospechoso. Le instalaron varios dispositivos de geolocalización en el vehículo que utilizaba, el Toyota Corolla, para perpetrar los robos.

Paralelamente, uno de los Lexus sustraído fue recuperado pocos días después, cuando otro acusado, Paulo D, ucraniano y de 30 años, fue cazado en la autopista AP-7 en un control de La Junquera cuando trataba de salir del país a bordo del coche de lujo. Los agentes inspeccionaron el automóvil y descubrieron que la placa de matrícula original había sido sustituida por una de Estonia.

El sospechoso alegó a los guardas civiles que un amigo le había pagado 300 euros a cambio de llevar el coche hasta la ciudad francesa de Lyon, una explicación que no convenció a los agentes, quienes confirmaron, por el número de bastidor, que el coche había sido sustraído en Lo Pagán dos semanas atrás. Fue detenido y acusado de cooperar con Andrii.

Actividad delictiva frenética

La sentencia expone que la actividad delictiva del principal acusado se prolongó durante los meses de julio y agosto con un desenfreno desmesurado. «El 8 de julio, Andrii, conduciendo su Toyota Corolla, se desplazó hasta el parking del supermercado Lidl, de la calle Caja de Ahorros de Alicante, y tras vigilar una furgoneta marca Volkswagen modelo Caddy y aprovechando el momento en el que sus ocupantes accedieron al interior del supermercado, sustrajeron del interior de la citada furgoneta un teléfono móvil marca Apple modelo Iphone 8».

El auto del titular del juzgado de Lo Penal número 3 de Cartagena señala que hubo casi un robo diario entre el mes de julio y agosto, hasta 23, cometidos en la costa oriolana y de la Región. Cuando la Guardia Civil registró su casa en Los Alcázares, intervinieron los objetos que había sustraído. Pero la clave fue la incautación de una ‘power bank’, una especie de batería externa modificada para transformarla en un inhibidor de frecuencia «usada por el acusado para inhibir la señal de las llaves inteligentes de los vehículos, estando a cierta distancia cuando el usuario acciona el botón de cierre».