Las Guerreras del agua concluyen una década de éxito con una plata mundial

Acostumbradas a luchar por los metales, las chicas de Miki Oca, el arquitecto del éxito, disputaban su novena final entre Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos en los últimos once años, algo inédito en el deporte por equipos en España a nivel internacional. Desde aquella plata en los Juegos de Londres 2012 que las dio a conocer, este grupo de jugadoras históricas, de las cuales queda la columbra vertebral que forman Laura Ester, Anni Espar, Maica García y la capitana Pili Peña, sirve de ejemplo y unión para reforzar el equilibrio entre generaciones. La vieja guardia mantiene la unión tanto dentro como fuera del agua y forma un equipo al que nunca se le acaba la ambición, con jugadoras de la promoción de Judith Forca o Beatriz Ortiz, junto a jóvenes perlas como Martina Terré, Cristina Nogué, Paula Camus o Elena Ruiz, que ya acudió a los Juegos de Tokio 2020 con apenas 16 años.

Las españolas tuvieron que ir a remolque durante gran parte de la final para terminar muriendo en la orilla en la siempre caprichosa tanda de penaltis, donde las de Países Bajos se mostraron infalibles. Empezó marcando la pauta del partido España con Maica García, que abrió el marcador, pero Van der Kraats y Sleeking dieron la vuelta a un encuentro con mucha lucha en el agua. Terré, una de las artífices de que España llegase hasta la final, cerraba la portería nacional, pero Lieke Rogge aprovechaba la superioridad numérica en el final del primer cuarto para poner en ventaja al equipo neerlandés.

La buena defensa española hacía recuperar las sensaciones para las de Miki Oca en un duelo de rachas en el que Elena Ruiz aceleraba en el electrónico para las de rojo. La benjamina conjuga a la perfección la serenidad de una veterana y la desfachatez propia de su edad.

Las superioridades volteaban e igualaban el casillero, que vio como los palos y las intervenciones de las guardametas dejaban en el segundo periodo un empate a seis. La prolongación comenzó con un agónico esprint, que hacía suponer un complicado tercer cuarto. Judith Forca, la máxima goleadora de la selección española en este torneo, demostraba su puntería para regresar la ventaja a Las Guerreras del Agua. El equipo neerlandés aprovechaba siempre las exclusiones españolas, y siete de sus ocho goles hasta ese tercer tiempo habían venido gracias a las superioridades numéricas.

Las superioridades volteaban e igualaban el casillero, que vio como los palos y las intervenciones de las guardametas dejaban en el segundo periodo un empate (6-6). La prolongación comenzó con un agónico sprint, que hacía suponer un complicado tercer cuarto. Judith Forca, la máxima goleadora del torneo, demostraba su puntería para devolver la ventaja a las Guerreras del agua. El equipo neerlandés aprovechaba siempre las exclusiones españolas, y siete de sus ocho goles hasta ese tercer tiempo fueron gracias a las superioridades numéricas. Se complicaba el partido para España, que desaprovechaba oportunidades, mientras que algunos desajustes defensivos ponían en ventaja al rival. Tocó remar en el último cuarto después de un desastroso tercer periodo de fallos. Tres goles de diferencia para Países Bajos (10-7) abrían hueco.

Sin embargo, Paula Crespí despertaba con un doblete a España, que sumaba más lanzadoras, como Bea Ortiz, para igualar a diez tantos ante las tulipanes, que tenían a unas espléndidas Sleeking y Rogge como líderes del equipo. Estiraban la posesión las neerlandesas en los últimos instantes del envite mientras Miki Oca pedía dos tiempos muertos para encontrar la solución, que tenía nombre y apellido: Judith Forca. La jugadora del Sabadell, autora de 22 goles a lo largo del campeonato, ponía el empate (12-12) para decidir por penaltis un oro mundial que se escapó de nuevo desde los 4 metros. La del waterpolo femenino fue la octava medalla para España en la cita mundialista de Fukuoka.