Roban los tubos del órgano de la catedral

Roban los tubos del órgano de la catedral

Durante los 124 años en los que cinco generaciones de la misma familia se hicieron cargo de tocar y mimar el órgano de la catedral en los oficios religiosos, no había ocurrido nada igual.

A raíz del relevo del organista de la principal iglesia de la diócesis, se ha descubierto graves desperfectos en el emblemático instrumento, faltando algunas de las piezas metálicas del órgano de tubos que son esenciales para su normal funcionamiento. Los sacerdotes y técnicos que se han consultado no encuentran una explicación lógica a este suceso.

Hasta hace unos días, Jaime, el joven músico responsable del órgano, cumplía su cometido con absoluta normalidad, pero su sucesor al teclado asegura que es imposible que haya podido tocar el instrumento en el estado en el que él lo ha encontrado.

Por el momento, no ha sido posible contactar con Jaime, que estos días se encuentra fuera de la ciudad, pero sí hemos hablado con Albina, su madre y viuda de Don Miguel, que asegura que su hijo es un chico ejemplar, que contribuye con su trabajo al bienestar de sus hermanos más pequeños, que tiene un talento especial para la música y que es muy responsable en su cometido en los oficios religiosos. Es más, se ha mostrado muy indignada por la decisión de los sacerdotes que lo han relevado de sus funciones a petición de las monjas benedictinas.

Don Fortunato, conocido cariñosamente como el Tío Magi, se muestra por el contrario muy crítico con su sobrino y asegura que desde que perdió a su padre es un joven soñador en la línea del dolce far niente. Cuenta que siempre anda por ahí con un cigarrillo en la boca, que no sabe de dónde lo saca, y pensando cómo hacer una de sus travesuras juveniles. No me extraña que las hermanas de la congregación se escandalizaran cuando rompió la austeridad del templo con esas melodías operísticas que improvisó en el órgano. De nada sirvió que el chico reaccionará tocando una coral gregoriana cuando las caras de las monjas parecían tomates.

Desde la Catedral de San Martino informan de que este asunto quedará aclarado en breve y de que los desperfectos del órgano serán subsanados lo antes posible para que los ciudadanos de Lucca sigan disfrutando de los oficios religiosos como hasta ahora. Sin duda, las explicaciones del anterior organista, Jaime (Giacomo) Puccini, verterán más luz en este insólito suceso.

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