El tercer crimen machista en cuatro días culmina un mes negro con ocho muertes

El cuerpo sin vida de Vanessa lo descubrió su hermana, con la que comparte piso junto a otra pareja en la población sevillana de Utrera, cuando entró este lunes en la casa, poco después de las cinco de la mañana, a donde regresaba tras pasar la noche con unos amigos.

El equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil que se ocupa del esclarecimiento del caso sospecha que fue el marido de Vanessa, un hombre que se encuentra en paradero desconocido desde antes del hallazgo del cadáver, quien le quitó la vida en la vivienda en que residían, muy posiblemente mediante un fuerte golpe en la cabeza.

Las fuerzas de seguridad han puesto en marcha una operación para lograr la detención del presunto asesino, sobre quien no consta que haya denuncias previas por violencia de género, como tampoco existían datos en los servicios sociales del municipio que alertasen de que la fallecida fuese una víctima de la violencia de género.

Las primeras investigaciones apuntan a que el crimen machista se habría cometido entre las 21:30 horas del domingo y las cinco de la mañana del lunes, pero este extremo, así como la causa concreta de la muerte, lo tendrá que certificar la autopsia que le será realizada por los especialistas del Instituto Anatómico Forense de Sevilla.

La joven asesinada no tenía hijos y, según las indagaciones preliminares, se ganaba la vida con los cuidados que prestaba a una persona mayor de este municipio de 50.000 habitantes ubicado a 35 kilómetros de la capital.

Los ocho homicidios de género que registrará el mes recién concluido una vez el Ministerio de Igualdad otorgue rango oficial al crimen de Utrera lo convierte en el tercer peor julio de la década, pues solo se contabilizaron más asesinatos en julio de 2015, cuando hubo nueve fallecidas, y en 2019, cuando fueron diez.

El crimen de género número 32 en España desde que comenzase el año culmina un fin de mes dramático, con tres homicidios machistas entre la tarde del jueves 27 y la noche del domingo al lunes pasados.

Fue el día 27, poco después de las cinco de la tarde, cuando los equipos de emergencia hallaron atada y muerta en su casa de Girona a Carla, de 26 años, a quien su expareja estranguló, según confesó más tarde él mismo, tras ser detenido e interrogado.

Dos días después, en la madrugada del sábado al domingo, los servicios sanitarios no lograron salvar la vida de Elena, una mujer de 29 años, cuando acudieron a su vivienda, en el número 66 de la calle Sant Iscle de Barcelona, sobre la una y media de la mañana. Esta vecina del distrito de Nou Barris había sido acuchillada presuntamente por su pareja, quien fue detenido por los Mossos d’Esquadra e ingresó horas más tarde en prisión preventiva sin posibilidad de fianza por orden del juez instructor. En el caso de esta víctima, al igual que en los de las otras dos muertas desde el jueves, no existían denuncias o indicios previos de la existencia de malos tratos.

La nueva ola de feminicidios ha provocado que el Ministerio de Igualdad reúna este martes el comité de crisis contra la violencia de género por tercera vez en lo que va de año. El foro, al que también acuden responsables de Interior, Justicia, de la Fiscalía y de las autonomías donde se han producido muertes, analizará uno por uno los asesinatos de julio y tratará de determinar qué ha fallado en cada caso para proponer medidas correctoras. El comité de crisis se convoca desde hace un año siempre que hay cinco o más crímenes en un mes.