Barça-PSG, una larga lista de afrentas y un claro ganador

El primer cara a cara entre Barça y PSG en el mercado se remonta a los orígenes del faraónico proyecto catarí en la capital de Francia, con Thiago Silva como protagonista. El central brasileño militaba en el Milan cuando el club azulgrana se planteó su fichaje y se puso en contacto con su representante. Tal y como desveló el propio futbolista, «el sueño de niño» de jugar en el Camp Nou no se cumplió pues ya había dado su palabra a Leonardo, director deportivo del PSG, que finalmente se salió con la suya firmando al defensa.

Otro zaguero brasileño que fue objeto de deseo por parte del Barça pero acabó en París. El entonces defensa de la Roma era uno de los jóvenes con mayor proyección del fútbol europeo en 2013, cuando desde las oficinas del Camp Nou catalogaron su fichaje como prioritario. Como ya había ocurrido con Thiago Silva poco antes, los petrodólares cataríes del PSG se entrometieron y el que iba a ser un jugador de época en el Parque de los Príncipes acabó en la capital gala tras un traspaso de 35 millones de euros.

La salida de Neymar del Barça al PSG fue probablemente el mayor golpe al club culé en el mercado de fichajes desde la controvertida marcha de Luis Figo al Real Madrid en el verano del año 2000. De la dimensión de aquel sorprendente movimiento habla claramente que sea todavía el traspaso más caro de la historia, pues los 222 millones de euros de la cláusula de rescisión en el contrato del atacante brasileño tuvieron la culpa de que hiciera las maletas y dejase tirado al club que apostó todo y se metió en un buen lío por su fichaje en 2013.

Tras el enorme revés del adiós de Neymar, el Barça trató de reaccionar llevándose a una de las piezas clave del PSG en el centro del campo. Tanto el italiano como su entonces representante, Donato di Campli, estaban convencidos de que el jugador cambiase de aires, aprovechando la liquidez en las arcas azulgranas para acometer un fichaje ambicioso. Sin embargo, Nasser Al-Khelaïfi cerró la puerta categóricamente al ofrecimiento de Josep Maria Bartomeu y el futbolista acabó cambiando de representante en favor de Mino Raiola y renovando en hasta dos ocasiones.

En el verano de 2018 el nombre del centrocampista francés, campeón del mundo con su selección en Rusia, se ligó al Barça. Las posturas encontradas entre el jugador y el PSG frenaron su renovación y ante la situación de que el jugador quedaba libre el 30 de junio para salir del club fue apartado. Parecía muy cerca de la Ciudad Condal pero la irrupción de Frenkie de Jong en el Ajax y las elevadas pretensiones económicas de Véronique, madre y representante de Rabiot, dieron al traste con el fichaje.

Durante muchos años Xavi Simons fue una de las grandes promesas de la cantera del Barça, sin embargo, el joven talento neerlandés abandonó La Masia sin llegar a tener un contrato profesional y sin debutar con el primer equipo azulgrana. El PSG lo incorporó a su equipo juvenil bajo unas condiciones de estrella y ahora, tras un paso destacable por el PSV Eindhoven de su país, encara el regreso a París para tratar de hacerse al fin un hueco.

El golpe de Neymar fue doloroso y las consecuencias profundas y duraderas, pero lo que verdaderamente ningún aficionado culé podía imaginar ni en sus peores pesadillas era ver al mejor futbolista de la historia del Barça defendiendo la camiseta de otro club europeo en la elite. La cúpula del PSG solo tuvo que esperar a que en los despachos del Camp Nou asumieran que la continuidad del astro argentino era una quimera a tenor de la calamitosa situación financiera azulgrana. Las lágrimas del rosarino en una rueda de prensa de una tristeza infinita fueron la viva representación de un barcelonismo en shock.

La elección de Ousmane Dembélé en favor del PSG y su propuesta económica, sustancialmente superior a la del Barça, constituye una afrenta casi personal para Xavi Hernández. El entrenador catalán ha sido un firme defensor del francés desde que llegó al banquillo del Camp Nou y ha tratado de sacar la mejor versión del jugador por todos los medios. El buen tono del galo cuando estuvo en plenas condiciones físicas la pasada campaña parecían dar la razón a un técnico al que ahora Dembélé deja sin uno de sus mejores recursos ofensivos.