Aleix Espargaró bate al campeón Bagnaia en la última vuelta

Aleix Espargaró bate al campeón Bagnaia en la última vuelta

«Hay días, y en mi carrera deportiva he tenido pocos, en los que sales a pista y te sientes invencible. Hoy era uno de ellos». Con estas palabras explicaba Aleix Espargaró la determinación con la que había afrontado el GP de Gran Bretaña, cuya victoria suponía la segunda en su longeva trayectoria. Un plan iniciado desde el mismo viernes, cuando ya fue el más rápido en seco aventajando a sus rivales en más de medio segundo; que el sábado se truncó por la lluvia; y que el domingo también estuvo a punto de irse al traste cuando empezó a chispear sobre el asfalto de Silverstone.

La carrera llegaba al ecuador, recién completadas las diez primeras vueltas de las veinte programadas, y empezaron a ondear en el circuito las banderas de lluvia. Hasta ese momento, Pecco Bagnaia lideraba una carrera en la que sus dos rivales por el título estaban descartados para la victoria. Su compatriota Marco Bezzecchi se había ido al suelo en la quinta vuelta cuando era segundo, y Jorge Martín se había visto implicado en un toque en la salida y rodaba en las últimas posiciones.

Lideraba desde el inicio el campeón Bagnaia, pero tenía pegado a su rueda a Aleix Espargaró, que había planeado dejar al italiano que llevara el peso de la carrera y esperar su momento para atacar. Pero cuando la fina lluvia hizo acto de presencia, todo el plan se fue al traste y tocó improvisar.

Aparecieron nuevos actores principales por delante, como su compañero Maverick Viñales, Brad Binder o Miguel Oliveira. Ya no iba a ser un mano a mano con Bagnaia, y tocaba proteger incluso el podio en unas condiciones más que delicadas. Ni llovía fuerte, ni dejaba de caer. Y nadie por delante optaba a entrar en boxes y cambiar de moto.

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La victoria se iba a decidir en la última vuelta e iba a ser un mano a mano entre Bagnaia y Aleix. La Aprilia del español parecía una extensión de la Ducati del italiano y el ataque llegó en uno de los puntos más icónicos del legendario trazado inglés, las enlazadas de Maggotts y Becketts. El piloto de Granollers se deshizo con determinación del vigente campeón y de ahí hasta el final defendió la posición en un circuito que poco a poco se empapaba.

Silverstone volvió a ser talismán para Aleix y para la Aprilia. En esta pista el tándem hispano-italiano ya había logrado su primer podio; y el cuarto puesto de Oliveira y el quinto de Viñales confirmaban que a la moto transalpina se le da muy bien esta pista. Con este triunfo, el mayor de los Espargaró escala hasta la sexta posición del campeonato, aunque el título es una quimera después de una primera mitad de año discreta. Son 107 puntos de desventaja sobre Bagnaia, que refuerza su liderato este fin de semana, aventajando en 41 puntos a Jorge Martín, que finalmente remontó hasta la sexta posición, y en 47 a Bezzecchi.

Cruz y cruz para los Márquez

Si en el sprint del sábado Álex fue la cara de la moneda y Marc fue la cruz, en la carrera larga del domingo ninguno de los dos hermanos pudo concluir la carrera. El pequeño de los Márquez tuvo que retirarse en la quinta vuelta por un problema mecánico en su Ducati. Hasta ese momento estaba luchando en el grupo delantero, pues era cuarto por detrás de Aleix. «Tenía ritmo para estar con los líderes y después de la victoria de ayer este fin de semana me deja un sabor un poco agridulce», se lamentó.

Para Marc el domingo duró algo más en pista, pero el resultado fue igual de infructuoso. Se mantuvo toda la carrera en el tercer grupo, luchando por entrar en el ‘top 10’, pero un toque con el italiano Enea Bastianini a falta de seis vueltas provocó su enésima caída del año. Un domingo más se quedó sin puntuar, algo que todavía no ha logrado este año. «Hoy es de esos días en los que se ha juntado toda la mala suerte. Tuve un toque en la primera vuelta que me rompió un ala y cuando empezó a llover más fuerte, Bastianini cometió un error, mi freno delantero impactó con su rueda trasera y me he caído», analizó.

Otro gran premio en blanco para Marc Márquez del que, sin embargo, sacaba una lectura positiva: «Me voy satisfecho conmigo mismo y por cómo hemos trabajado con el equipo. Hoy tenía la sensación de que podía haber ido un poquito más rápido, pero mi objetivo era hacer un fin de semana sólido y sin caídas porque seguimos construyendo de cara al futuro».

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