Lamine Yamal se presenta en el Gamper

Lamine Yamal se presenta en el Gamper

El Barça se presentó ante su público este martes en su nueva ‘casa’: el estadio Olímpico de Montjuïc. Y lo hizo con Lamine Yamal como gran estrella. El joven futbolista, de apenas 16 años, entró en la segunda mitad con el partido atascado, hizo olvidar a Dembélé y dos detalles suyos pusieron patas arriba un recinto deportivo que hasta ese momento había lucido gris. Los goles de Lewandowski, Ferran Torres, Ansu Fati y Abde sellaron el 4-2 final ante el Tottenham en un Joan Gamper que será recordado para siempre como el de la irrupción de Lamal, un futbolista que eligió para brillar el mismo que Leo Messi en 2005 cuando deslumbró al Camp Nou ante la Juventus.

Era la presentación del campeón de Liga, la bienvenida para los nuevos fichajes y el estreno del estadio Lluis Companys. Todo en uno, una fiesta, y sin embargo todos los focos estaban puestos en Rafa Yuste, el vicepresidente del área deportiva. Él fue el encargado de salir a la palestra para resolver todas las dudas que en este momento están en la mesa del Barcelona. «¿Dembélé? Estamos negociando con el PSG y esperamos que en breve todo llegue a buen puerto», «¿Inscripciones? Llevamos tiempo trabajando en ello y pronto habrá buenas noticias», «¿Neymar? No alimento rumores». Así fue repasando toda la actualidad, como el que reparte caramelos a la puerta de un colegio.

Mientras tanto, los de Xavi se mantenían ajenos a todo el ruido que estaba preparando Rafa Yuste con su mitin, mucho más ruidoso que su nueva ‘casa’ futbolística, un Lluis Companys que sigue sin convencer a una afición que añora el Camp Nou. «Cambiamos de casa, pero os necesitamos porque el objetivo es el mismo, ganar todos los títulos», dijo el técnico de Tarrasa ante los 35.000 asistentes. Su discurso vino alimentado con un once que perfectamente puede ser el que se estrene este domingo frente al Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. El egarense mantuvo el 4-4-2 del pasado curso con Eric García como novedad junto a Araujo, con Gavi en la medular acompañando a Oriol Romeu, De Jong y Pedri y con Raphinha y Lewandowski como encargados del gol.

Táctica sin sorpresas

El planteamiento de Xavi no engañaba a nadie. Presión en campo contrario, circulación rápida de la pelota y Raphinha y Balde como estiletes en los costados. Con esa receta llegó el gol nada más empezar el choque. El extremo brasileño cazó un balón al espacio y le puso un centro medido a Lewandowski, de esos que el polaco no suele desaprovechar. El tanto despertó al Olímpico y también a un Tottenham que no había llegado a Barcelona para hacer turismo. Los ‘spurs’ de Ange Postecoglou poco tienen que ver con los de los últimos años y reaccionaron de inmediato.


El técnico culé, Xavi, se dirige a los espectadores del estadio Olímpico, la nueva ‘casa’ azulgrana, antes de comenzar el trofeo Gamper.,


Afp


El Tottenham comenzó a ganar las disputas y antes del descanso dio la vuelta al choque en un abrir y cerrar de ojos gracias a un doblete de Skipp. El centrocampista inglés se encontró un rechace en el área para hacer el empate y cabeceó a placer el segundo antes del descanso tras un envío de Perisic. Fue el epitafio de una primera mitad en la que los culés fueron de más a menos y en la que terminaron de la peor manera posible; por detrás en el marcador, con dudas en defensa y con Araujo fuera antes de tiempo a causa de unas molestias.

Tras la reanudación, el Barça seguía atascado. Bissouma, Skipp y Lo Celso estaban ganando la partida en la zona ancha a los culés y la presión arriba era estéril ante un rival que salía con facilidad desde atrás. Fue ahí cuando el Tottenham pudo ampliar la renta. Richarlison, Dier y Pedro Porro probaron fortuna antes de que Xavi decidiera mover ficha para cambiar la inercia de encuentro.

Jóvenes al poder

El técnico de Tarrasa fue dando entrada a Marcos Alonso, Ferran Torres, Ansu Fati, Iñaki Peña, Abde, Gündogan, Fermín López y Lamine Yamal. Hasta ocho modificaciones hizo Xavi hasta que su equipo mejoró, fue más compacto y encontró el vértigo gracias a Abde y sobre todo a Lamine Yamal.

El joven extremo, de apenas 16 años, tiene el descaro que tan poco abunda en el fútbol actual y en apenas dos acciones dejó claro a Reguilón que le iba a dar la noche. En la primera corrió al espacio y asistió con el exterior a Ferran Torres para igualar la contienda y en la segunda hizo un reverso que levantó al Lluis Companys y dejó en la cuneta al exjugador del Atlético y canterano madridista. Ansu definió esa jugada con el tercer tanto y Abde cerró la cuenta de un Barça que empezó con muchas incertidumbres desde antes del pitido inicial pero que terminó con la certeza de tener una promesa en ciernes a la vuelta de la esquina.

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