El Ibex aguanta los 9.400 puntos frente a la tensión inmobiliaria en China

El Ibex aguanta los 9.400 puntos frente a la tensión inmobiliaria en China

Los inversores repliegan alas ante una jornada de escasas referencias en el que la que el bajo volumen de negociación fue protagonista. El Ibex-35 cerró la sesión del lunes con un ligero descenso del 0,05% hasta los 9.429 puntos, con el sector bancario impidiendo la pérdida de ese nivel.

En concreto, Unicaja lideró al selectivo con una subida del 2,87%, mientras que Sabadell también avanzó más de un 1%, evidenciando que el sector ya se ha repuesto por completo del susto bursátil vivido con el anuncio de un nuevo impuesto a las entidades en Italia. En la parte baja de la tabla destacó Repsol, con una caída del entorno del 1,8% en una sesiónen la que los precios del petróleo volvieron a caer, con el barril de Brent, de referencia en Europa, en 86,2 dólares.

Los movimientos también fueron discretos en el resto de Bolsas europeas, con los inversores muy pendientes del sector promotor en China. Y es que las acciones del gigante del sector Country Garden se volvieron a desplomar casi un 18,5% en la Bolsa de Hong Kong, reactivando el fantasma de una nueva crisis inmobiliaria en el país.

La compañía ya anticipó la pasada semana mayores pérdidas de lo esperado para este año. Y ha incumplido sus obligaciones de pago con los inversores, correspondientes a dos cupones de emisiones de bonos. Las dudas sobre su solvencia son más que patentes. Pero pueden ir más allá. «La negativa economía del país, acentuada en los últimos días por los problemas inmobiliarios, está pesando en las expectativas de resultados de muchas compañías con gran exposición a este mercado», explican desde Link Securities.

El departamento de análisis de Bankinter añade que este escenario en China supone en sí una mala noticia para el mercado. No obstante, recuerdan que «igual que ya vimos en el caso de Evergrande, gran parte de la deuda de Country Garden está en manos de acreedores chinos«. Es decir, en caso de caer en ‘default’ (impago), probablemente intervendría el gobierno. Por ello, consideran que el peor de los escenarios debería tener poco impacto directo fuera de las fronteras del país. En todo caso, «la caída del sector inmobiliario pone de nuevo en duda la evolución de su economía y, por tanto, del crecimiento económico global», advierten.

Pendientes de la inflación

Otro factor que sigue inquietando a los inversores es la inflación, ya que su comportamiento determinará en gran medida la política monetaria de los bancos centrales. Si bien esta variable se ha moderado sustancialmente tanto en Europa como en EEUU desde máximos, parece que a partir de ahora costará seguir bajándola, especialmente la tasa subyacente.

En este sentido, y de cara al resto de la semana, los inversores contarán con algunas referencias que darán nuevas pistas en torno al futuro de la política monetaria. Entre otras, la producción industrial en la zona euro, así como la segunda estimación del PIB y, sobre todo, los datos de inflación definitivos de julio que se conocerán el viernes en la región. El dato anticipado situaba el IPC en el 5,3%, con la tasa subyacente -que excluye de su cálculo energía y alimentos frescos- en el 5,5%.

«La macro será abundante, pero no hay nada realmente relevante hasta Jackson Hole», explican los analistas de Bankinter, en referencia a la reunión anual de banqueros centrales que se celebrará entre el 24 y el 26 de agosto y que podría ser el próximo catalizador relevante para el mercado.

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