La Virgen de Agosto bendice a los marineros

La Virgen de Agosto bendice a los marineros

Miles de vecinos y turistas del litoral del Mar Menor acudieron este martes a la llamada de la Virgen de la Asunción, cuya imagen bendijo la laguna, sus pescadores y sus gentes. Las procesiones marítimas y terrestres, que los fieles celebran cada año, inundaron las playas de Los Alcázares y las cartageneras de Los Nietos, Cabo de Palos y La Azohía, en una tarde noche calurosa y muy festiva.

Una de las más multitudinarias tuvo lugar en Los Nietos, donde alrededor de medio centenar de barcos, engalanados con guirnaldas y banderas de España arroparon a la Virgen de agosto. Una comitiva llevó a hombros a la imagen de Nuestra Señora de la Asunción por las calles de la localidad desde su templo hasta el club náutico. Allí fue embarcada en el ‘Buenavista’, de la escuela de vela del club. Tras un emotivo, multitudinario y popular desfile marítimo que recorrió la costa hasta la Lengua de la Vaca, la imagen regresó al puerto para celebrar una misa de campaña. Por primera vez participó un grupo de remeras, que no quisieron perderse la oportunidad de recibir la bendición de la Virgen. Después, por el mismo recorrido que llegó volvió a la iglesia del pueblo, donde los fieles le cantaron la salve cartagenera. Los vecinos dicen hoy adiós a sus fiestas con un concierto y fuegos artificiales.

En Cabo de Palos, tras una mañana de celebraciones y actividades, los pescadores pasearon a hombros a la Virgen del Mar por las calles del pueblo. Las mujeres y los niños hicieron gala de sus trajes típicos, con sus pañuelos en las cabezas, sus delantales, sus cestos de esparto y sus grandes caracolas, convertidas por unas horas en improvisados instrumentos. Mientras, los hombres llevaban a su patrona en hombros. Después fue embarcada en el ‘Punta del Cabo’ para realizar un pequeño recorrido por la bahía. Allí se lanzó una corona de flores en recuerdo de los marineros fallecidos.

A hombros de las vecinas

La procesión estuvo acompañada de varios barcos de particulares y pescadores. Antes de su entrada a la iglesia, aquellos que la sostenían en sus hombros, acompañados por todos los que se acercaron allí a verla recogerse, entonaron con tremenda emoción la salve marinera.

Igualmente, hubo procesión marítima y misa en La Azohía, dentro de los festejos en honor a La Asunción, que tienen lugar en este pueblo y en Isla Plana. A hombros de una decena de mujeres, la imagen de la Virgen fue llevada hasta el cantil del muelle. Estuvo acompañada por un buen número de fieles, que cada año cumplen con esta tradición. En su pequeño trono fue embarcada en uno de los barcos de la empresa Hermanos Paredes, dedicada desde hace décadas a la almadraba. Tras recorrer la bahía tomó rumbo a Isla Plana, donde la nave fondeó unos minutos para que la imagen fuera adorada por los que la esperaban en la explanada de la iglesia del pueblo.

Tras ello, regresó a La Azohía, donde se celebró una misa en su honor. Por último y esta vez a hombros de una decena de hombres volvió a su templo, donde esperará a sus fieles hasta el año que viene. En Puerto de Mazarrón, los devotos también rindieron tributo a la talla que se custodia en la ermita de La Isla.


Embarcaciones que participaron en la procesión de La Azohía.


J. Paredes


Otro de los municipios del litoral que honró este martes a su patrona fue Los Alcázares, que como siempre vivió con gran intensidad su día grande. La jornada comenzó a las 8.00 horas con el despertar sonoro de los cohetes y bandas de música, que anunciaron una festividad alegre. A las 11.00 horas, se oficializó la misa por la Patrona antes de volver a celebrarse otra homilía, en este caso, marinera, como antesala del momento en el que la imagen iba a ser subida a una embarcación para repetir la romería por el Mar Menor.

Por segundo año consecutivo, tras el parón por la pandemia, cientos de devotos se acercaron para presenciar y mostrar su cariño a la Virgen de la Asunción en medio de aplausos y vitores de «guapa». La imagen recorrió una parte de la laguna acompañada por numerosos vecinos a bordo de sus embarcaciones también engalonadas. Durante su paso, se llegaron a lanzar castillos de fuegos artificiales para celebrar un festejo que nació hacia 1930 cuando un grupo de pescadores y huertanos pidieronn permiso para sacar la talla de la Virgen también por el mar.

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