La vimos de la mano de sus padres el primer día de guardería en el Colegio Santa María de los Rosales, también despedirse de ellos en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas cuando puso rumbo a Gales para estudiar el Bachillerato. La arroparon siempre en sus primeras veces, en su primer desfile militar, en su primera audiencia en palacio… Y los reyes Felipe y Letizia acompañan este jueves, como unos padres más, a la cadete Leonor. Al traspasar la puerta de la Academia Militar de Zaragoza, conocida como ‘La General’, la princesa de Asturias será una más. Se le mostrará su camareta, que compartirá con otras siete chicas y que será la misma que en su día, en 1985, ocupó el cadete Felipe. Allí le espera un armario de dimensiones reducidas, en el que colocará los que serán los cuatro trajes que más empleará el próximo año (el de diario, el de oficial, el de gala y el de maniobras) y la ropa deportiva. Allí le esperan seis primeras semanas en las que no dispondrá de permiso alguno, de mucha intensidad. Tanta que hay jóvenes que no llegan a superar ese trance.
La princesa Leonor se despedirá de sus padres hasta el 7 de octubre. Otro día de primeras veces, cuando jure bandera. Un acto en el que don Felipe, a diferencia de este jueves, no actuará como un progenitor más. Pero que nadie espere la pompa de hace casi tres décadas. Es más que probable que de aquí a esa mañana de octubre, Zarzuela distribuya imágenes de la heredera de la Corona uniformada. Pero será ese día en que se la verá vestida para la ocasión con el uniforme de gala. Para entonces, ya se habrá hecho a la vida del cuartel. Ya se habrá memorizado el decálogo del cadete, unas breves e impactantes frases que datan de 1927 y que se entregan a los nuevos alumnos el día de su incorporación a la academia para que puedan llevarlo siempre consigo hasta que lo interioricen. Lo recitarán, de hecho, todas las noches.
Decálogo del Cadete
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I.
Tener un gran amor a la Patria y fidelidad al Rey, exteriorizado en todos los actos de su vida.
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II.
Tener un gran espíritu militar, reflejado en su vocación y disciplina.
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III.
Unir a su acrisolada caballerosidad constante celo por su reputación.
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IV.
Ser fiel cumplidor de sus deberes y exacto en el servicio.
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V.
No murmurar jamás ni tolerarlo.
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VI.
Hacerse querer de sus inferiores y desear de sus superiores.
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VII.
Ser voluntario para todo sacrificio, solicitando y deseando siempre el ser empleado en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga.
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VIII.
Sentir un noble compañerismo, sacrificándose por el camarada y alegrándose de sus éxitos, premios y progresos.
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IX.
Tener amor a la responsabilidad y decisión para resolver.
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X.
Ser valeroso y abnegado.
Memorizar estos diez mandamientos de ‘La General’ no será lo que más esfuerzo le costará a la princesa de Asturias, que desde su llegada de Gales, donde los dos cursos pasados hizo el Bachillerato, ha seguido una preparación física específica. A los cadetes se les exige entrar en la Academia Militar de Zaragoza con la misma forma que cuando hicieron las pruebas de acceso (que Leonor no realizó). La primogénita de los Reyes se ha entrenado este verano para ser capaz de hacer 12 flexiones, correr 50 metros en menos de 9 segundos, un kilómetro en cuatro minutos, saltar 36 centímetros con los pies juntos… Para llegar preparada para «el importante esfuerzo físico que se le va a exigir en esta fase inicial del curso», avanzan en la Academia Militar de Zaragoza.
Y, además, ha tenido que adaptar sus pies a la nueva realidad: el empleo de calzado duro. «Si tiene algún problema en los pies visite al podólogo o especialista antes de su incorporación», recomendaron a los jóvenes en la resolución publicada en junio en el BOE, con la firma de la subsecretaria de Defensa, Adoración Mateos. En ella se avanzaba día y hora de la incorporación a la Academia de los cadetes y también se especifica que en las dos próximas semanas se abordará la fase de «acogida, orientación y adaptación a la vida militar, y después pasarán durante un mes por el Módulo de Formación Militar Básica.
En dicha resolución también se detallaba el material de uso personal que la princesa Leonor y sus nuevos compañeros llevarán a ‘La General’. Un poco de todo.
El petate de Leonor
La princesa de Asturias tendrá pues que olvidarse por un tiempo (tres años durará su instrucción militar, para recibir así formación en los tres ejércitos) de los vestidos y los tacones. Es probable que la próxima ocasión, una vez ingrese en la Academia Militar de Zaragoza, en que la veamos vestida como hasta ahora estábamos habituados sea a finales de octubre, pocos días antes de alcanzar la mayoría de edad, en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, que preside desde que cumplió 13 años.
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