Alcaraz se desquita ante su bestia negra

Alcaraz se desquita ante su bestia negra

No fue sencillo, porque por alguna razón, Tommy Paul es uno de los tenistas que peor se le da a Carlos Alcaraz, pero el murciano, tras un parón interminable por la lluvia, salvó un partido de tres horas y 16 minutos (7-6 (6), 6-7 (0-7) y 6-3) contra el estadounidense, su verdugo en Canadá, y avanza con sufrimiento hacia los cuartos de final del Masters 1.000 de Cincinnati.

Aunque esta vez, a diferencia de Toronto, la moneda sí cayó de su lado, lo cierto es que Alcaraz volvió a adolecer de regularidad y fue un partido bastante malo del murciano, que desde Wimbledon no ha encontrado la sintonía con su raqueta. Paul, uno de los afortunados que le dominaba en el ‘cara a cara’, venía de ganar ocho partidos en nueve días y de ser semifinalista en Toronto, por lo que era una gran advertencia para un Alcaraz que ya sufrió contra Jordan Thompson en su debut.

Y había que contar con un enemigo adicional, el viento que no dejó golpear tranquilo a ninguno de los dos durante todo el partido. Esto provocó un inicio de Alcaraz muy fuera de tono, con muchos errores no forzados y a merced de un Paul que tampoco necesitó de nada excepcional para ponerse 5-2 arriba. El estadounidense no notó ningún cansancio por el esfuerzo de las dos últimas semanas y parecía que la película de Toronto se repetía, pero Alcaraz remó poco a poco hasta reventar toda la ventaja de Paul e igualar el primer set. Tuvo un 0-40 que desaprovechó con 5-5 y se fue hasta el desempate, donde se vivió otra ruleta rusa.

Paul fue 1-3 y 3-5 arriba y levantó la primera bola de set que tuvo Alcaraz. Para generarse la segunda, Alcaraz recurrió al gran recurso de la dejada y al punto siguiente ganó su sexto ‘tie break’ seguido.

Un alivio, para el nubarrón que pintaba sobre el partido, pero no fue suficiente para que el murciano se moviera sobre raíles. Paul no se dejó ir y tuvo rotura de ventaja en tres ocasiones, siempre revertida por Alcaraz al juego siguiente. La más peligrosa fue con 4-5, cuando el americano sacó para ganar la manga y dispuso de un punto para ello. Con maniobras de escapismo, Alcaraz alargó el parcial y en el duodécimo juego pudo finiquitarlo. Tuvo tres pelotas de partido en un juego de quince minutos de duración. Se le marcharon todas, antes de presenciar un desempate perfecto por parte de Paul, que forzó la tercera manga con un 7-0 espectacular.

El lunar de los puntos de ‘break’ perdidos era demasiado para el español, que en ese punto solo había ganado cuatro de 19, pero lo apañó en el primer juego del tercer set. Una rotura a favor que le liberó. Alcaraz empezó a hacer más caso a Juan Carlos Ferrero, que le pedía desde el banquillo calma y atacar la derecha de Paul, y ahí aparecieron los huecos.

Entre parones por la lluvia, que se alargaron más de dos horas, y ráfagas de viento, el murciano aguantó su servicio todo el set, quebró por segunda vez a Paul y consiguió una victoria paliativa e importante para la gira de cemento americana.

Eso sí, el desgaste físico ha sido evidente y Alcaraz tendrá que enfrentarse este viernes al australiano Max Purcell, que necesitó poco más de una hora para deshacerse de Stan Wawrinka. Será el primer duelo ante Purcell, número 70 del mundo y que antes de Cincinnati nunca había disputado unos cuartos de final de un Masters 1.000. El ganador se medirá en semifinales al ganador del duelo entre Hubert Hurkacz y Alexei Popyrin.

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