A las seis y media de la mañana sonó el despertador. Y así lo hará a partir de ahora. En 15 minutos los cadetes, distribuidos en camaretas de ocho camas cada una, que este jueves ingresaron en la Academia Militar de Zaragoza tuvieron que hacer la cama, ducharse y vestirse el uniforme de diario, uno de los cuatro que recibieron el día anterior, y presentarse en la cantina a desayunar. Los hubos rezagados, es normal el primer día.
Los 250 jóvenes que emprenden ahora su carrera militar están en periodo de acogida y orientación, el más duro, como recalcó Felipe VI al despedirse de su hija, la princesa de Asturias, en ‘La General’, como se conoce en el argot militar a este centro de formación en el Ejército de Tierra; en dos semanas ya no habrá retrasos, los saludos militares se harán a la perfección, ya todos recitarán de memoria el decálogo del cadete que recibieron al dejar atrás la vida civil tras despedirse de sus familias. Ya se habrán adaptado a la vida militar.
Entre esos jóvenes, la princesa Leonor es una más. El Ejército no entiende de clases sociales, ni de tratamientos reales, solo de capitanes, comandantes y tenientes coronel. Y pronto sus compañeros la verán así, pese a que es difícil apartar de la mente que se está ante la heredera al trono de España, en plena formación para la función que el destino le tenía encomendado desde la cuna.
Había expectación, curiosidad, por ver a la primogénita de los Reyes uniformada, como en años anteriores ocurrió con otras princesas europeas, como Victoria de Suecia, Isabel de Bélgica o Ingrid de Noruega. Y esa imagen no se hizo esperar. Zarzuela distribuyó una serie de fotografías de la cadete Borbón Ortiz (Felipe VI, en su día, solo empleó su primer apellido) en la que aparece con el pelo recogido en un moño, como manda el Ejército, y con semblante serio, apenas 24 horas después de su ingreso en la Academia, donde las próximas seis semanas no dispondrán de permiso alguno.
Probablemente, ya ha tenido ocasión de hablar a través del móvil con sus padres y su hermana, la infanta Sofía, en el poco tiempo libre del que disponen. En esta primera jornada, que no diferirá mucho de las siguientes, realizaron una intensa tabla de ejercicio físico y recibieron clases teóricas de lo que les espera. La princesa Leonor, ya cadete Borbón Ortiz de puertas adentro de la Academia Militar de Zaragoza, ingresó «algo nerviosa», pero «ilusionada». Probablemente, la próxima vez que se la vea será el 7 de octubre, el día en que jurará bandera en presencia del Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, de su padre.
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Enlace de origen : La primera imagen de la cadete Borbón Ortiz uniformada
