La obra maestra de Pecco Bagnaia

Empezó con la pole del sábado, cuando también ganó la carrera sprint liderándola de inicio a fin y con vuelta rápida incluida. Y repitió el domingo, ganando de semáforo a bandera y de nuevo con la vuelta rápida en el bolsillo. Un doble ‘Grand Chelem’ que hasta la fecha no tenía parangón en el campeonato. «Es una mis mejores victorias y uno de los mejores fines de semana desde que estoy en MotoGP», dijo. Un fin de semana nunca visto con el nuevo formato de grandes premios estrenado en 2023.

La clave, de nuevo, estuvo en la salida. Bagnaia pudo mantener la posición en la primera frenada con un especialista en esas lides como Brad Binder, al que mantuvo a raya en las primeras vueltas cuando más le apretó. Y volvió a fallar la Aprilia de Maverick Viñales, que se quedó clavado en la segunda posición de la parrilla y perdió sus opciones de plantar batalla al campeón italiano.

A partir de ahí, fue un paseo militar para Bagnaia, que tenía un ritmo muy superior a sus rivales y aventajó en más de cinco segundos a su más inmediato perseguidor, Brad Binder. El sudafricano, en la carrera de casa de su equipo, el Red Bull KTM, celebró su renovación hasta 2026 con un doble podio que le consolida como el único piloto no Ducati entre las seis primeras posiciones. El título está descartado para él, pero al menos pone la nota discordante en un campeonato monocolor.

En realidad, a Bagnaia se le está poniendo cara de bicampeón. Después de pasar el rodillo en Austria, ya ha abierto un hueco de 62 y 68 puntos sobre Jorge Martín y Marco Bezzecchi. Pero, sobre todo, tiene la constancia del campeón. Del mismo modo que el año pasado se le veía irregular y cometiendo errores, en este no falla y en cada carrera pelea por victorias o podios. Y así se ganan los campeonatos.

Una carrera aburrida

No hubo emoción por la victoria, tampoco por el segundo puesto y la batalla por el último escalón del podio también se resolvió demasiado pronto. Durante la mayor parte de la carrera ese lugar lo ocupó Álex Márquez, que hizo lo imposible por defender la posición con los dos pilotos del equipo VR46. Pero se quedó sin neumáticos en la parte final de la carrera y vio cómo Marco Bezzecchi y Luca Marini le pasaban en las últimas vueltas. En cualquier caso, el de Cervera se había marcado como objetivo consolidarse en el top cinco a partir del verano y este fin de semana fue quinto en la ‘qualy’, cuarto en el sprint y quinto en la carrera larga.

Álex Márquez encabezó el pobre resultado de los pilotos españoles en Austria. Maverick Viñales tuvo que volver a remar después de una mala salida, pero esta vez se quedó anclado en la sexta posición. Por detrás de él, Jorge Martín hizo lo que pudo después de partir duodécimo en parrilla y tener que hacer una ‘long lap’ durante la carrera por la sanción impuesta en el sprint del sábado. Y noveno concluyó un Aleix Espargaró que venía crecido después de su victoria en Silverstone, pero que durante todo el fin de semana estuvo un paso por detrás de su compañero de equipo, Viñales.

Y el que por fin terminó una carrera larga en esta temporada fue Marc Márquez. Sí que lo había hecho en tres sprint de los sábados, pero la última vez que había puntuado un domingo fue el 23 de octubre de 2022 en el GP de Malasia. Tampoco fue un resultado para tirar cohetes, duodécimo a 23 segundos del Bagnaia, pero son pasos adelante en el proceso de reconstrucción en el que está Honda. «Al final no hay secreto, si afrontas el fin de semana con menos riesgo y sin caídas, es fácil acabar la carrera y puntuar». En dos semanas llegará la carrera de casa en el Circuito de Catalunya, pero ni el factor campo parece cambiar las cosas. «La dinámica de esta segunda parte de la temporada será así, de momento, me veo muy lejos de los de delante».