El alcalde de Lorca fija en noviembre el final de la restauración de la plaza de toros

Debido a estos cambios, el aforo quedará reducido a la mitad, pasando de 9.000 localidades a 4.500 con el objetivo de adaptarse a la normativa de espectáculos públicos. No obstante, el aforo podría verse ampliado con la recuperación de los ‘balconcillos’ y el graderío de madera que los ocupada, una actuación no contemplada en el proyecto licitado y que podría ser acometida por los talleres municipales de Empleo. «Es importantísimo contar con esta zona que incrementará sustancialmente el aforo», señaló el primer edil. El taller municipal de carpintería ya ha contribuido a la rehabilitación del ruedo lorquino con la realización de la nueva puerta de la capilla.

Desde el Ayuntamiento aseguran que la intención de las obras de la plaza de toros es recuperarla pero no solo para festejos taurinos, sino reconvertirla en un «un complejo para revitalizar la ciudad», es decir, un espacio polivalente «capaz de acoger conciertos, actividades deportivas, sociales, recreativas o culturales». Del mismo modo, Gil expresó su deseo de musealizar el interior del coso para sumar un atractivo más a la Ciudad del Sol así como habilitar distintas dependencias para su uso como locales de ocio: «Se trata de un monumento esencial para la ciudad, ligado a la historia y que aspira a ser polo fundamental de atracción turístico, cultural… con un concepto totalmente distinto», declaró el regidor.

En la actualidad, ya han finalizado los trabajos de desmontaje y demoliciones, mientras que el graderío y el palco se encuentran al 90%. Del mismo modo, las instalaciones de fontanería están al 70% y los revestimientos y albañilería al 60%. Entre los trabajos pendientes y en distintas fases de progreso se encuentran la carpintería, cerrajería, vidrios y las instalaciones eléctricas, de iluminación, megafonía, ventilación y contraincendios, además de la pintura y diversos acabados.

Respecto al avance de las obras Nines Mazuecos, concejala socialista, recordó que a la llegada del equipo de Diego José Mateos a la alcaldía, en 2019, el proyecto se encontraba totalmente paralizado. Una vez puesto en marcha, la edil socialista señalaba el mal estado de las gradas como causa principal del retraso de las obras. «A las pocas semanas de comenzar estos trabajos se detectaron graves patologías en el graderío del coso que hacían inviable su reparación y desde la dirección técnica se insistió en su derribo para una nueva construcción». Una modificación que, según Mazuecos, sufrió trabas por parte de la Comunidad Autónoma, que se retrasó en aprobar los permisos pertinentes. No obstante, la concejala expresó su satisfacción por el avance de las obras, e instó a Fulgencio Gil a utilizar la plaza de toros como palanca para «recuperar el pulso cultural de los últimos cuatro años» en la ciudad.