Luis Rubiales (Las Palmas, 1977) vive los días más difíciles en sus cinco años como presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF). El mandamás del fútbol español se encuentra entre la espada y la pared después de que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, dejara caer que el dirigente debe dimitir tras el «inaceptable» beso a Jenni Hermoso durante la celebración de la victoria de España en el Mundial de Fútbol femenino. «Las disculpas no son suficientes. Tiene que continuar dando pasos para aclarar lo que vimos todos», dijo el líder socialista horas después de haber recibido a la selección y de verse las caras con Rubiales, que se mantuvo en un segundo o tercer plano durante la recepción en Moncloa. «Esos comportamientos manifiestan que en nuestro país queda aún mucho camino por recorrer en materia de igualdad y respeto, y en la equiparación de derechos entre las mujeres y los hombres», añadió.
La actitud bochornosa del presidente de la FEF ha sacudido la escena política. En el Gobierno estarían analizando la viabilidad de dar traslado al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), máxima autoridad institucional en materia deportiva, de un escrito razonado instándole a la apertura de expediente disciplinario. Si eso ocurriera, y el TAD incoase expediente, el Consejo Superior de Deportes (CSD) convocaría de inmediato a su comisión directiva para decretar la suspensión provisional de Rubiales, como se hiciera con Ángel María Villar (presidente entre 1988 y 2017) en diciembre de 2017. El dirigente podría ser inhabilitado entre 2 y 15 años por su conducta indecorosa, según el mismo medio. que cita el artículo 104 y 108 de la nueva ley del deporte. Pedro Sánchez no puede destituir directamente a Rubiales.
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La bola se está haciendo cada vez más grande. Al reproche público, a las declaraciones de varios juristas de que lo que hizo constituye un delito de agresión sexual y al rubor provocado por la prensa internacional se une una serie de denuncias: una de Sumar ante el Consejo Superior de Deportes, otra del afiliado de la federación Miguel Ángel Galán y una de Estrada Fernández, exárbitro de Primera División ante la federación.
El CSD tiene más presión que nunca para entrar de lleno en este asunto tras la ola de críticas en contra de Rubiales. El presidente de dicho organismo, Víctor Francos, pasó por los micrófonos de ‘El Partidazo de Cope’ y de ‘El Larguero’ de la Cadena Ser, donde aseguró que si la FEF no toma decisiones, ellos están dispuestos a tomarlas.
El dirigente está acorralado pese a manejarse bien en los escándalos. Esta polémica deja su futuro en una incógnita. El presidente de la Federación Española de Fútbol buscará este viernes el respaldo de las federaciones territoriales y evitar la dimisión al convocar a última hora del martes una Asamblea General Extraordinaria. La RFEF aseguró en un comunicado que tras «los hechos acontecidos» en la final «están abiertas las diligencias internas de la federación referentes a asuntos de integridad, así como el resto de los protocolos aplicables».
El hombre cómodo en los conflictos, que supo sortear la polémica por cómo hizo multiplicar su nómina anual, el gasto de tarjetas corporativas para la fiesta en un chalé en Salobreña, las ayudas a la vivienda para la compra de un ático de lujo en Madrid o los audios filtrados en el lío de la Supercopa de Arabia, parece que podría tener los días contados. Cabe recordar que la acción de Rubiales toca de lleno a la igualdad de género, una de las banderas del Gobierno de Pedro Sánchez.
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Enlace de origen : El Gobierno podría recurrir a la justicia deportiva para echar a Rubiales
